Otra vez Clinton
La exsecretaria de Estado empieza oficialmente su segunda carrera hacia la Casa Blanca
El anuncio de la candidatura de Hillary Clinton a la presidencia de EE?UU, sin ser una sorpresa, supone el pistoletazo de salida en la carrera hacia el puesto de mayor poder global. A 18 meses de las elecciones, la candidata debe superar primero las primarias de su propio partido ¡ªprobablemente lo m¨¢s sencillo, a diferencia de lo ocurrido en 2008¡ª para luego enfrentarse en las urnas al aspirante republicano; pero desde ahora, el paso adelante de la exsecretaria de Estado y exsenadora dem¨®crata da otra perspectiva a todo lo que suceda en la pol¨ªtica estadounidense.
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Es enormemente positivo que una mujer aspire ¡ªcon posibilidades fundadas, aunque el ¨¦xito no est¨¢ garantizado y queda mucho hasta noviembre de 2016¡ª a ocupar un puesto que desborda las fronteras nacionales. La llegada de Clinton a la Casa Blanca supondr¨ªa un hito no menor que el triunfo de Obama, un senador negro nacido antes de la abolici¨®n definitiva de la segregaci¨®n racial en todo EE?UU.
A su favor, Clinton tiene una caracter¨ªstica casi magn¨¦tica para el ciudadano: ha dado sobradas muestras durante toda su trayectoria personal y profesional de no dejarse amilanar por las circunstancias y de luchar por sus objetivos. Tras su complicada etapa como primera dama, demostr¨® que ten¨ªa personalidad propia al ser elegida dos veces senadora por Nueva York. Luego se enfrent¨®, en las primarias dem¨®cratas, a la figura pol¨ªtica m¨¢s rutilante de EE?UU en muchos a?os: Barack Obama.
En su contra, no es descartable que la pugna por la Casa Blanca se libre, de nuevo, entre un apellido Clinton dem¨®crata y un apellido Bush (Jeb) republicano. Ello da?ar¨ªa la imagen ¡ªrepresentada precisamente por Obama¡ª de que la presidencia no es un premio repartido entre dinast¨ªas de poderosos. Como no ha tardado en se?alar Martin O'Malley, uno de los rivales dem¨®cratas de Clinton, ¡°la presidencia de EE?UU no es una corona que se pasa entre familias¡±. Aparte de esto, Clinton se ha visto afectada por un caso de mala praxis al utilizar una cuenta com¨²n de correo electr¨®nico para despachar asuntos vinculados con las relaciones exteriores y la seguridad.
En 2008 Clinton vio frustrada su ambici¨®n cuando cre¨ªa que ten¨ªa a su alcance la Casa Blanca. Lejos de tirar la toalla, aprovech¨® el mandato de Obama, que la hab¨ªa derrotado, para consolidar su carrera pol¨ªtica y ¡ªtodo un ejemplo de tenacidad y pragmatismo¡ª volverlo a intentar.
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