Absurdos prejuicios
No hace mucho tiempo coincid¨ª en el parque con una familia con seis ni?os. Muy respetuosos con el entorno, jugaron sin conflictos. Este fin de semana, en el mismo lugar, conoc¨ª a una pareja de hombres con su hijo. Ni complejos, ni traumas, ni nada que se le parezca.?
Si recuerdo ambos encuentros es porque me sorprendieron. No eran escenas habituales para m¨ª. Me pill¨¦ mirando con los ojos de la mente, con ideas preconcebidas sobre c¨®mo deb¨ªan ser las familias numerosas o los hijos de parejas del mismo sexo. Y, claro, la realidad siempre supera cualquier prejuicio, que se queda corto por simpl¨®n.
Tonto de m¨ª, sigo conservando un mont¨®n de clich¨¦s, todos falsos, por supuesto. No consigo deshacerme de esta absurda colecci¨®n que continuamente interfiere y me impide una limpia vivencia del presente. Necesito ir m¨¢s al parque.¡ª Santiago Arag¨®n Guarn¨¦.?
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