Convivencia de lo p¨²blico y lo privado
El vecindario de Groningen, al norte de Holanda, era de viviendas unifamiliares en hilera. Y el encargo consisti¨® en a?adir casas a ese barrio residencial. S¨®lo que Helena Casanova y Jes¨²s Hern¨¢ndez (ambos nacidos en 1967 y asentados en R¨®terdam desde 2001) no se conformaron con sumar ni con encontrar un solar para sus viviendas y pensaron en la ciudad e idearon una estrategia.
Plegar¨ªan el muro que encierra las casas, romper¨ªan el trazado ortogonal del barrio para fomentar relaciones m¨¢s complejas entre la vida y la calle, entre lo que sucede en las viviendas y cuanto pasa por las aceras. No se trataba de perder privacidad sino de ganar calidad de vida, de relacionar la arquitectura con el lugar, de demostrar que de recoger un muro puede surgir una plaza que lejos de inmiscuirse en tu vivienda puede llegar a mejorarla haciendo m¨¢s pl¨¢cida la vida en el barrio.
El espacio sobrante entre edificios se convirti¨® as¨ª en un retal urbano semi-p¨²blico, y por lo tanto semi-privado a la vez. Y las viviendas en lugar de aterrizadas, casi amontonadas, en un vecindario residencial pasaron a definir dicho barrio, a organizar el tipo de lugar que quer¨ªan ayudar a construir. Como resultado de plantearse lo que implica levantar una vivienda en un lugar (integrarse en un barrio adem¨¢s de recogerse en casa) el propio suburbio adquiri¨® una nueva identidad con rincones, diversos usos y atm¨®sferas diferenciadas definidas por algo tan aparentemente sencillo como los quiebros de un muro.?
Precio por metro cuadrado seg¨²n arquitectos: 1.070 euros
Babelia
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