Obliterar

Por mi parte, tan s¨®lo me gustar¨ªa comentarle a Willy Toledo un argumento que neutralizar¨ªa todos los suyos, cuando ¡ªresumo y concreto¡ª afirmaba que lo de aqu¨ª se parece a lo de all¨ª (Venezuela y Cuba), o sea, esos reg¨ªmenes que ¨¦l tanto a?ora. Mi argumento es el siguiente: yo no podr¨ªa manifestar, all¨ª, ning¨²n argumento en contra de aquellos reg¨ªmenes como ¨¦l lo hace aqu¨ª, por supuesto en uso de su libertad, vituperando nuestra democracia. Libertad, por otra parte, que all¨ª niegan a los discrepantes, porque en el momento que alguien muestra, all¨ª, alguna discrepancia con los mencionados reg¨ªmenes totalitarios, es encarcelado inmediatamente sin necesidad de orden judicial, sin necesidad de juicio.

No pretendo convencerle de esta sutil, pero enorme, diferencia. S¨¦ que para un totalitario es imposible entender la democracia. Y le reto a que, con su influencia en La Habana, consiga que se emita por televisi¨®n una entrevista en la que pondr¨¦ de manifiesto lo que me parece el r¨¦gimen castrista, sin que me obliteren. Verbigracia.¡ª Jos¨¦ Mar¨ªa Lorente Hern¨¢ndis.