Centro de investigaciones sobre salud en Manhi?a, Mozambique.
Como unos cuantos de los que leen este blog, un servidor se dedica en estos d¨ªas a perge?ar el modo de influir los programas que elaboran los partidos pol¨ªticos para las elecciones generales de este a?o. En concreto, desde ISGlobal buscamos la manera de rescatar la ayuda al desarrollo del estado comatoso en el que se encuentra desde que los mandarines presupuestarios del gobierno redujeron la cooperaci¨®n p¨²blica a un zoo de los click.
Nuestra previsi¨®n es que la recuperaci¨®n financiera de la ayuda tardar¨¢ en llegar. Mientras tanto, la respuesta pasa en parte por generar ¡®c¨ªrculos virtuosos¡¯ de cooperaci¨®n en los que Espa?a se apoye en los recursos de otros para promover el desarrollo de pa¨ªses pobres al tiempo que refuerza sus propias capacidades y ventajas comparativas.
Las conversaciones con los responsables de programa de los diferentes partidos sugieren que la solidaridad internacional no va a estar en el primer c¨ªrculo de prioridades de un pa¨ªs que se enfrenta a verdaderas emergencias sociales. Desde el paro a la pobreza infantil y los desahucios, incluso los pol¨ªticos m¨¢s sensibles a nuestro mensaje optar¨¢n por dedicar cualquier margen de maniobra a las prioridades nacionales.?C¨®mo hacer esto sin dinero, entonces? En primer lugar, la financiaci¨®n debe ir entrando de forma ordenada e incremental. Oxfam Interm¨®nha propuesto un escenario de crecimiento que permita a Espa?a alcanzar la media de la UE (alrededor del 0,4% de la renta nacional bruta, o el equivalente a 200 km de AVE) a lo largo de cuatro a?os, y a nosotros nos parece una idea razonable y compatible con la evoluci¨®n prevista de la econom¨ªa.
Pero nos interesa tanto o m¨¢s la oportunidad de reconstruir el sistema de un modo diferente al que se ha hecho hasta ahora. La ayuda espa?ola necesita desesperadamente una reforma que garantice su independencia, impacto y credibilidad. Algunas de las prioridades son tan evidentes como garantizar la profesionalizaci¨®n del cuerpo de funcionarios y personal experto involucrado en las acciones de cooperaci¨®n, empezando por los cargos directivos. Pero tendremos que ser muy creativos si queremos hacer m¨¢s con los recursos que tenemos. Y una de las iniciativas que estamos desarrollando es ese concepto de ¡®c¨ªrculos virtuosos¡¯ al que me refer¨ªa al principio.
La idea es simple: a diferencia de lo que hemos visto en el pasado, el valor a?adido de la cooperaci¨®n internacional en los pa¨ªses pobres (incluso en los m¨¢s pobres, como los subsaharianos) no est¨¢ solo en la provisi¨®n de servicios b¨¢sicos, sino tambi¨¦n en el desarrollo de capacidades locales en sectores del conocimiento estrat¨¦gicos para el bienestar social y la econom¨ªa. Espa?a tiene una reputaci¨®n bien ganada en algunos de estos sectores y podr¨ªa impulsar las acciones de transferencia de conocimiento que ya ha comenzado a hacer en algunos casos. Lo fascinante de este asunto es que la transferencia unilateral se convierte muy r¨¢pidamente en intercambio y en generaci¨®n de retornos para nuestra econom¨ªa y nuestra I+D+I. Si adem¨¢s estos programas cuentan con la financiaci¨®n de terceros (los propios pa¨ªses en desarrollo, con capacidades fiscales crecientes, o la participaci¨®n de otro donante), habremos cuadrado el c¨ªrculo.
