Ciudades gigantes, desaf¨ªos gigantes
Crear un plan homog¨¦neo de edificabilidad, mejorar el transporte y luchar contra las desigualdades sociales son los grandes retos que se?alan arquitectos y urbanistas para las urbes de Am¨¦rica Latina
Megaciudades. Aglomeraciones urbanas de hasta 20 millones de habitantes. ¡°Monstruos ingobernables¡±, como admiten unos arquitectos que tratan de ordenar el caos. Imposible. Las mayores urbes del planeta son complejos organismos que se multiplican sin freno y, en la mayor¨ªa de ocasiones, sin un patr¨®n homog¨¦neo. N¨²cleos hipertrofiados que han germinado con el progreso de las clases medias y el trasvase del campo a la ciudad. S?o Paulo, M¨¦xico, Bogot¨¢, Lima, Buenos Aires, R¨ªo, etc¨¦tera. Urbanistas y arquitectos de estas metr¨®polis de Am¨¦rica Latina analizan para EL PA?S los retos que plantea su gesti¨®n. Y coinciden en se?alar la falta de un criterio unificador que armonice el desarrollo de las urbes, las dificultades en la movilidad y el aumento de las desigualdades sociales como los principales problemas.
Los retos futuros pasan por convertir estas grandes ciudades en espacios m¨¢s habitables, con mejores pol¨ªticas de transporte p¨²blico y menor contaminaci¨®n. Y, sobre todo, trazar una direcci¨®n para la edificabilidad bajo un plan ¨²nico, y que las grandes urbes no sean el resultado de un cuadro pintado a brochazos.
En 2014, 450 millones de personas compart¨ªan el suelo de 28 ¨¢reas metropolitanas en todo el planeta. Dif¨ªcil detener la autoconstrucci¨®n, como si fuera un videojuego. ¡°Hay un aspecto fundamental: la lucha por la ciudad¡±, afirma Abilio Guerra, urbanista y arquitecto brasile?o. ¡°Es dif¨ªcil encontrar f¨®rmulas adecuadas en el Gobierno de las ciudades. La mayor parte de las veces, la iniciativa privada pasa por encima de los intereses de la gente, sin que el poder pol¨ªtico tome medidas contra los abusos. Los grandes perjudicados son los espacios p¨²blicos de las ciudades. Lo vemos en R¨ªo con el caso del Parque do Flamengo, y en S?o Paulo con el Largo da Batata y el Parque Minhoc?o. Es preocupante, porque esto sucede en un momento de vulnerabilidad de la sociedad civil brasile?a¡±, analiza Guerra.
Gran S?o Paulo, densa Bogot¨¢
S?o Paulo es la reina de las megaurbes de Am¨¦rica Latina: 11,8 millones de habitantes en la ciudad y 21,7 millones en toda la superficie metropolitana. M¨¦xico DF es segunda en esta lista de gigantes urbanos, con 8,8 millones de ciudadanos en la ciudad y 20,1 en la zona metropolitana. Buenos Aires pone el list¨®n en 15 millones entre todos sus distritos, aunque la ciudad se sit¨²a en apenas unos tres. Bogot¨¢ y Lima, mientras, comparten una poblaci¨®n urbana similar, unos nueve millones, aunque la capital colombiana supera a todas las urbes de la regi¨®n en cuanto a densidad demogr¨¢fica. Sus m¨¢s de 26.000 habitantes por kil¨®metro cuadrado multiplican por cinco la concentraci¨®n de M¨¦xico y de R¨ªo, y por 10 la de Lima.
El patr¨®n se repite en la mayor¨ªa de capitales latinoamericanas. En Bogot¨¢ se dan codazos sus 7,8 millones de habitantes, producto de la mayor densidad urbana en toda la regi¨®n: 26.200 ciudadanos por kil¨®metro cuadrado. El censo crece en 170 personas al d¨ªa. Y la administraci¨®n da carta libre a la construcci¨®n para aportar cobijo a esa demanda.
