Cuatro obviedades inquietantes sobre la crisis de la inmigraci¨®n
Mientras escribo estas l¨ªneas, la muerte de cerca de mil seres humanos en el Mediterr¨¢neo ocupa por unos minutos un espacio preferente en los medios de comunicaci¨®n. Los pobres tertulianos se desga?itan para decir algo original sobre este asunto, distra¨ªdos como estaban por el otro drama humanitario de Rodrigo Rato, yel PresidenteRajoy se ha apresurado a escandalizarse sin ocurrencias y detener las devoluciones en caliente durante los tres d¨ªas de luto oficial.
A riesgo de que este blog acabe aburri¨¦ndoles, merece la pena repetir una vez m¨¢s algunas de las obviedades sobre el drama del Mediterr¨¢neo que habremos olvidado ma?ana despu¨¦s de comer:
¡¤ No todos son lo mismo, no todos son retornables: El Telediario de La 1 abr¨ªa el lunes por la noche hablando de los ¡°inmigrantes irregulares procedentes de Siria¡±. Tal vez el redactor ignora (aunque yo lo dudo) que quienes huyen del conflicto y la persecuci¨®n en Siria (Somalia, Eritrea, Sud¨¢n del Sur, Afganist¨¢n, etc.) son candidatos directos al asilo por parte de las autoridades europeas. No son inmigrantes econ¨®micos, ni delincuentes, ni una obra de caridad, sino la obligaci¨®n legal de un Estado en el siglo XXI. El hecho de que algunos pa¨ªses europeos hayan decidido ignorar estas obligaciones (19.140 peticiones procesadas en Espa?a entre 2010 y 2014, por 157.140 de Italia y 434.260 de Alemania, seg¨²n el ACNUR) no las hace un ¨¢pice menos obligatorias.
¡¤ Dejen de hablar de ¡°ayudarles para que no vengan¡±: Cuando se considera con respecto al ingreso de los pa¨ªses de origen, la curva de la evoluci¨®n migratoria (no la de los refugiados, que es otra historia muy diferente) sigue una especie de ¡°U¡± invertida y abierta por los lados: emigran al Norte quienes han alcanzado niveles de ingreso y educaci¨®n suficientes para costearse el viaje y contar con alguna oportunidad en destino, a menudo del brazo de sus di¨¢sporas. Tienden a quedarse en casa los m¨¢s ricos y a emigrar dentro de sus propias regiones los m¨¢s pobres (v¨¦ase el elaborado gr¨¢fico que les adjunto). Dicho de otro modo, ?frica no ha comenzado a emigrar realmente hacia el Norte. Lo que a muchos les escandaliza tanto es solo el comienzo de un proceso que, ojal¨¢, ser¨¢ mucho m¨¢s intenso en el futuro. Y en ese proceso lo ¨²nico que va hacer la ayuda es empujar a m¨¢s gente hacia la l¨ªnea de salida, porque ¨Coh, sorpresa- la cooperaci¨®n est¨¢ concebida para algo m¨¢s que para tranquilizar a los votantes de Ciudadanos y el Partido Popular.
¡¤ Si no los van a parar, ord¨¦nenlos: el secreto de la movilidad ordenada y segura de trabajadores (de nuevo, los refugiados son otra cosa) no est¨¢ en la altura de las vallas o en el grado de indignaci¨®n de un ministro, sino en la posibilidad de que todos ¨Cpa¨ªses de origen, destino e inmigrantes- ganen con la alternativa. No les aburro con un asunto del que hemos hablado bastante en este blog (ver aqu¨ª y aqu¨ª, por ejemplo), pero les dejo con esta humilde opini¨®n: Europa tiene mucho que ganar dedicando menos tiempo a blindar (in¨²tilmente) sus fronteras y m¨¢s a negociar con otras regiones menos desarrolladas el mismo tipo de acuerdos e instituciones que han permitido la circulaci¨®n global de bienes y servicios o la propia movilidad de personas dentro de la UE.
¡¤ ?D¨®nde demonios est¨¢n las ONG de desarrollo?: De todas las ausencias relevantes en este debate trascendental para la salud democr¨¢tica y econ¨®mica del planeta, la de las ONG que trabajan por el desarrollo de los pa¨ªses pobres es posiblemente la m¨¢s sonada. Como explican autores e instituciones de todo pelaje, muy pocos asuntos alcanzan la relevancia de la inmigraci¨®n en la reducci¨®n de las desigualdades globales, la desprotecci¨®n transnacional de seres humanos o la hipocres¨ªa de las econom¨ªas m¨¢s desarrolladas. El hecho de que grandes ONG internacionales sigan hablando tanto de ayuda al desarrollo (que, en comparaci¨®n, es el chocolate del loro) mientras le niegan a este asunto las evidencias, el empuje pol¨ªtico y la movilizaci¨®n internacional que necesita de forma desesperada, me deja pasmado. Tal vez sea la complejidad o la radioactividad pol¨ªtica del tema, pero en el pasado se han atrevido con retos de una dificultad equiparable (las negociaciones comerciales, sin ir m¨¢s lejos). ?Por qu¨¦ este no, cuando se les necesita tanto?
Comentarios
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.