ISGlobal es testigo directo de las posibilidades de este modelo en el ¨¢mbito de la salud. La plataforma de cooperaci¨®n cient¨ªfica y m¨¦dica en Manhi?a (Mozambique) dej¨® de ser un proyecto de una v¨ªa hace muchos a?os para convertirse en un ejercicio de aprendizaje mutuo cuya apropiaci¨®n corresponde a los propios mozambique?os. Veinte a?os de presencia en la regi¨®n dan testimonio de la evoluci¨®n de los indicadores socio-sanitarios, pero tambi¨¦n de la formaci¨®n de centenares de profesionales locales (cient¨ªficos, personal m¨¦dico, gestores) y de la consolidaci¨®n de una plataforma de investigaci¨®n sobre enfermedades de los pobres que est¨¢ entre las cinco m¨¢s prestigiosas del planeta en su categor¨ªa. Este modelo se ha replicado en otros lugares como Bolivia.
Otro sector con enormes posibilidades es el energ¨¦tico, en particular el de las energ¨ªas renovables. Los pa¨ªses en desarrollo tienen necesidades estrat¨¦gicas en un ¨¢mbito del que depende su abastecimiento y sus obligaciones en materia de reducci¨®n de emisiones. Y este es un campo en el que Espa?a tiene mucho que aportar.La Universidad Polit¨¦cnica de Madrid, por ejemplo, est¨¢ entre los l¨ªderes de este nuevo modelo de cooperaci¨®n, con proyectos que combinan la tecnolog¨ªa adaptada, la colaboraci¨®n p¨²blico-privada y el intercambio de conocimiento, a trav¨¦s de programas que financian en parte empresas o los propios gobiernos de Am¨¦rica Latina. En este documento ¨Cdel que hablaremos m¨¢s adelante en @3500M- se ofrece un ejemplo fascinante de acceso a energ¨ªa fotovoltaica en las comunidades rurales del Per¨², adem¨¢s de otros casos sobre gesti¨®n de residuos o saneamiento.
Las posibilidades son inmensas. Incluso en un contexto de restricciones presupuestarias, la voluntad de un gobierno puesta al servicio de una cooperaci¨®n creativa puede generar beneficios extraordinarios para todas las partes involucradas. No hay ninguna raz¨®n para esperar.
Comentarios
El Sr. Fanjul proponiendo cosas con sentido, sin embargo,?Una clase pol¨ªtica espa?ola pensando en el largo plazo y obviando las mieles del corto??Una coordinadora de ONG renunciando voluntariamente al modelo par¨¢sito de financiaci¨®n p¨²blica basado en las cuotas pol¨ªticas y en la tosca y asistencialista provisi¨®n de bienes y servicios, generador de dependencias y de volumen de fondos, que no modelos de asociaci¨®n e innovaci¨®n??Una gran masa de profesionales de AECID y SGCID en sede renunciando a un sistema que fomenta el sedentarismo intelectual??Una masa de profesionales de AECID en terreno, empezando por Jefes de oficina y siguiendo por una importante parte del gremio de t¨¦cnicos de programas, olvid¨¢ndose de su inmovilidad, sus comodidad local y de su propia supervivencia econ¨®mica y moral (me agarro al puesto, aunque est¨¦ 4 veces peor pagado que un polic¨ªa nacional supervisando la cola de un consulado)??Un gremio diplom¨¢tico proponiendo cambios desde la c¨²pula del Ministerio de Exteriores a consta de renunciar a esos privilegiados puestos directivos que tantas fotos y puertas les abre, tras dos-tres a?os de trabajo, si acaso, para optar por otros puestos en el exterior? (?qu¨¦ capacidad tienen los directivos de aecid de acabar siendo embajadores!¡)?Una universidad ap¨¢tica y egoc¨¦ntrica que apenas s¨®lo se acerca a la cooperaci¨®n mediante consultor¨ªas?En definitiva ?el conjunto de todos ellos renunciando a su pedacito de tarta para influir en la colocaci¨®n de amiguetes, familiares o simples compromisos pol¨ªticos en puestos de una Agencia que si no tiene un modelo de selecci¨®n claro y transparente es precisamente porque el 90% de la gente que trabaja en el entorno de cooperaci¨®n no proviene realmente del mundo de cooperaci¨®n o se ha hecho demasiado c¨®moda con un sistema que le responde si no levanta la mano y se queja como dios manda?Si despu¨¦s de los ¨²ltimos nombramientos en las oficinas en el exterior (eso s¨ª, continuaci¨®n de una pr¨¢ctica perje?ada ya en los 90) que coloca a ignorantes de la cooperaci¨®n en puestos claves de la agencia, ignorantes que se atreven a hablar de la moral de la pobreza para justificar su manera de entenderla y de afrontarla, si despu¨¦s de ello, nada ha pasado,,,,,,, me temo, Sr. Fanjul, que sus ideas y sus c¨ªrculos virtuosos tendr¨¢n poco recorrido.
