Acoso en la Administraci¨®n

En los ¨²ltimos meses han salido a la luz varios casos de acoso laboral a funcionarios. Este es un fen¨®meno que, lejos de ser excepcional, padecemos muchos empleados p¨²blicos y rara vez se denuncia por miedo a las represalias o porque el sistema de denuncia est¨¢ dise?ado de tal modo que lo hace inoperativo e, incluso, perjudicial para el denunciante. Esto es as¨ª principalmente cuando el denunciado es un jefe o un superior. La estructura jer¨¢rquica de la Administraci¨®n p¨²blica hace que los encargados de instruir los expedientes por denuncias de acoso sean generalmente los jefes denunciados o bien compa?eros de los mismos que se mueven por intereses personales, de amistad o corporativos. Las denuncias no son an¨®nimas, con lo que se sit¨²a al denunciante en situaci¨®n de vulnerabilidad, y el destino de los expedientes suele ser un caj¨®n ministerial.

Si se decide dar el paso de recurrir a la justicia, el funcionario acosado deber¨¢ hacer frente a los gastos de asistencia jur¨ªdica, mientras que sus jefes contar¨¢n con abogados del Estado. Adem¨¢s, dif¨ªcilmente encontrar¨¢ compa?eros que le apoyen en un juicio como testigos por miedo a terminar en la misma situaci¨®n. La soledad e indefensi¨®n es absoluta.¡ª Mar¨ªa Rojo Ramos.