Capoeira para salir de la pobreza
Una escuela de capoeira ofrece nuevas oportunidades a ni?os y j¨®venes sin recursos en Ghana
La capoeira, a la vez danza y arte marcial brasile?o de origen africano, es la salvaci¨®n para cientos de ni?os y j¨®venes de la calle o con bajos recursos en muchas partes del mundo; tambi¨¦n en Ghana. Es el caso de Moses, que est¨¢ a punto de impartir una clase de capoeira en el recinto de una escuela primaria de Sogakope, un peque?o pueblo a orillas del r¨ªo Volta y que es capital del distrito de South Tongu, en Ghana.
Tras un saludo, comienza el entrenamiento con unos ejercicios para calentar que el l¨ªder va marcando a los alumnos. Luego pasan a los saltos y volteretas, a practicar pasos y, finalmente, sacan los berimbaos y alg¨²n tambor y empiezan a tocar y cantar en portugu¨¦s. Los j¨®venes forman un c¨ªrculo y, de dos en dos, van entrando al centro para demostrar sus habilidades.
Fue en 2011 cuando Moses oy¨® hablar de capoeira por primera vez, un d¨ªa en el que el deportista Pedro Gil Herranz apareci¨® en su colegio para hacer una demostraci¨®n. Moses ten¨ªa entonces 18 a?os y estaba todav¨ªa en la escuela primaria porque, cuando era m¨¢s joven, no tuvo ocasi¨®n de asistir a ella. Siendo muy peque?o su madre lo dej¨® al cuidado de su abuela. Esta era una herborista tradicional que recorr¨ªa pueblos y ciudades curando gente y vendiendo medicinas que ella misma elaboraba a partir de plantas y ra¨ªces que recog¨ªan en la selva. El ni?o nunca tuvo un lugar estable hasta que a los 15 a?os volvi¨® a Sogakope, a casa de su madre. Fue entonces cuando pudo empezar el colegio. Pero Moses es miope y no ve¨ªa bien. Su padrastro le hab¨ªa? prometido unas gafas, pero estas nunca llegaban. Fue Pedro, a trav¨¦s de su ONG Ascende, quien se las proporcion¨®. Desde entonces, Moses ha avanzado mucho en su educaci¨®n no solo porque ahora ve las letras, como ¨¦l dice, sino porque la organizaci¨®n le paga un profesor particular que le ayuda con sus estudios.
Ahora, Moses es uno de los responsables de los programas de Ascende en la zona: dirige clases de capoeira, hace seguimiento de beneficiarios, habla con los profesores de estos, entrega becas de estudios o alimentaci¨®n¡ "Gracias a la capoeira mi vida ha cambiado", afirma el entrenador. Pedro comenta que al principio, cuando empez¨® a asistir a las clases, no era de los mejores, le costaba coger los pasos y los ejercicios. "Pero fue constante y persever¨®", asegura, lo que hizo que poco a poco fuera mejorando hasta convertirse en lo que es ahora. Luego, su carisma, su don de gentes y su seriedad han obrado el resto.
Deporte para la paz y el desarrollo
Es sabido que el deporte ayuda a ni?os y j¨®venes a mejorar su autoestima, a reforzar su capacidad para comprometerse y labrarse un futuro a trav¨¦s de los estudios y a aprender a trabajar en equipo. Transmite valores positivos y promueve, tambi¨¦n, la resoluci¨®n pac¨ªfica de conflictos y la inclusi¨®n social a nivel comunitario.
En el caso del proyecto de Ascende se est¨¢ consiguiendo que los j¨®venes beneficiarios encuentren un futuro a trav¨¦s de la educaci¨®n y puedan, as¨ª, salir de la situaci¨®n de pobreza y marginalidad en la que se encuentran en la actualidad. Para ello la capoeira se est¨¢ demostrando un elemento fundamental que les transmite autoestima y valores de esfuerzo y superaci¨®n.
A las chicas tambi¨¦n les gusta la capoeira
Todos los martes y jueves por la tarde va Moses se desplaza a Adidome, capital de Tongu norte y tambi¨¦n a orillas del volta, para dar clases de capoeira. Cuando llega a la escuela primaria de Adidome, en cuyo patio el director permite a los miembros de Ascende entrenar, encuentra esperando a Sroda y Newman, los l¨ªderes del grupo local.
Sroda ha sido una chica que no ha tenido muchas oportunidades en la vida porque procede de una familia campesina cargada de hijos. Sin embargo, una cosa siempre ha tenido clara: quer¨ªa estudiar. Pero era muy dificil conseguir el dinero para la matricula y dem¨¢s gastos del colegio, por lo que casi estuvo a punto de abandonar su sue?o.
Conoci¨® a Pedro en Sogakope, donde vive su familia, en medio de campos de ma¨ªz y mandioca. Desde un primer momento se interes¨® por la capoeira porque a ella le gusta practicar deportes. Cuando Sroda termin¨® el primer ciclo de la escuela secundaria no ten¨ªa medios para proseguir sus estudios, a pesar de haber conseguido notas que le permit¨ªan matricularse en una de los mejores centros educativos de la zona. Ascende vino en su ayuda y ahora se ocupa de su educaci¨®n y le paga el internado en Adidome; le queda solo un curso para terminar el colegio.
"Sroda siempre estaba de malhumor y por eso mucho de los alumnos y compa?eros la ten¨ªan miedo", comenta Pedro. La capoeira, dice el fundador de la ONG, ayuda a corregir estos defectos ense?ando al que la practica a controlar su fuerza y sus impulsos, mejorar sus cualidades de comunicaci¨®n y de relaci¨®n y, en definitiva, a ser un verdadero l¨ªder; como lo es Sroda ahora.
