Furia

En el taller de lectura Beatriz pregunta si es importante saber desde d¨®nde se lee. Le pedimos que se explique y dice que ella, por ejemplo, es consciente de leer desde una posici¨®n de clase media acomodada, pues sus padres tienen un buen empleo, viven en una casa con jard¨ªn y piscina, en las afueras, y comen marisco de un modo regular. La interrumpe Ricardo, que trabaja de camarero, y dice que la odia. Como el rencor de clase no est¨¢ bien visto, enseguida aclara que su odio es ret¨®rico. Pues yo a ti no te odio de ning¨²n modo, responde Beatriz con una sonrisa medio fr¨ªvola. No me odias, dice Ricardo, como no odias al servicio, porque ni siquiera me ves. Eso es lo que quer¨ªa decir, concluye Beatriz, que t¨² debes de leer desde un espacio diferente al m¨ªo. Es obvio, la apoya Ricardo, t¨² lees desde el placer y yo desde la pesadumbre. Le pedimos que desarrolle un poco la idea y cita la Historia universal de la infamia, de Borges, que hemos trabajado a lo largo del ¨²ltimo mes. Se?ala que a Beatriz, de acuerdo con sus intervenciones, esa lectura la afirmaba y la reafirmaba, mientras que a ¨¦l le desestabilizaba. T¨², a?ade, al leer esos textos te sent¨ªas refinada, culta, mientras que yo me sent¨ªa basto. T¨² te encontrabas en esa prosa de clase alta, la le¨ªas desde dentro, mientras que yo la le¨ªa desde fuera, como el pobre que ve una fiesta de ricos desde el jard¨ªn. A Beatriz le hace gracia la furia de Ricardo. Le dice que la Historia universal de la infamia tampoco es para tanto y que Canetti opinaba de Borges que era inteligente y superficial como el ajedrez. Ricardo pregunta qui¨¦n es Canetti y la discusi¨®n deriva ahora al asunto de si es m¨¢s grave no haber le¨ªdo a Canetti desde la clase media alta que desde la obrera.