Los cambios profundos parecen imposibles, pero cuando est¨¢ en juego la supervivencia....Pero lo m¨¢s relevante es que haya iniciativas con un nuevo enfoque.El caso que se cita de electrificaci¨®n rural en Per¨² fu¨¦ desarrollado desde 2009 por iniciativa de una empresa espa?ola y sin apoyo de la AECID, porque no entend¨ªa este tipo de actuaciones. Hoy es un caso de ¨¦xito reconocido por diferentes organismos internacionales y la propia AECID as¨ª lo reconoce y ha abierto un nuevo camino de colaboraci¨®n con otros actores. Necesitamos fomentar casos inspiradores para reforzar el cambio necesario.
El Sr. Fanjul proponiendo cosas con sentido, sin embargo,?Una clase pol¨ªtica espa?ola pensando en el largo plazo y obviando las mieles del corto??Una coordinadora de ONG renunciando voluntariamente al modelo par¨¢sito de financiaci¨®n p¨²blica basado en las cuotas pol¨ªticas y en la tosca y asistencialista provisi¨®n de bienes y servicios, generador de dependencias y de volumen de fondos, que no modelos de asociaci¨®n e innovaci¨®n??Una gran masa de profesionales de AECID y SGCID en sede renunciando a un sistema que fomenta el sedentarismo intelectual??Una masa de profesionales de AECID en terreno, empezando por Jefes de oficina y siguiendo por una importante parte del gremio de t¨¦cnicos de programas, olvid¨¢ndose de su inmovilidad, sus comodidad local y de su propia supervivencia econ¨®mica y moral (me agarro al puesto, aunque est¨¦ 4 veces peor pagado que un polic¨ªa nacional supervisando la cola de un consulado)??Un gremio diplom¨¢tico proponiendo cambios desde la c¨²pula del Ministerio de Exteriores a consta de renunciar a esos privilegiados puestos directivos que tantas fotos y puertas les abre, tras dos-tres a?os de trabajo, si acaso, para optar por otros puestos en el exterior? (?qu¨¦ capacidad tienen los directivos de aecid de acabar siendo embajadores!¡)?Una universidad ap¨¢tica y egoc¨¦ntrica que apenas s¨®lo se acerca a la cooperaci¨®n mediante consultor¨ªas?En definitiva ?el conjunto de todos ellos renunciando a su pedacito de tarta para influir en la colocaci¨®n de amiguetes, familiares o simples compromisos pol¨ªticos en puestos de una Agencia que si no tiene un modelo de selecci¨®n claro y transparente es precisamente porque el 90% de la gente que trabaja en el entorno de cooperaci¨®n no proviene realmente del mundo de cooperaci¨®n o se ha hecho demasiado c¨®moda con un sistema que le responde si no levanta la mano y se queja como dios manda?Si despu¨¦s de los ¨²ltimos nombramientos en las oficinas en el exterior (eso s¨ª, continuaci¨®n de una pr¨¢ctica perje?ada ya en los 90) que coloca a ignorantes de la cooperaci¨®n en puestos claves de la agencia, ignorantes que se atreven a hablar de la moral de la pobreza para justificar su manera de entenderla y de afrontarla, si despu¨¦s de ello, nada ha pasado,,,,,,, me temo, Sr. Fanjul, que sus ideas y sus c¨ªrculos virtuosos tendr¨¢n poco recorrido.
