Investigaci¨®n ya

Un pa¨ªs peligroso para los derechos ciudadanos es aquel en que el ministro de Hacienda comenta selectivamente asuntos de contribuyentes, sus servicios elaboran una lista de 715 sospechosos de delitos econ¨®micos y alguien se guarda la mecha de esta bomba de relojer¨ªa en v¨ªsperas de elecciones. No menos peligrosa es la detenci¨®n de un ciudadano con un espectacular despliegue de fuerza, que a las pocas horas queda en libertad sin cargos y sin presentarle siquiera al juez, como le ha sucedido a Rodrigo Rato. El responsable de tales desaguisados no es otro que el Gobierno, del que dependen los servicios tributarios del Estado, la fuerza policial utilizada para detener y registrar a Rato y, en ¨²ltima instancia, tambi¨¦n la fiscal¨ªa.

La Agencia Tributaria est¨¢ subordinada al ministro de Hacienda, Crist¨®bal Montoro, aficionado a utilizar los datos fiscales como un instrumento amenazador. Ya lo han experimentado Jordi Pujol o Juan Carlos Monedero, y ahora le ha tocado a Rato. No se sabe qu¨¦ es m¨¢s vergonzoso, si la filtraci¨®n del informe completo de ese ¨®rgano referido al exvicepresidente del Gobierno (al tiempo que se desencadenaba la operaci¨®n de arresto y registro); o los frecuentes comentarios del ministro sobre los problemas fiscales de las personas que le apetece, violando el deber de custodia de los datos tributarios impuesto por ley a los funcionarios.

Las filtraciones que se han producido deber¨ªan haber desencadenado una investigaci¨®n autom¨¢tica. Lo mismo que el aviso dado a m¨²ltiples medios de comunicaci¨®n para que se personaran en el domicilio de Rato justo a tiempo de difundir el arresto y registro. Resulta inquietante pensar en los ciudadanos an¨®nimos enfrentados a la fuerza policial y tributaria del Gobierno, si a una persona tan relevante como ha sido Rato en el Partido Popular se la trata con desprecio a cuanto dicen las leyes sobre la necesidad de proteger la presunci¨®n de inocencia.

Por cierto, ?son fiables unos servicios gubernativos que seleccionan la fiscal¨ªa que les parece, orillando a Anticorrupci¨®n? Y una vez implicados magistrados de diversas jurisdicciones, como consecuencia de la guerrilla entre fiscales, ?qu¨¦ sentido tiene el recurso de la Fiscal¨ªa del Estado contra la inhibici¨®n de uno de los jueces, que de entrada retrasa la resoluci¨®n del caso y prolonga la incertidumbre?

No. Estas no son las instituciones fuertes y democr¨¢ticas que el presidente del Gobierno sostiene que funcionan en Espa?a. Lo sucedido a?ade m¨¢s sombras y pone otro clavo en la credibilidad del sistema de garant¨ªas con el que deben sustanciarse las irregularidades o delitos, sean de Rato o de otros ciudadanos.

Asegura Mariano Rajoy que se ha enterado de todo esto ¡°por la prensa¡±. Pues raz¨®n de m¨¢s para ordenar de inmediato una investigaci¨®n exhaustiva que aclare las irregularidades cometidas, a falta de la cual el jefe del Gobierno y l¨ªder del PP habr¨¢ perdido cr¨¦dito pol¨ªtico.