Las reclutadoras del Estado Isl¨¢mico
El proyecto estatal yihadista necesita mujeres para dotarse de estabilidad social. Un grupo de musulmanas se encarga de alistar adeptas entre las j¨®venes occidentales utilizando Internet como herramienta
El Estado Isl¨¢mico promueve el derecho a construir una naci¨®n, el Califato, con el antiguo mensaje de ¡°casa y hogar¡±, de modo que alienta a sus militantes a casarse y procrear. Pero las mujeres escasean y se impone, por tanto, la necesidad de una campa?a de reclutamiento rica en ideales nacionalistas y repleta de anuncios matrimoniales. Su objetivo principal son las musulmanas occidentales. Y lo cierto es que resulta m¨¢s f¨¢cil reclutar a mujeres criadas en Occidente que a las de los pa¨ªses ¨¢rabes o en v¨ªas de desarrollo. Las primeras son m¨¢s activas en las redes sociales, la palestra ideol¨®gica m¨¢s frecuentada por las futuras hero¨ªnas yihadistas ¡ªy en la que se produce tambi¨¦n buena parte de la radicalizaci¨®n de los hombres¡ª, y, en consecuencia, m¨¢s f¨¢ciles de rastrear y engatusar. Pero, sobre todo, las occidentales son m¨¢s cultas e independientes, caracter¨ªsticas que las hacen especialmente sensibles al proyecto nacionalista as¨ª como propensas a abandonar a sus padres, parientes y amigos para entrar a formar parte de la nueva naci¨®n. Entre estas se encuentra F¨¢tima, una joven australiana de 20 a?os, antigua estudiante de Biolog¨ªa, establecida en Siria a finales de 2013, que tuitea ¡°el nuestro es un proyecto patri¨®tico, el nacimiento de una naci¨®n y nosotras somos las madres de la patria¡±.
Otros art¨ªculos de la autora
?Muchas de las artima?as que el Estado Isl¨¢mico utiliza para seducir a las mujeres son similares a las t¨¦cnicas de seducci¨®n empleadas en la Red por los ped¨®filos. Las v¨ªctimas son siempre j¨®venes, preferentemente adolescentes, que pasan mucho tiempo en Internet, por lo que est¨¢n muy familiarizadas con todas las redes sociales: Twitter, Instagram, Facebook, YouTube, etc¨¦tera. Quienes las reclutan, sin embargo, no son hombres sino un pu?ado de mujeres j¨®venes, todas ellas occidentales procedentes de distintos pa¨ªses, que conocen a la perfecci¨®n la psicolog¨ªa femenina musulmana porque la comparten. Su cometido es engatusar a sus coet¨¢neas y convencerlas para que abandonen el consumismo y la cultura occidental y se embarquen en una aventura patri¨®tica junto a un guerrero, o mejor dicho, junto a un h¨¦roe.
De adoctrinar a las inglesas se encarga Asaq Mahmood, exestudiante de Medicina de Glasgow, procedente de una familia paquistan¨ª, radicalizada sin salir de su habitaci¨®n a trav¨¦s de v¨ªdeos de propaganda isl¨¢mica. Fue una de las primeras en abandonar a su familia y en unirse a las filas del Estado Isl¨¢mico. Lo hizo todo por su cuenta, sin ayuda de ning¨²n reclutador, y cuando lleg¨® a Al Raqa se convirti¨® de inmediato en la voz femenina del Califato.
Asaq es habil¨ªsima en el uso de las redes sociales como herramienta de persuasi¨®n y seducci¨®n; dependiendo de la psicolog¨ªa de su presa, compone poemas nacionalistas o divulga recetas de cocina de Oriente Medio mejoradas con ingredientes occidentales, como crepes de harina de grano tierno con Nutella. Antes de su huida ten¨ªa un blog en el que iba contando d¨ªa tras d¨ªa su propio proceso de adoctrinamiento, un diario valios¨ªsimo para la lucha antiterrorista. Al leerlo, no cuesta darse cuenta de que su autora no es solo una chica inteligente que se sent¨ªa inc¨®moda en su propia piel, sino que posee tambi¨¦n una racionalidad completamente occidental y un esp¨ªritu de independencia adquirido en los pupitres escolares de Escocia. Caracter¨ªsticas que la indujeron a buscar la respuesta a sus interrogantes existenciales en la Red.
Si el Califato no es capaz de emparejar a sus guerreros, el sue?o podr¨ªa fracasar
Los primeros pasos de todos los seguidores occidentales del Estado Isl¨¢mico, mujeres y hombres, tienen lugar casi siempre en el universo cibern¨¦tico y est¨¢n motivados por la b¨²squeda de una nueva identidad, por la necesidad de dar un sentido significativo a sus vidas. La seducci¨®n del Estado Isl¨¢mico, en el caso de Asaq, se produjo a nivel intelectual, la militancia la ha transformado en la hero¨ªna de una aventura patri¨®tica, el Califato, la primera aut¨¦ntica expresi¨®n concreta de la utop¨ªa pol¨ªtica musulmana, un sue?o idealista que lleva siglos serpenteando entre las familias musulmanas y con el que todas las generaciones acaban tropezando.
