Famosos enredados en el mundo 2.0
En un universo en el que los personajes conocidos son presas f¨¢ciles para los ¡®hackers¡¯, uno de los pocos recursos que les quedan a las 'celebrities' es comprar sus dominios. Taylor Swift ha sido una de las primeras
Mueve millones de seguidores en las redes sociales ¡ª51 en Twitter y 20 en Instagram¡ª. Todo lo que hace es noticia ¡ªcomo asegurar sus largas piernas por 30 millones de euros¡ª y por ello su nombre es uno de los m¨¢s buscados en Google. A sus 25 a?os, Taylor Swift es una estrella mundial. Un ¨¦xito que ha convertido a la cantante en un objetivo vulnerable en el mundo 2.0. Conocedora de la delicada situaci¨®n de las celebridades como carne de hackers,ha decidido protegerse. Si hace unos meses denunci¨® que sus cuentas en las redes sociales hab¨ªan sido asaltadas, ahora ha blindado su nombre ante la irrupci¨®n de nuevos dominios en Internet. Swift no quiere que su marca se convierta en el nombre de p¨¢ginas para adultos como, por ejemplo, TaylorSwift.porn y TaylorSwift.adult. Por eso su equipo de asesores ha comprado los dominios antes de que el 1 de junio estos salgan al mercado en EE?UU. El mismo paso que ha hecho Microsoft al adquirir Office.porn y Office.adult.
Esta llegada de nuevos dominios anunciada por la Corporaci¨®n de Internet para la Asignaci¨®n de Nombres y N¨²meros (ICAAN) pretende aliviar la escasez de opciones en un mundo cada vez m¨¢s amplio. En su momento aparecieron 22 y ahora hay m¨¢s de 547, y est¨¢ previsto que la cifra aumente much¨ªsimo.
A la cantante no le gusta que se le asocie a nada que no tenga que ver con su profesi¨®n, y cuando su imagen se ve amenazada, est¨¢ dispuesta a denunciarlo. ¡°Mi cuenta de Twitter fue pirateada, pero no se preocupen. Twitter est¨¢ borrando los mensajes de los piratas y ha congelado mi cuenta hasta que descubran c¨®mo ocurri¨® esto y me den nuevas contrase?as¡±, escribi¨® Swift en su blog de Tumblr mientras disfrutaba de unas vacaciones en Haw¨¢i. Y a?adi¨®: ¡°Hackers dicen que tienen im¨¢genes m¨ªas desnuda. Dar¨ªan lo que fuera por tenerlas, pero no las tienen. Suerte con el Photoshop, porque no tienen nada¡±. La pol¨ªtica de la red social en caso de suplantaci¨®n de identidad es m¨¢s directa que la de los dominios, aunque la paradoja sea que la cuenta nunca es realmente propiedad de su protagonista.
Lo que parece un nuevo paso en la estrategia meramente defensiva de la cantante, orquestada por su equipo de asesores, tiene m¨¢s beneficios de lo que podr¨ªa parecer. Sedo, una de las empresas punteras en registro de dominios, recomienda actuar r¨¢pido para no perder el nombre deseado. Pero al mismo tiempo estos especialistas ven la operaci¨®n como una maniobra de la artista para reforzar su posicionamiento en los buscadores, el SEO en el argot. ¡°Si quieres tener presencia online, necesitas asegurarte de que los usuarios puedan encontrarte a ti o a tus servicios¡±, explica Ana Paula V¨¢zquez Cisneros, su responsable en Espa?a y Am¨¦rica Latina. La directiva recomienda buscar la mayor especializaci¨®n: ¡°Si eres un m¨²sico de hip hop, deber¨ªas pensar sobre la opci¨®n de asegurarte un dominio .hiphop o .music. Para las firmas m¨¢s grandes ser¨ªa importante asegurarse su nombre en dominios como .sucks¡±. Aunque parece que Swift quiere ir m¨¢s all¨¢. Michael Fertik, una instituci¨®n en Silicon Valley que acaba de publicar La econom¨ªa de la reputaci¨®n, cree que la cantante acierta: ¡°Es una decisi¨®n correcta. Es mejor tener varios dominios, aunque no se usen¡±. Tomy Pelluz, responsable en Am¨¦rica Latina de Domestika, la mayor comunidad de dise?adores y desarrolladores digitales en espa?ol, es algo m¨¢s reticente a la compra indiscriminada y es cr¨ªtico con Taylor Swift: ¡°Me parece una estrategia de comunicaci¨®n, para llamar la atenci¨®n. El potencial que tiene su nombre sumado al porno es muy grande. Es como querer romper Internet al estilo Kardashian¡±.
