Sexo, el gran olvidado del coraz¨®n
Un estudio con 3.500 infartados demuestra que los cardi¨®logos no hablan de sexo con sus pacientes Muchas de las recomendaciones que dan son err¨®neas, especialmente a mujeres
¡°Debes aprender a vivir de nuevo", recuerda Lu¨ªs. "La vuelta a la vida normal es muy dif¨ªcil porque al principio te asusta todo, no te atreves ni a caminar¡ y con el sexo sucede lo mismo. Tienes un miedo atroz a que cualquier cosa te pueda volver a provocar un infarto¡±. Sucedi¨® hace cinco a?os, a sus 46, mientras jugaba a tenis con un amigo. Lu¨ªs sufri¨® un ataque de coraz¨®n del que r¨¢pidamente fue tratado en el hospital y al que sobrevivi¨® sin secuelas importantes. Hoy en d¨ªa, de todos los miedos a los que se enfrentan los supervivientes de un infarto, uno es particularmente obviado por los cardi¨®logos: el sexo. ¡°Yo no habl¨¦ nunca de este tema con mi m¨¦dico. Ni ¨¦l ni yo lo sacamos. Ahora visto en perspectiva, creo que hablarlo me habr¨ªa ayudado¡±, afirma.
Su caso no es aislado. H¨¦ctor Bueno, cardi¨®logo del Hospital Gregorio Mara?¨®n de Madrid, ha participado en un estudio con m¨¢s de 3.500 infartados americanos y espa?oles que demuestra que el sexo es un tema tab¨² en las conversaciones entre m¨¦dico y paciente. ¡°Tenemos a los pacientes abandonados en este tema", confiesa Bueno. "Les hablamos de la dieta, el ejercicio f¨ªsico, las pastillas, los factores de riesgo como la tensi¨®n, el colesterol, la diabetes, el tabaco¡ pero ni una palabra de sexo. Y cuando s¨ª se habla, muchas de las recomendaciones que dan los propios cardi¨®logos son err¨®neas. Y m¨¢s cuando el paciente es una mujer¡±.
El riesgo de sufrir un infarto debido la actividad sexual es baj¨ªsimo¡±
Los resultados de esta investigaci¨®n, publicada en la prestigiosa revista Circulation y realizada en infartados j¨®venes (menores de 55 a?os), ponen sobre la mesa un importante problema de comunicaci¨®n entre cardi¨®logo y paciente. Seg¨²n este trabajo, en Espa?a solo un 13% de las mujeres y un 17% de los hombres reciben asesoramiento sobre c¨®mo y cu¨¢ndo reanudar su vida sexual al mes de haber sufrido un infarto. De estos, a m¨¢s de la mitad, y especialmente a las mujeres (al 83% de ellas), se les recomiendan restricciones como tener "un sexo limitado, "un rol pasivo" o "el ritmo card¨ªaco bajo". Bueno y sus colegas se echan las manos a la cabeza ante estos datos. ¡°Estas sugerencias son rid¨ªculas y no tienen ninguna base cient¨ªfica. Solo pueden achacarse a un exceso de prudencia debido a la ignorancia", denuncia por tel¨¦fono el cardi¨®logo. "Es nuestra obligaci¨®n tranquilizar al paciente y aclararle que el riesgo de sufrir un infarto debido la actividad sexual es baj¨ªsimo¡±.
La vuelta al sexo
La sex¨®loga Miren Larrazabal, presidenta de la FESS (Federaci¨®n Espa?ola de Sociedades de Sexolog¨ªa) asegura que los beneficios emocionales y f¨ªsicos de reanudar la vida sexual son important¨ªsimos. ¡°La enfermedad te despersonaliza, te cosifica, te hace sentir un n¨²mero y perder tu esencia de ser humano, por lo que tras una crisis de salud el sexo placentero no solo te sube la autoestima sino que te vuelve a conectar con la vida¡±, asegura la experta.
Gracias a los avances en el diagn¨®stico y el tratamiento de los problemas cardiovasculares cada vez son m¨¢s las personas que sobreviven a un ataque de coraz¨®n y pueden reincorporarse en unas pocas semanas a su vida habitual. En lo que a sexo se refiere, ¡°como recomendaci¨®n promedia y siempre y cuando no haya complicaciones¡±, matiza Bueno, y seg¨²n las directrices oficiales de las sociedades americanas y europeas de cardiolog¨ªa: en una semana o dos se puede retomar con seguridad, sin ninguna medida de prevenci¨®n excepcional.