Los cambios profundos parecen imposibles, pero cuando est¨¢ en juego la supervivencia....Pero lo m¨¢s relevante es que haya iniciativas con un nuevo enfoque.El caso que se cita de electrificaci¨®n rural en Per¨² fu¨¦ desarrollado desde 2009 por iniciativa de una empresa espa?ola y sin apoyo de la AECID, porque no entend¨ªa este tipo de actuaciones. Hoy es un caso de ¨¦xito reconocido por diferentes organismos internacionales y la propia AECID as¨ª lo reconoce y ha abierto un nuevo camino de colaboraci¨®n con otros actores. Necesitamos fomentar casos inspiradores para reforzar el cambio necesario.
El Sr. Fanjul proponiendo cosas con sentido, sin embargo,?Una clase pol¨ªtica espa?ola pensando en el largo plazo y obviando las mieles del corto??Una coordinadora de ONG renunciando voluntariamente al modelo par¨¢sito de financiaci¨®n p¨²blica basado en las cuotas pol¨ªticas y en la tosca y asistencialista provisi¨®n de bienes y servicios, generador de dependencias y de volumen de fondos, que no modelos de asociaci¨®n e innovaci¨®n??Una gran masa de profesionales de AECID y SGCID en sede renunciando a un sistema que fomenta el sedentarismo intelectual??Una masa de profesionales de AECID en terreno, empezando por Jefes de oficina y siguiendo por una importante parte del gremio de t¨¦cnicos de programas, olvid¨¢ndose de su inmovilidad, sus comodidad local y de su propia supervivencia econ¨®mica y moral (me agarro al puesto, aunque est¨¦ 4 veces peor pagado que un polic¨ªa nacional supervisando la cola de un consulado)??Un gremio diplom¨¢tico proponiendo cambios desde la c¨²pula del Ministerio de Exteriores a consta de renunciar a esos privilegiados puestos directivos que tantas fotos y puertas les abre, tras dos-tres a?os de trabajo, si acaso, para optar por otros puestos en el exterior? (?qu¨¦ capacidad tienen los directivos de aecid de acabar siendo embajadores!¡)?Una universidad ap¨¢tica y egoc¨¦ntrica que apenas s¨®lo se acerca a la cooperaci¨®n mediante consultor¨ªas?En definitiva ?el conjunto de todos ellos renunciando a su pedacito de tarta para influir en la colocaci¨®n de amiguetes, familiares o simples compromisos pol¨ªticos en puestos de una Agencia que si no tiene un modelo de selecci¨®n claro y transparente es precisamente porque el 90% de la gente que trabaja en el entorno de cooperaci¨®n no proviene realmente del mundo de cooperaci¨®n o se ha hecho demasiado c¨®moda con un sistema que le responde si no levanta la mano y se queja como dios manda?Si despu¨¦s de los ¨²ltimos nombramientos en las oficinas en el exterior (eso s¨ª, continuaci¨®n de una pr¨¢ctica perje?ada ya en los 90) que coloca a ignorantes de la cooperaci¨®n en puestos claves de la agencia, ignorantes que se atreven a hablar de la moral de la pobreza para justificar su manera de entenderla y de afrontarla, si despu¨¦s de ello, nada ha pasado,,,,,,, me temo, Sr. Fanjul, que sus ideas y sus c¨ªrculos virtuosos tendr¨¢n poco recorrido.
Los cambios profundos parecen imposibles, pero cuando est¨¢ en juego la supervivencia....Pero lo m¨¢s relevante es que haya iniciativas con un nuevo enfoque.El caso que se cita de electrificaci¨®n rural en Per¨² fu¨¦ desarrollado desde 2009 por iniciativa de una empresa espa?ola y sin apoyo de la AECID, porque no entend¨ªa este tipo de actuaciones. Hoy es un caso de ¨¦xito reconocido por diferentes organismos internacionales y la propia AECID as¨ª lo reconoce y ha abierto un nuevo camino de colaboraci¨®n con otros actores. Necesitamos fomentar casos inspiradores para reforzar el cambio necesario.
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