Tics antidemocr¨¢ticos
Los tres partidos principales de Portugal buscaron controlar la cobertura informativa de las pr¨®ximas elecciones
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Las alarmas saltaron hace d¨ªas cuando se conoci¨® que los tres principales partidos de Portugal hab¨ªan alcanzado un acuerdo para exigir a los medios de comunicaci¨®n ¡ªp¨²blicos y privados¡ª un plan de cobertura electoral de las legislativas de oto?o. Nadie dudaba de que esa idea, vertida en un proyecto de ley, era un ataque al coraz¨®n de las libertades. Implicaba lisa y llanamente recuperar la censura previa, una pr¨¢ctica que parec¨ªa erradicada en los pa¨ªses democr¨¢ticos. Una ofensiva de este calibre para amordazar la libertad de prensa, el derecho a la informaci¨®n y la independencia de los medios nos retrotra¨ªa a otros tiempos. Y era a¨²n m¨¢s triste que se planteara justo cuando se conmemoraban los 41 a?os de la revoluci¨®n de los claveles.
El texto pactado por socialistas, socialdem¨®cratas y liberales era delirante: peri¨®dicos, radios, televisiones y sitios web estar¨ªan obligados a comunicar previamente las noticias, reportajes, entrevistas o debates de contenido electoral. Adem¨¢s, un periodista no podr¨ªa criticar siempre al mismo partido, medida que llevar¨ªa a m¨¢s de un tertuliano al exilio.
Todo el proceso lo controlar¨ªa una comisi¨®n integrada por los partidos (es decir, comisarios pol¨ªticos), y a los infractores se les podr¨ªan aplicar multas de hasta 50.000 euros. Los autores de tan aberrante desprop¨®sito manten¨ªan que el objetivo era asegurar que se respeta la proporcionalidad del Parlamento. Es, por cierto, la misma excusa que se ha implantado en las televisiones p¨²blicas espa?olas, obligadas a usar el cron¨®metro para que la duraci¨®n de las noticias se acomode al n¨²mero de diputados o concejales. Esta forma de entender la informaci¨®n rompe con cualquier criterio profesional y burocratiza el trabajo de los periodistas.
Como no pod¨ªa ser de otra manera, los medios portugueses no han tardado en condenar el proyecto. Todos a una han dicho que si prospera, lo boicotear¨ªan. Ante el gigantesco esc¨¢ndalo desatado, los partidos se han apresurado a dar marcha atr¨¢s. Dicen que nada de lo anterior era una propuesta formalizada y se lavan las manos. En el agua quedan restos de disimulados tics antidemocr¨¢ticos.
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