Un decreto permite que los constructores puedan desarrollar grandes obras si se abona una cantidad econ¨®mica adicional por la edificabilidad extra. ¡°Eso significa que pueden aparecer edificios de cualquier tama?o en cualquier manzana, solo porque el constructor busca m¨¢s metros¡±, explica Mario Noriega, profesor de urbanismo en la Universidad Javeriana. Noriega pide un ¡°marco legal seg¨²n las necesidades de la gente, que no cambie de alcalde a alcalde¡±. ¡°Creen que eso da una apariencia de modernidad a la ciudad. Pero las calles no est¨¢n preparadas. La ciudad ten¨ªa una estructura de manzanas, con 30 viviendas en cada una. Con la nueva norma, se har¨¢n hasta 400. Bogot¨¢ es muy densa en los bordes y poco en el centro, pero ahora ser¨¢ densa en todos lados. Su caso de densidad solo puede ser comparable a algunas ciudades chinas y africanas. Est¨¢n creando una zona de desastre. Se habla de M¨¦xico como la ciudad monstruo, pero tiene metro, y Bogot¨¢ es cinco veces m¨¢s densa¡±, explica el profesor de urbanismo. Solo el 55% de sus habitantes dice estar orgulloso de su ciudad.
Una poblaci¨®n similar a la de Bogot¨¢, aunque con una densidad 10 veces menor, tiene Lima. Los arquitectos peruanos Arnold Millet, que ha trabajado en la Municipalidad, y Mario Lara abundan en la reivindicaci¨®n de su colega colombiano. ¡°Lima no tiene una gobernanza con un hilo ¨²nico, sino que se suceden gobiernos que rompen con lo anterior y hacen lo contrario¡±, apunta Millet. ¡°El gran reto es ordenarla. Hoy es una ciudad descoyuntada, con m¨¢s de 40 alcald¨ªas [43 distritos y alcaldes de distrito] que cada una hace lo suyo, atomizada. La soluci¨®n ser¨ªa poner a Lima con menos alcald¨ªas y con los mismos decretos¡±, expone Lara.
Pocas ciudades en el mundo han logrado esta unidad metropolitana. Si acaso Londres y Par¨ªs, dicen los urbanistas. ¡°Se parte de un centro y se acumulan municipios adyacentes¡±, dice sobre M¨¦xico el espa?ol Miquel Adri¨¤, director de la revista Arquine.
C¨®mo moverse en el laberinto
Las horas vuelan al volante o en transporte p¨²blico para los millones de personas que se desplazan en ese ida y vuelta eterno entre la casa y el trabajo. El ciudadano de S?o Paulo invierte una media de 2 horas 53 minutos diarios en desplazamientos en veh¨ªculo propio, y 2 horas 46 minutos en medios p¨²blicos (son usados por el 62% de la poblaci¨®n). Por la ciudad circulan 5,4 millones de coches, casi uno por cada dos habitantes. Cada mexicano emplea 16 horas a la semana en los trayectos. Bogot¨¢ no tiene metro y es el sistema de autobuses el que canaliza la marea humana de viajeros. En Lima, la ¨²nica l¨ªnea de metro no da abasto¡
¡°El metro es una necesidad en Bogot¨¢¡±. Lo dice el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, consciente del embudo que supone para la capital la ausencia de este medio de transporte. A cambio, la ciudad presume de la red de ciclorrutas (carril bici) m¨¢s grande de Am¨¦rica Latina, 392 kil¨®metros de asfalto que los ciudadanos utilizan cada vez m¨¢s. Piden, eso s¨ª, mayor seguridad vial y que las empresas incentiven las dos ruedas entre sus empleados. Solo el 17% de los bogotanos se declara satisfecho con la red de v¨ªas urbanas. Y los problemas de aparcamiento son cada vez mayores para una flota de 1,5 millones de coches. El sistema de autobuses, TransMilenio, moviliza a dos millones de personas al d¨ªa. ¡°Se enfoca todo en los buses, pero no basta. Bogot¨¢ es una ciudad que funciona como una ciudad del siglo XIX y tiene poblaci¨®n del siglo XXI¡±, analiza Mario Noriega. Adem¨¢s, seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), la ciudad multiplica por 2,7 los niveles de contaminaci¨®n que se consideran perjudiciales para la salud.
