Hasta aqu¨ª llegamos
Llega el momento de aplicar los aprendizajes de la crisis y reprimir las burbujas en ciernes
?Est¨¢n concediendo de nuevo los bancos americanos cr¨¦ditos subprime en el sector hipotecario o en el del consumo? ?Se desarrolla en el sector financiero otra vez como dicen algunos, y a enorme velocidad, el segmento de los derivados (con otras sofisticaciones), que fueron clasificados por Warren Buffett ¡ªuno de los hombres m¨¢s ricos del mundo¡ª como ¡°armas de destrucci¨®n masiva para la econom¨ªa¡±? Buffett declar¨® al principio de la crisis: ¡°Como las personas que los crearon y las personas que los utilizan no comprenden muy bien su funcionamiento, son una amenaza. Tienen el poder de endeudar a todo el sistema financiero en su conjunto y magnificar los efectos de una crisis¡±.
Se trata de saber si los bancos, despu¨¦s del aceite de ricino, han dejado de ser el negocio aburrido que constitu¨ªa su naturaleza cl¨¢sica y cabalgan hacia nuevas aventuras. O lo que es m¨¢s importante, qu¨¦ lecciones han aprendido en la crisis.
Se prodigan en los ¨²ltimos tiempos los datos macroecon¨®micos que permiten, prudencialmente, hablar de una cierta recuperaci¨®n. ?Constituyen una falsa tendencia, como tantas que se dan en el mundo de la econom¨ªa, o indican un rumbo cierto? Los m¨¢s recientes para Espa?a pertenecen al sector inmobiliario que tuvo el protagonismo del estallido de su burbuja. No son s¨®lo las cifras de creaci¨®n de empleo de la Encuesta de Poblaci¨®n Activa (EPA). El director del Servicio de Estudios del Banco de Espa?a, Jos¨¦ Luis Malo de Molina, acaba de lanzar unas afirmaciones que no son s¨®lo su opini¨®n:
¡ªSe puede dar por concluido el ajuste que ha sufrido el sector inmobiliario.
Las inc¨®gnitas emergen sobre si el modelo de crecimiento volver¨¢ a centrarse en el turismo y la construcci¨®n
¡ªHay un aumento de las transacciones comerciales (compraventa de viviendas), de los precios de las mismas (tras una ca¨ªda media del 45% en estos a?os) y de las concesiones de visados para iniciar nuevas construcciones. El n¨²mero de hipotecas lleva aumentando nueve meses seguidos, as¨ª como el monto medio del dinero que se pide a los bancos.
¡ªEsto, en principio, es bueno para la econom¨ªa (la construcci¨®n volver¨¢ a sumar d¨¦cimas al producto interior bruto de Espa?a) y para el empleo, toda vez que la mitad del n¨²mero de puestos de trabajo destruidos en estos siete a?os pertenece al sector de la construcci¨®n.
A partir de estos hechos, las inc¨®gnitas emergen: sobre si el modelo de crecimiento de nuestro pa¨ªs volver¨¢ a centrarse en la construcci¨®n y el turismo; sobre si se reproducir¨¢n los grados de endeudamiento privado del pasado y las facilidades para que quien acuda a pedir un pr¨¦stamo de adquisici¨®n de una vivienda salga del banco con el 110% del valor de la misma.
En una Atenas sumida en la pobreza, despu¨¦s de cerrar su ¨²ltima investigaci¨®n sobre un asesinato, el comisario Kosta Jaritos ¡ªel personaje de las novelas de Petros M¨¢rkaris¡ª suspira y toma una decisi¨®n solemne: ¡°Hasta aqu¨ª hemos llegado¡±. ?Dir¨¢n lo mismo los responsables de la pol¨ªtica econ¨®mica o facilitar¨¢n con su laissez faire la llegada de una nueva burbuja?
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