La Primera Guerra Mundial del islam
Obama debe decantarse entre el acuerdo hist¨®rico con Ir¨¢n o ayudar a Arabia Saud¨ª
El mundo actual es una colecci¨®n de mapas que fueron pero que ya no son, de creencias que se ven todos los d¨ªas ampliamente rebasadas por la realidad y de un factor de imprevisibilidad que no por anunciado deja de producir un verdadero terremoto interno y externo, sobre lo que est¨¢ pasando.
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Desde la Primera Guerra Mundial y la ca¨ªda del Imperio otomano, los ingleses con un plan absolutamente preconcebido hicieron en la Pen¨ªnsula Ar¨¢biga ¡ªincluida la antigua Persia¡ª, todo un esquema destinado exclusivamente a controlar el petr¨®leo y a producir falsos gobiernos en la zona.
Primero fue la ca¨ªda del petr¨®leo en una extra?a confluencia de factores que, sin duda alguna, termin¨® beneficiando ¡ªy mucho¡ª a los pa¨ªses industrializados.
Segundo, nunca hab¨ªamos asistido a un espect¨¢culo como el que hoy tenemos de un presidente de los Estados Unidos enfrentado, m¨¢s all¨¢ de toda l¨®gica de la discrepancia que siempre fue permanente, al primer ministro de un pa¨ªs que es clave en el rompecabezas de Medio Pr¨®ximo, pero tambi¨¦n en la relaci¨®n entre el mundo ¨¢rabe y Occidente como lo es Israel.
Los intereses de los dos pa¨ªses est¨¢n por encima de los dos hombres y al final del d¨ªa, no importa que ellos se quieran o se odien, lo ¨²nico relevante es dar el paso siguiente en la defensa de los intereses que hay en juego.
Lo que est¨¢ en juego es muy sencillo: desde hace muchos a?os, desde la OLP, desde esa sala de laboratorio y experimentaci¨®n de la relaci¨®n ¨¢rabe con el mundo occidental, desde 1948, hemos asistido a un fen¨®meno de absoluta desviaci¨®n de los verdaderos ejes del poder.
Desde la primera guerra ¨¢rabe-israel¨ª tras la independencia hasta la llegada de Jomeini es un mundo (que ahora es f¨¢cil ver) en el que en el fondo, pese al terrorismo, era un mundo de guerra casi de juguete.
Es s¨®lo a partir de la llegada de Jomeini y la entrada de los chi¨ªes controlando el golfo P¨¦rsico o al menos intent¨¢ndolo, cuando se produjo realmente la confrontaci¨®n seria dentro del mundo ¨¢rabe.
Es cuesti¨®n de tiempo saber qui¨¦n disparar¨¢ primero, si el misil de Riad a Teher¨¢n o de Teher¨¢n a Riad
Durante esos a?os la relaci¨®n con Israel y el conflicto ¨¢rabe-israel¨ª permiti¨® hacer de los Estados Unidos el eje frontal al cual atacar. Adem¨¢s, durante un tiempo se unieron los extremismos sun¨ªes y chi¨ªes frente a un enemigo com¨²n que era la gran potencia americana.
Ahora, la guerra toca a la puerta del coloso econ¨®mico y militar de la zona, Arabia Saud¨ª.
Los hechos de Yemen dan un panorama completamente in¨¦dito que nunca nadie imagin¨® ni siquiera en los albores de Imperio otomano que se podr¨ªa dar.
Si los chi¨ªes conquistan Yemen, no solamente se habr¨¢n situado en las puertas de Arabia Saud¨ª y ejercer¨¢n una gran presi¨®n sobre el mundo sun¨ª y suf¨ª, sino que b¨¢sicamente despu¨¦s de Yemen viene Sud¨¢n, y Sud¨¢n es, junto al delta del Nilo, la clave del control de la zona porque en la moderna teor¨ªa del domin¨®, inmediatamente despu¨¦s y como pieza segura viene Egipto.
No s¨¦ si Ir¨¢n tendr¨¢ las armas nucleares pero s¨¦ que con Yemen consolida un gran bloque que da otro mapa de poder que ni siquiera Balfour o el propio Hitler so?aron.