Ante la congesti¨®n, las ciudades buscan f¨®rmulas como el D¨ªa sin Carro y diversos tipos de restricciones. En Lima, otro foco de contaminaci¨®n (sobre todo en invierno dada la gran nubosidad), el ¨®mnibus no puede circular por algunas avenidas, y en la pasada alcald¨ªa diversas calles del centro pasaron a ser peatonales. Con 150.000 nuevos coches cada a?o (un total de 1,5 millones), proliferan los taxis, formales e informales. Tambi¨¦n M¨¦xico ha puesto la se?al de Stop. Los coches con m¨¢s de ocho a?os tienen prohibido circular un d¨ªa a la semana y un fin de semana al mes en la ciudad. ¡°Aunque estos mismos coches se venden en los municipios y contaminan. La soluci¨®n es tener la misma pol¨ªtica en los dos sitios, ciudad y ¨¢rea metropolitana¡±, se?ala Miquel Adri¨¤. Hasta seis millones de veh¨ªculos entran y salen de la urbe cada d¨ªa. Distrito Federal ha puesto en marcha proyectos para mejorar las comunicaciones, como dobles pisos en carreteras, nuevas estaciones de tren, estaciones de metro multimodales, que unen varias l¨ªneas (hay 300 kil¨®metros de v¨ªa y cinco millones de usuarios), y un nuevo aeropuerto fuera de la ciudad.
Y junto a la saturaci¨®n, la inseguridad. Seg¨²n un estudio de la Fundaci¨®n Thomson Reuters, seis de cada 10 mujeres aseguran haber sido acosadas f¨ªsicamente en los transportes p¨²blicos de Am¨¦rica Latina. Bogot¨¢, Ciudad de M¨¦xico y Lima son los escenarios m¨¢s inseguros.
Las desigualdades sociales
La polarizaci¨®n social tambi¨¦n sacude las megaurbes. El ciudadano es parte del mobiliario. ¡°El gran reto es la inclusi¨®n¡±, comenta la arquitecta mexicana Tatiana Bilbao. ¡°La vivienda es un bien social, no deber¨ªa ser un commodity. Los arquitectos nos hemos desconectado de no querer lidiar con el problema de la falta de vivienda digna para la poblaci¨®n. En M¨¦xico es muy fuerte la segregaci¨®n en todos los sentidos, f¨ªsica y social. Las clases est¨¢n muy marcadas. Es un M¨¦xico muy disgregado y contrastado. Est¨¢ todo revuelto. Hace 20 a?os la gente cambiaba dos veces de casa durante su vida. Hoy son 17. Esto genera desarraigo, desentendimiento de la comunidad y falta de identidad¡±.
Ra¨²l Fern¨¢ndez Wagner, profesor de urbanismo de la Universidad Nacional de General Sarmiento de Buenos Aires, ofrece una visi¨®n sobre la capital argentina, con 15 millones de habitantes en toda la metr¨®poli. ¡°El mayor conflicto es el acceso al suelo por parte de la poblaci¨®n. De cada 10 nuevos habitantes de Buenos Aires, seis no buscan la compra de suelo, sino que entran en el mercado informal. Es muy dif¨ªcil tener propiedad privada porque es muy cara. En 10 a?os Buenos Aires duplic¨® el PIB. Eso ha de?sa?ta?do tambi¨¦n un fuerte proceso especulativo con el suelo¡±.
Sostenibilidad, movilidad e igualdad social. Son tres de los retos de las grandes ciudades latinoamericanas. Para estas urbes no se trata solo de acumular poblaci¨®n, sino de convertirse en mejores sitios para vivir.
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