Ir¨¢n y el equilibrio de poder en Oriente Pr¨®ximo
El acuerdo nuclear sirve para involucrara Teher¨¢n en la diplomacia mundial
Despu¨¦s de 18 meses de intensas discusiones diplom¨¢ticas, las negociaciones entre el P5+1 e Ir¨¢n concluyeron finalmente ayer con el objetivo com¨²n de lograr un acuerdo definitivo que controle las ambiciones nucleares de Ir¨¢n antes de que termine el mes de junio.
Las conversaciones entre la Rep¨²blica Isl¨¢mica y las seis potencias mundiales estuvieron en punto muerto durante a?os a causa de la preocupaci¨®n que despertaban las posibles dimensiones militares del programa nuclear iran¨ª. A los a?os de desconfianza y sospechas les sucedi¨® una avalancha de sanciones econ¨®micas y financieras a Ir¨¢n por parte de la ONU, la UE y otros pa¨ªses.
Otros art¨ªculos del autor
En mayo de 2013, como consecuencia del embargo aplicado por la Uni¨®n Europea y las sanciones impuestas por Estados Unidos, las exportaciones iran¨ªes de petr¨®leo hab¨ªan descendido a 700.000 barriles por d¨ªa (bpd), frente a 2,2 millones de bpd en 2011. Las sanciones tambi¨¦n fueron devastadoras para la moneda iran¨ª, que perdi¨® al menos un 40% de su valor, as¨ª como para el precio de los alimentos, que se dispar¨®, y la salud de millones de iran¨ªes, que corri¨® peligro debido a la escasez de medicamentos y suministros m¨¦dicos de Occidente.
Las sanciones hicieron tanto da?o al pa¨ªs que se convirtieron en una amenaza existencial para la econom¨ªa iran¨ª. Por consiguiente, desde el punto de vista econ¨®mico, Ir¨¢n necesitaba desesperadamente llegar a un pacto, pese a que el l¨ªder supremo, el ayatol¨¢ Al¨ª Jamenei, repiti¨® en varias ocasiones que cualquier acuerdo deb¨ªa preservar ¡°la dignidad y la integridad¡± de Ir¨¢n y garantizarle la libertad de seguir adelante con el programa nuclear para usos civiles.
Aunque los 75 millones de ciudadanos iran¨ªes, en general, parecen respaldar su programa nuclear, muchos de ellos prefieren el tono dialogante y cooperador del Gobierno de Rohan¨ª a la actitud populista y beligerante de Ahmadineyad. Durante meses, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, y su hom¨®logo iran¨ª, el ministro de Exteriores Javad Zarif, han recibido enormes presiones de los sectores m¨¢s duros de Teher¨¢n y Washington D.?C., que se opon¨ªan a las negociaciones y han tratado de hacer saltar por los aires cualquier acuerdo que no les gustaba. Lo que es a¨²n peor, en ocasiones, los grupos m¨¢s inflexibles de ambos pa¨ªses intentaron sabotear las propias negociaciones: en un caso, mediante presiones al l¨ªder supremo Jamenei para que rechazara cualquier pacto, y en el otro, sugiriendo que el Congreso estadounidense aprobara un nuevo paquete de sanciones para reducir la capacidad del presidente Obama de negociar con Ir¨¢n.
Sin embargo, con el tel¨®n de fondo del caos surgido de la primavera ¨¢rabe en Oriente Pr¨®ximo y la reaparici¨®n de Ir¨¢n como fuerza estable y pol¨ªtica fundamental en una regi¨®n del mundo tan desgarrada por las crisis, Estados Unidos y los pa¨ªses europeos han comprendido que la ¨²nica forma de abordar la compleja geopol¨ªtica de la zona era involucrar a Ir¨¢n en la diplomacia internacional.