Ni?os pastores
El viernes, Pedro se dirige a Fievie, una peque?a aldea a unos cinco kil¨®metros de Sogakope, para ir a visitar a Famou, un chico ha tenido una vida muy dif¨ªcil. Su padre muri¨® cuando ¨¦l era muy peque?o y su madre lo dej¨® al cuidado de su abuela. Esta casi no ten¨ªa recursos para mantener a Famous y se vio obligada a darlo como ni?o pastor.
La abuela firm¨® un contrato con uno de los hombres importantes de la zona por el cual Famous cuidaba de sus vacas durante cuatro a?os, periodo tras el cual recibir¨ªa una de ellas como pago por los servicios prestados. El se?or se encargar¨ªa de su manutenci¨®n y alojamiento durante ese tiempo.
El chico tiene ahora 14 a?os y hace uno y medio que termin¨® el contrato, pero todav¨ªa no ha recibido la vaca prometida. Vivi¨® cuatro a?os en una caba?a en mitad del bosque cuidando el ganado, bebiendo del mismo charco que los animales, comiendo escasamente, vistiendo harapos, caminando descalzo y sin ir a la escuela.
Wonder Abuda, uno de los trabajadores sociales de la ong, est¨¢ intentando conseguir informaci¨®n sobre los ni?os pastores de la zona para hacer un censo de los mismos y saber cu¨¢nto tiempo lleva cada uno de ellos trabajando y cu¨¢nto les queda. La idea es ayudar, poco a poco, a aquellos que vayan concluyendo sus contratos a estudiar, siempre y cuando las familias quieran colaborar y los ni?os quieran aprender. Para los trabajadores de Ascende el ejemplo para mostrar a todos y convencerles es Famous.
Pedro conoci¨® a este chico en 2012, casi por casualidad, y le sorprendi¨® la vida de semi esclavitud que llevaba. Empez¨® a forjar una amistad con ¨¦l y lo visit¨® en varias ocasiones. Cuando termin¨® el contrato, le ofreci¨® ir al colegio y el ni?o dijo enseguida que s¨ª. Desde entonces, Ascende le paga la educaci¨®n y ayuda a la abuela con algo de dinero para la alimentaci¨®n y la ropa del ni?o.
Pedro se encuentra con Famous cuando ¨¦ste sale del colegio. El joven se dirige directamente a su encuentro con una gran sonrisa en la cara, llena de cicatrices por un accidente que tuvo con el ganado. ?ste le pisote¨® y estuvo a punto de perder la vida. Pedro comenta que, cada vez que ve a Famous, ha crecido un poco m¨¢s. "Cuando lo conoc¨ª era muy t¨ªmido, le costaba relacionarse con la gente", recuerda. Ahora se muestra alegre, cordial y hasta chapurrea ingl¨¦s.
Famous cuenta que quiere irse a vivir a Sogakope y estudiar all¨ª, donde los colegios son mejores. Pedro le responde que primero debe terminar la educaci¨®n primaria. Al chico le gustar¨ªa ser taxista y recorrer muchos lugares para conocer mundo.
Wonder tiene noticias de unos 30 o 40 ni?os pastores en la zona, pero no puede decir con certeza el n¨²mero exacto de estos porque todav¨ªa no ha terminado su estudio. Ha hablado con los servicios sociales de Sogakope, que no parecen estar muy al corriente de la situaci¨®n de estos menores a pesar de que las leyes del pa¨ªs proh¨ªben el trabajo infantil. ¡°Se trata de tradiciones que son muy dif¨ªciles de cambiar; sobre todo, cuando se es pobre y se mira a esa vaca que los ni?os reciben al final del contrato como un medio para salir de la pobreza¡±, explica. La capoeira ser¨ªa una forma de enganchar a estos chicos para empezar a trabajar con ellos y cambiar su futuro.
Famous vivi¨® cuatro a?os en una caba?a en mitad del bosque cuidando el ganado, bebiendo del mismo charco que los animales, comiendo escasamente, vistiendo harapos, caminando descalzo y sin ir a la escuela
Tambi¨¦n comenta que tienen que moverse con mucho cuidado por temor a los due?os de las vacas, que suelen ser gente poderosa y que no ven con buenos ojos que se les prive de una forma f¨¢cil de conseguir trabajadores a muy bajo coste.
Unan noche se organiza una rueda de capoeira en Sogakope? en la que todos los chavales del programa participan. Todos comparten la alegr¨ªa de la fiesta. Tocan los instrumentos, cantan, se retan, entran en la rueda de dos en dos, unos mejor, otros peor... Se nota qui¨¦n lleva m¨¢s tiempo y qui¨¦n est¨¢ empezando. Finalmente, salta Pedro al centro del c¨ªrculo y se enfrenta a Moses. ?ste salta, se retuerce y lanza patadas, pero Pedro las esquiva, da saltos, volteretas, se agacha¡ Todav¨ªa sigue siendo el maestro por muy aventajado que sea el alumno.
Moses tiene que seguir prepar¨¢ndose para un d¨ªa poder tomar las riendas del programa, pero lo m¨¢s importante, ya est¨¢ hecho: ha encontrado una herramienta que le ha permitido encauzar su vida. El siguiente paso es completar su formaci¨®n. Ascede quiere enviarlo a Espa?a por un corto periodo para que reciba clases de capoeira a un nivel m¨¢s elevado y as¨ª pueda transmitir m¨¢s conocimientos al resto de los ni?os y j¨®venes del programa para ofrecerles una oportunidad como la que ¨¦l ha tenido.
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