El pasado septiembre la estrella del reality en EE?UU, la cantante Rihanna, la actriz Jennifer Lawrence, la hoy dise?adora Mary-Kate Olsen y otras decenas de celebridades fueron v¨ªctimas de los hackers, que difundieron fotos ¨ªntimas suyas a trav¨¦s de la Red. El ataque masivo estuvo bien planeado: exist¨ªa una lista de famosos usuarios de iPhone y que, en consecuencia, almacenaban sus im¨¢genes en iCloud, el almacenamiento en la nube de Apple. Una circunstancia que oblig¨® a Tim Cook, consejero delegado de la compa?¨ªa de la manzana, a disculparse y prometer una mejora en la seguridad de su servicio. Unas medidas que adopt¨® despu¨¦s de una p¨¦rdida de valor notable en sus acciones pocos d¨ªas antes de lanzar el iPhone 6.
El problema de la suplantaci¨®n del nombre en Internet es com¨²n. La especulaci¨®n tambi¨¦n. ¡°Cuando se compra un dominio se puede dejar latente o se puede usar el tr¨¢fico que genera y rentabilizarlo con publicidad¡±, explica Pelluz. Cualquiera que sea el motivo de Swift en su nueva y tecnol¨®gica compra, est¨¢ claro que no busca ganar dinero. Comprar dominios era antes un negocio, pero ahora no tanto, ya que a medida que crece su cantidad el precio se deval¨²a. Pelluz lo compara con el negocio inmobiliario: ¡°Puedes invertir en ello y tiene costes de mantenimiento. Despu¨¦s, si lo has cuidado bien, revenderlo o incluso alquilarlo, pero cuantos m¨¢s hay, menos vale¡±. Fertik se atreve a dar cifras: ¡°En los buenos tiempos se pod¨ªa pagar un mill¨®n de d¨®lares por un dominio. Eran los propios agentes de los artistas los que lo negociaban. Hoy es dif¨ªcil que se paguen m¨¢s de 300.000 d¨®lares y por algo muy especial¡±.
Ante el panorama de asaltos cibern¨¦ticos, que ha afectado incluso a una gran compa?¨ªa como Sony, tambi¨¦n han surgido empresas para ayudar a famosos y pol¨ªticos a combatirlos. A Reputation.com, la empresa de Fertik, recurren para limpiar su imagen. No hacen magia, pero s¨ª son capaces de hacer que si es preciso Google quite el contenido del buscador o haga menos visibles las noticias no deseadas.
La compra de los dominios con su nombre propio parece de las pocas opciones de los famosos para controlar su marca en el terreno 2.0. Hay tambi¨¦n un paso previo. Ashton Kutcher y Mila Kunis hicieron ¡°un interesante movimiento¡± cuando naci¨® su primera hija, Wyatt Isabelle, seg¨²n expertos en imagen p¨²blica. Los nuevos padres se apresuraron a reservar no solo las direcciones online, sino tambi¨¦n los perfiles con el nombre de la peque?a en las redes sociales m¨¢s populares. ¡°?No quiero un sitio de pornograf¨ªa con el nombre de mi hija!¡±, se justific¨® el actor, uno de los m¨¢s c¨¦lebres apasionados de las aplicaciones tecnol¨®gicas con inversiones en Foursquare, Flipboard o Skype. La misma pr¨¢ctica la siguen algunas casas reales cuando nacen nuevos miembros. Los Reyes de Espa?a, por ejemplo, blindaron los nombres de sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sof¨ªa.
¡°?Qui¨¦n sabe lo que marcar¨¢ el paso dentro de dos a?os? Lo mejor es reservar el nombre en diferentes servicios y mantenerlo activo. Lleva trabajo, pero evita disgustos¡±, recomienda Fertik.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.