Los grupos m¨¢s inflexibles han intentado sabotear las negociaciones
Es en este contexto en el que el Gobierno de Rohan¨ª, a diferencia de su predecesor, ha definido y determinado la interpretaci¨®n iran¨ª de la estabilidad estrat¨¦gica en la regi¨®n y ha insistido en cooperar en m¨²ltiples aspectos con Estados Unidos para pacificar y tranquilizar Irak y Afganist¨¢n. La raz¨®n est¨¢ clara: como potencia en ascenso y actor estatal l¨®gico y racional en Oriente Pr¨®ximo, Ir¨¢n est¨¢ m¨¢s interesado que ning¨²n otro pa¨ªs en que haya estabilidad en la regi¨®n.
Ese es el motivo de que, a pesar de todo lo que se ha dicho en los ¨²ltimos 36 a?os, las pol¨ªticas regionales y generales de Ir¨¢n sean una mezcla interesante de pragmatismo y resistencia, con la capacidad diplom¨¢tica necesaria para abordar sus ambiciones estrat¨¦gicas. Estas ambiciones le han llevado a colaborar con su enemigo hist¨®rico, Estados Unidos, en una estrategia pol¨ªtica de conjunto cuyo prop¨®sito es detener al Estado Isl¨¢mico, pero esa colaboraci¨®n, a su vez, ha complicado el intento estadounidense de construir una coalici¨®n ¨¢rabe para derrotar al EI. Este ¨²ltimo, que est¨¢ formado por un grupo sun¨ª radical, es un peligro para los chi¨ªes de Ir¨¢n y sus aliados en la regi¨®n; por eso Ir¨¢n est¨¢ tomando la iniciativa y atacando al EI en Irak y Siria, en lugar de esperar a que la amenaza llegue a sus fronteras. Con el teniente general Qasem Soleimani, jefe de la brigada Qods del selecto cuerpo de la Guardia Revolucionaria Isl¨¢mica, al frente de las operaciones en la ciudad de Tikrit, Ir¨¢n ha emprendido una gran ofensiva contra los rebeldes sun¨ªes que, bajo el manto de la guerra contra el terrorismo dirigida por Estados Unidos, pretende asimismo obtener profundidad estrat¨¦gica y ampliar su control territorial hasta Yemen.
La presencia de Ir¨¢n en Yemen es un serio problema de seguridad nacional para Arabia Saud¨ª, un aliado de Estados Unidos que se ha opuesto al acuerdo nuclear desde el primer d¨ªa. Yemen, situado en la frontera meridional de Arabia y con una poblaci¨®n formada por un 35% de chi¨ªes, podr¨ªa acabar siendo una base de operaciones en la rivalidad entre iran¨ªes y saud¨ªes. No obstante, hay que destacar que Yemen, como Irak y Siria, no es m¨¢s que un pe¨®n en el tira y afloja entre Ir¨¢n y las diplomacias norteamericanas y europeas en Oriente Pr¨®ximo.
Es evidente que un acuerdo nuclear entre Estados Unidos e Ir¨¢n podr¨ªa agravar terriblemente la nueva guerra sectaria entre Arabia Saud¨ª y sus aliados, por un lado, e Ir¨¢n, por otro. Adem¨¢s, aunque el acuerdo nuclear ser¨ªa una gran muestra de lo que puede lograr la labor diplom¨¢tica en el mundo actual frente a las opciones militares, es demasiado pronto para saber qu¨¦ perspectivas y consecuencias tendr¨ªa un pacto de ese tipo.
Es muy posible que los acontecimientos y las decisiones de los pr¨®ximos meses sean un factor decisivo para el futuro pol¨ªtico de Ir¨¢n y el equilibrio de poder en Oriente Pr¨®ximo durante varios a?os. Porque nunca antes han tenido Ir¨¢n ni los dem¨¢s pa¨ªses de la regi¨®n tanto que perder ni tanto que ganar en una negociaci¨®n diplom¨¢tica.
Ramin Jahanbegloo, fil¨®sofo iran¨ª, es catedr¨¢tico de Ciencias Pol¨ªticas en la Universidad de Toronto.
Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.