Ahora ya no son guerras de escala entre Jordania e Israel, actualmente hay que entender la nueva geoestrategia de la zona basada en dos hechos fundamentales: primero, en una repetici¨®n de la vieja historia como no se hab¨ªa visto desde la ¨¦poca del profeta Ismael, los chi¨ªtas, la minor¨ªa que de verdad es, seg¨²n ellos, fiel al islam y representa la pureza del pensamiento se enfrenta al 80% de los sunitas que niegan completamente la legitimidad.
Si Ir¨¢n tiene a Irak, Libia, L¨ªbano y Yemen se convierte en el poseedor del golfo P¨¦rsico, pero sobre todo tiene la posibilidad desde la misma puerta del coraz¨®n del sofismo y de todo lo que hoy entendemos y de los equilibrios econ¨®micos y energ¨¦ticos de atacar cambiando todas las reglas del juego.
Es solo cuesti¨®n de tiempo saber qui¨¦n disparar¨¢ primero, si el misil de Riad a Teher¨¢n o de Teher¨¢n a Riad.
Venimos a una situaci¨®n en la que s¨®lo un conflicto entre religiones puede calmar las aguas
Mientras tanto, todos los Emiratos ?rabes Unidos y todos los pa¨ªses del Golfo est¨¢n ya en una guerra en la que al final del d¨ªa, lo ¨²nico cierto es que as¨ª como pens¨¢bamos que el debate entre el comunismo y el capitalismo estaba en el Muro de Berl¨ªn, cuando donde de verdad estaba era en China, ahora, este nuevo mundo -con el que Occidente no es capaz de encontrar una salida satisfactoria o eficiente de la relaci¨®n con el mundo del islam- venimos a una situaci¨®n en la que s¨®lo un conflicto generalizado entre religiones puede calmar las aguas y definir cu¨¢l ser¨¢ el modelo que primero, premie sobre lo que ya era el sue?o de Laurence y una de las razones por las que entr¨® y sali¨® de la Historia, me refiero a la naci¨®n ¨¢rabe, y segundo, el Estado Isl¨¢mico no quiere un pa¨ªs sino una naci¨®n. Y tercero, los sun¨ªes y los chi¨ªes coinciden en algo, la pureza religiosa est¨¢ por venir.
En medio de toda esta crisis la figura del presidente de los Estados Unidos resulta troncal para entenderla.
El mundo ¨¢rabe ardi¨® con toda su primavera entre otras razones por el c¨¦lebre discurso que el 4 de junio de 2009 Obama dio en la Universidad de El Cairo. Adem¨¢s, cuando todos en el mundo le pidieron que interviniera en Siria contra el dictador Bachar el Asad, se neg¨®; esa circunstancia, m¨¢s la retirada total del ej¨¦rcito estadounidense de Irak, le dio una fuerza insospechada al Estado Isl¨¢mico.
Y finalmente, en medio de todo ese proceso, Obama se pone a negociar con Ir¨¢n al mismo tiempo que pelea con Bibi Netanyahu. La pol¨ªtica estadounidense pareciera ser que por las ma?anas apoya a Siria y a Ir¨¢n y por las noches debe luchar contra Ir¨¢n para defender a Arabia Saud¨ª.
El mundo ¨¢rabe y el islam nunca hubieran llegado hasta aqu¨ª sin lo que implica Estados Unidos, es decir, sin Afganist¨¢n y sin el 11-S, pero ahora mismo la ¨²nica manera de salir de esta situaci¨®n es que Barack Obama defina una pol¨ªtica que hoy por hoy es sumamente contradictoria, por lo que debe decantarse. Es momento de que decida ya sea por el acuerdo hist¨®rico con Ir¨¢n y as¨ª entregarle el control de todo el golfo P¨¦rsico y Oriente Pr¨®ximo o bien, ayudar a Arabia Saud¨ª contra los chi¨ªes y encontrar la manera de cambiar unas monarqu¨ªas y unos reg¨ªmenes que ya no son capaces de sostenerse por s¨ª mismos como demostr¨® la primavera ¨¢rabe.
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