La cara completa de Manning est¨¢ en su perfil
Bradley Manning, condenado a 35 a?os de prisi¨®n por filtrar informaci¨®n a WikiLeaks, confes¨® que lo que m¨¢s le agobiaba era que su retrato diera la vuelta al mundo y lo mostrara como var¨®n
Manning vs Manning
En 2010, el soldado Bradley Manning, hoy condenado a 35 a?os de prisi¨®n por filtrar cientos de miles de cables diplom¨¢ticos a WikiLeaks, le confes¨® a Adrian Lamo, el hacker que m¨¢s tarde le delatar¨ªa al Gobierno, que pasar el resto de su vida en prisi¨®n o ser ejecutado no le preocupaba. Lo que le agobiaba era la posibilidad de que su retrato diera la vuelta al mundo y lo mostrara como var¨®n. El detalle, recogido en The New Yorker hace un a?o, no solo augura la cadena de acontecimientos que seguir¨ªa: el d¨ªa despu¨¦s de ingresar en prisi¨®n, Manning mand¨® una carta en la que anunciaba: ¡°Soy Chelsea Manning. Soy mujer¡±. De ella naci¨® una lucha para que el Pent¨¢gono le facilitara una operaci¨®n de cambio de sexo, la cual le fue concedida el a?o pasado. Pero en el detalle se vislumbra otra cuesti¨®n m¨¢s personal: la angustia de saber que, junto con su libertad, Manning perder¨ªa el control de c¨®mo lo percibir¨ªa el p¨²blico. Y, efectivamente, la ¨²nica imagen que se pod¨ªa ver de Chelsea Manning era una fotograf¨ªa sin fechar y en blanco y negro en la que se la ve¨ªa con peluca rubia. La militar parec¨ªa doblemente condenada: a pasar d¨¦cadas encerrada en Fort Leavenworth (Kansas) y, encima, atrapada en una identidad, mundialmente conocida y dolorosamente ilusoria, como var¨®n.
Avatar
El 3 de abril, Manning se estren¨® en Twitter. No era ni de lejos la primera vez que se comunicaba con el exterior desde que fue encarcelada ¡ªhace tiempo que publica art¨ªculos de opini¨®n en el brit¨¢nico The Guardian¡ª, y la alambicada manera en la que sortea la falta de acceso a Internet desde su celda ¡ªdicta sus tuits por tel¨¦fono a sus muchos seguidores, que luego escriben por ella¡ª tampoco es rompedora en el mundo de los disidentes pol¨ªticos. Pero hay un detalle que hace que la cuenta sea importante, con independencia del contenido que publique que suelen ser detalles sobre su vida en prisi¨®n, y eso es su foto de perfil.
Yo soy yo
En la imagen se ve a una Chelsea Manning dibujada a l¨¢piz. Femenina pero f¨¢cilmente reconocible. Con el pelo largo que en prisi¨®n no le dejan tener. En color, no como la dichosa foto sin fechar. Incluso con un atisbo de sonrisa. En fin, Chelsea Manning como quiere, y no puede, ser vista. El valor m¨¢s indiscutible de las redes sociales es darnos el control de nuestra identidad. Aunque sea a l¨¢piz, aunque sea solo en un perfil cuyo autor ni siquiera puede ver ni gestionar. Solo por estar ah¨ª, esa Chelsea Manning es ya un poco m¨¢s real.
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