Es muy probable que Asaq haya recurrido a esta narrativa nacionalista para reclutar a las tres adolescentes brit¨¢nicas que en el pasado mes de febrero emprendieron su propio viaje hacia Al Raqa: las dos quincea?eras Amira Abase y Shamira Begun, y Kadiza Sultana, de 16 a?os.
Una t¨¢ctica diferente, en cambio, es la que aplica, en el caso de las musulmanas de Ceuta, Loubna Mohamed, de 21 a?os, a la cabeza de una red de reclutamiento espa?ola. Loubna era una maestra de jard¨ªn de infancia, que se esfum¨® de repente para reaparecer unas semanas m¨¢s tarde en las redes sociales. Desde Al Raqa, Loubna habla a adolescentes con menor nivel educativo que Amira, Shamira y Kadiza, a muchachas con sue?os m¨¢s sencillos, para quienes el matrimonio es la meta m¨¢s importante de sus vidas.
Sin que se den cuenta, la seducci¨®n de estas cenicientas isl¨¢micas, encarceladas por su madrastra occidental, se produce parad¨®jicamente a trav¨¦s de la manipulaci¨®n de las herramientas cl¨¢sicas de las f¨¢bulas europeas. La mujer de carrera, que se codea con los hombres en los Consejos de Administraci¨®n de las grandes empresas, es una imagen repugnante, como repugnante resulta la idea de acabar siendo una solterona. Eso se intuye claramente en los mensajes que desde Al Raqa lanza Loubna. Y el adoctrinamiento funciona. En Ceuta, con una poblaci¨®n de 85.000 habitantes, 15 familias han denunciado la desaparici¨®n de adolescentes, un porcentaje alt¨ªsimo.
Es dif¨ªcil establecer con exactitud cu¨¢ntas son las mujeres occidentales engatusadas y seducidas por las reclutadoras del Estado Isl¨¢mico; los ingleses sostienen que son unas 550, pero estas estad¨ªsticas solo tienen en cuenta aquellos casos de desapariciones divulgados por las familias. Por ejemplo, en Reino Unido las chicas desaparecidas oficialmente son 20, pero se sospecha que las familias de otras 40 no han denunciado su desaparici¨®n.
En Alemania se estima que son 100 las mujeres que se han marchado con destino al Califato, algunas con maridos e hijos, pero la gran mayor¨ªa solas. La franja de edad m¨¢s com¨²n es la que oscila entre los 16 y los 27 a?os, y entre ellas se cuenta Fatma, desaparecida en diciembre de 2013, con solo 17 a?os y milagrosamente hallada por sus padres en Siria.
La reclutadora de las mujeres musulmanas alemanas es una compatriota suya que se hace llamar Muhajira, emigrante. En su blog, titulado Una verdadera hero¨ªna, discute simult¨¢neamente de los fundamentos del islam y de f¨¢bulas de amor con h¨¦roes yihadistas. Describe el viaje a Al Raqa como un libro ilustrado, repleto de aventuras y descubrimientos.
Las t¨¦cnicas de seducci¨®n son similares a las empleadas en la Red por los ped¨®filos
?ltimamente, la llegada de nuevos reclutas masculinos ¡ªse calcula que en los ¨²ltimos 12 meses han llegado desde Europa 6.000 j¨®venes¡ª ha obligado al Estado Isl¨¢mico a acelerar el programa de reclutamiento de novias. As¨ª han nacido sitios web como ask.fm, en el que los futuros maridos publican anuncios matrimoniales, el match.com yihadista. En julio, el Estado Isl¨¢mico ha abierto incluso una agencia matrimonial en Al Bab, una aldea en la provincia de Alepo, y recientemente el califa, Al Baghdadi, ofreci¨® a las futuras parejas vivienda y 1.200 d¨®lares de dote.
La importancia de la mujer, a estas alturas, va mucho m¨¢s all¨¢ de la necesidad de procrear, para convertirse en un elemento fundamental de estabilidad social. Del mismo modo que la condici¨®n de solterona resulta repulsiva para las mujeres, para el guerrero el estar sin esposa ni familia es se?al de fracaso, y a juzgar por los comentarios en Internet de yihadistas j¨®venes en busca de una mujer para casarse, tambi¨¦n de una condici¨®n frustrada de hombre. Qui¨¦n sabe, tal vez la primera aut¨¦ntica crisis social en el seno del Estado Isl¨¢mico acabe produci¨¦ndose a causa de la desproporci¨®n entre hombres y mujeres en su seno. Si el califato no es capaz de emparejar a sus guerreros, el sue?o nacionalista podr¨ªa fracasar. Una realidad surrealista, que podr¨ªa ayudarnos sin embargo a encontrar una nueva arma contra este. La pol¨ªtica de ¡°casa y hogar¡± no es novedosa, y fue tambi¨¦n uno de los cimientos de la aventura nacionalista en Europa y Am¨¦rica. Los nuevos Estados nacen de las familias que constituyen los pilares de su sociedad. Sin ellos, el Estado no puede existir.
Loretta Napoleoni es economista.
Traducci¨®n de Carlos Gumpert.
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