La fuerza de la raz¨®n

Curiosa imagen la del se?or Nicol¨¢s Maduro postul¨¢ndose a s¨ª mismo y vendiendo los atractivos de su imagen para los medios de comunicaci¨®n nacionales y extranjeros, jact¨¢ndose al paso de ¡°salir m¨¢s en la televisi¨®n espa?ola que el propio Rajoy¡±. Pero un pa¨ªs no se gobierna s¨®lo con soflamas y arengas televisivas, y mucho menos si ¨¦stas son meros efectos de artificio, burdas proclamas de conjuras imaginarias, opositores golpistas y oscuras tramas internacionales para desestabilizar a su naci¨®n. Cuando la soberbia, la fuerza y la violencia se instalan en el poder se sabe que el pueblo sufrir¨¢. El primer signo es la supresi¨®n de la libertad y, con ella, la capacidad de opinar y obrar de los ciudadanos; el segundo, la sustituci¨®n del conocimiento y la raz¨®n por la ignorancia y el capricho. El resultado es la entronizaci¨®n de la miseria, la ruina econ¨®mica que impide el progreso y el bienestar de los individuos. La raz¨®n de la fuerza, se?or Maduro, nunca ha tra¨ªdo a los pueblos del mundo m¨¢s que injusticia e infelicidad.¡ª Antonia Mar¨ªa Delgado Mart¨ªn.