El ultimo vuelo de ¡®Yi qi¡¯
Un dinosaurio chino con alas de murci¨¦lago enreda el origen de las aves
Uno de los conceptos m¨¢s esenciales que debe aprender todo estudiante de Biolog¨ªa es la diferencia entre homolog¨ªa y analog¨ªa: las alas de aves y murci¨¦lagos no son hom¨®logas, porque no provienen de una misma ala primitiva, sino an¨¢logas: han desarrollado formas similares impuestas por la funci¨®n de volar. Pero ?qu¨¦ hacer entonces con un dinosaurio del Jur¨¢sico ¡ªun abuelo de las aves¡ª que volaba como un murci¨¦lago? Eso es justo lo que acaban de hallar los paleont¨®logos chinos. ?Es eso an¨¢logo, hom¨®logo o epiceno al vuelo de las aves? He aqu¨ª un buen ejemplo de la ciencia en acci¨®n.
Xing Yu y sus colegas del laboratorio de referencia en evoluci¨®n de vertebrados de la Academia China de Ciencias, en Pek¨ªn, presentan en Nature su descubrimiento de un f¨®sil de dinosaurio ¡°estrafalario¡± ¨Cbizarre, el adjetivo es de los autores¡ª que pose¨ªa lo que parecen ser unas alas similares a las de los murci¨¦lagos, m¨¢s o menos coet¨¢neas a los experimentos evolutivos que produjeron las alas de las aves actuales, que tambi¨¦n surgieron de los dinosaurios del Jur¨¢sico.
'Yi qi' ha aparecido en sedimentos datados en 160 millones de a?os atr¨¢s, en las postrimer¨ªas del Jur¨¢sico
El nuevo dinosaurio ha sido bautizado adecuadamente como como Yi qi (ala extra?a). Pertenece al mortecino y horrisonante grupo de los scansoriopter¨ªgidos, unos reptiles jur¨¢sicos que a pesar de su enanismo (Yi qi deb¨ªa pesar unos 380 gramos) tienen mucho inter¨¦s para los paleont¨®logos, por su relaci¨®n familiar con los dinosaurios carn¨ªvoros, o ter¨®podos, que dieron lugar al origen de las aves. Yi qi ha aparecido en sedimentos datados en 160 millones de a?os atr¨¢s, en las postrimer¨ªas del Jur¨¢sico. Los dinosaurios que protagonizan Parque Jur¨¢sico vivieron, parad¨®jicamente, en el Cret¨¢cico. Es la era geol¨®gica inmediatamente posterior.
Yi qi tiene plumas, pero en eso ya le han precedido otros dinosaurios chinos de los ¨²ltimos tiempos. No son el tipo de plumas adecuadas para el vuelo, y se parecen m¨¢s a las del pavo real, que se despliegan con lujo aparatoso y unos objetivos m¨¢s bien sexuales. Lo que lleva a los cient¨ªficos chinos a pensar que volaba no es eso, sino el largo y extraordinario hueso cil¨ªndrico que se proyecta desde su mu?eca. Esta estructura, nunca observada en otro dinosaurio, se asemeja a la de criaturas como el murci¨¦lago y la ardilla voladora, capaces de aletear o planear pese a su falta de parentesco con las aves, la aristocracia del cielo.
Cuando van a publicar un trabajo de impacto, las revistas cient¨ªficas encargan a menudo un ensayito ¨CNews & Views en el caso de Nature¡ª a un cient¨ªfico de referencia en el campo. La pieza ensay¨ªstica, muy le¨ªda por los cient¨ªficos, est¨¢ concebida para aportar al descubrimiento un contexto, un ¨¢ngulo m¨¢s amplio, un remate de largo alcance. El encargado esta vez es Kevin Padian, profesor de biolog¨ªa integrativa de la Universidad de California en Berkeley? (EE UU) y presidente del Centro Nacional de Educaci¨®n Cient¨ªfica. El News & Views de Padian, sin embargo, tiene un tono tan apagado y esc¨¦ptico que cabe preguntarle: ?Cree usted realmente que Yi qi era capaz de volar?
¡°Es en extremo dudoso que este animal pudiera aletear, cosa que los autores parecen aceptar¡±, responde Padian a EL PA?S. ¡°Aunque es dif¨ªcil interpretar ese extra?o hueso estiliforme, no podemos dar por hecho que se usara para planear; la mitad inferior de este animal no se ha preservado, as¨ª que su reconstrucci¨®n se basa en otros dinosaurios scansoriopter¨ªgidos; en el vuelo por planeo, el centro de masa deber¨ªa ser congruente con el centro de vuelo del animal, y este no es el caso¡±.
Es en extremo dudoso que este animal pudiera aletear, cosa que los autores parecen aceptar¡±
En esqueleto f¨®sil de Yi qi puede verse que el centro de vuelo ¨Cel gozne de las supuestas alas¡ª est¨¢ a la altura de los hombros, mientras que el centro de masa se halla casi en la pelvis, al menos si los c¨¢lculos morfol¨®gicos para otros dinosaurios b¨ªpedos son aplicables a este caso. ¡°Yi qi se caer¨ªa de espaldas y ah¨ª se quedar¨ªa¡±, diagnostica Padian. ¡°Al menos si su cuerpo y su membrana de ala delta eran como los autores los reconstruyen¡±.
Padian tambi¨¦n se congratula de que, en este caso, los cient¨ªficos hayan publicado la localizaci¨®n exacta del hallazgo y los datos de los campesinos que descubrieron el f¨®sil. ¡°Hay muchos ejemplos de f¨®siles falsificados y de elementos a?adidos, sobre todo en China¡±, dice el cient¨ªfico estadounidense.
Cal y arena: as¨ª va progresando el conocimiento.
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