Solo un 13% de las mujeres y un 17% de los hombres reciben asesoramiento sobre c¨®mo y cu¨¢ndo reanudar su vida sexual
Pero no son pocos los pacientes que tras un a?o siguen sin atreverse a retomar las relaciones sexuales. Numerosos estudios revelan una correlaci¨®n directa entre recibir el claro consejo del m¨¦dico y el lanzarse a la piscina. Uno de ellos lo firmaba en el a?o 2012 Stacy Lindau, ginec¨®loga en la Universidad de Chicago y primera autora del trabajo en el que tambi¨¦n ha participado H¨¦ctor Bueno. ¡°Los pacientes tienen la confianza de que su m¨¦dico es quien mejor conoce su coraz¨®n y valoran su permiso para reanudar su vida sexual¡±, explica Lindau.
Este estudio inclu¨ªa el seguimiento al a?o de pacientes un poco m¨¢s mayores de 55 a?os de edad y pon¨ªa de relevancia que al sexo no le pesan los a?os. ¡°La edad por s¨ª sola no determina si una persona es sexualmente activa o no, ni el valor que le da al sexo. Los pacientes deben ser aconsejados independientemente de su edad, g¨¦nero o si tienen o no pareja¡±, insiste Lindau. Adem¨¢s, en esta investigaci¨®n los cient¨ªficos descubrieron que un a?o tras el infarto, la supervivencia de aquellas personas que hab¨ªan reanudado su vida sexual no era menor que la de aquellas que no volv¨ªan a mantener sexo. ¡°Esta evidencia puede ayudar a disipar el miedo de los pacientes a sufrir un infarto durante el coito¡±, espera la ginec¨®loga.
Como subir escaleras
Como promedio y en general, el esfuerzo metab¨®lico que requiere el acto sexual no es mucho mayor que el de subir un par de pisos por la escaleras, es decir unos 3 o 4 METS, y no var¨ªa de manera importante cuando se comparan diferentes posturas sexuales. ¡°Los METS son las unidades que utilizamos para medir cu¨¢nto trabaja el coraz¨®n, y dependen de la tensi¨®n arterial y la frecuencia card¨ªaca¡±, explica Rut Andrea, cardi¨®loga del Hospital Cl¨ªnic de Barcelona. ¡°En mi experiencia, s¨ª que los pacientes me comentan a menudo los problemas que tienen en retomar su vida sexual, quiz¨¢s no a la visita del mes, pero s¨ª m¨¢s tarde", aclara en su despacho. "M¨¢s los hombres que las mujeres que, o lo llevan mejor o no lo explican¡±.
En el d¨ªa a d¨ªa, Andrea se encuentra que ,adem¨¢s del miedo, uno de los problemas recurrentes a los que se enfrentan los pacientes hombres es la disfunci¨®n er¨¦ctil. Seg¨²n la cardi¨®loga, ¡°en la mayor¨ªa de casos la causa es psicol¨®gica y la situaci¨®n mejora con el tiempo¡±. Otros son debidos al efecto secundario de los f¨¢rmacos que deben tomar estos pacientes, sobre todo los betabloqueantes que son hipotensores. Y una tercera causa es la propia enfermedad vascular. ¡°Si tienes da?adas las arterias que irrigan el coraz¨®n tambi¨¦n puedes tener mala circulaci¨®n de la zona abdominal hacia abajo, y eso causa disfunci¨®n er¨¦ctil¡±, explica Andrea.
Si la disfunci¨®n no remite con el tiempo y se achaca a una causa org¨¢nica, Andrea deriva sus pacientes al ur¨®logo. ¡°Algunos de ellos, no aquellos que sufren dolor tor¨¢cico con tan solo caminar, pueden beneficiarse del efecto del f¨¢rmaco sildenafil, el famoso viagra¡±, explica la cardi¨®loga. Pero es importante saber que dicho f¨¢rmaco est¨¢ contraindicado con otros como los nitratos (la tambi¨¦n conocida cafinitrina) ya que juntos pueden producir una hipotensi¨®n arterial marcada y un s¨ªncope. ¡°En urgencias vemos algunos casos de este tipo: hombres que tras tomar viagra y tener una relaci¨®n sexual sufren dolor tor¨¢cico, se agobian y toman nitroglicerina. Estos pacientes sufren una p¨¦rdida de conocimiento y un susto tremendo¡±, avisa Andrea.
Al 83% de las mujeres se les recomienda "un rol pasivo"
Sobre los problemas sexuales de las mujeres se sabe menos. ¡°En cardiolog¨ªa todo est¨¢ menos investigado en mujeres porque se las incluye menos en los ensayos cl¨ªnicos¡±, denuncia Andrea. El porqu¨¦ de esta diferencia de conocimiento entre g¨¦neros H¨¦ctor Bueno lo achaca a los intereses de la industria que cl¨¢sicamente ha investigado a los hombres porque ten¨ªa algo que ofrecer para la disfunci¨®n er¨¦ctil y nada o poco a los problemas de las mujeres. ¡°Debemos prestar m¨¢s atenci¨®n a las necesidades de las pacientes, porque no sabemos si son las mismas que las de ellos", explica Bueno. "Es muy triste que sean ellas las que reciban m¨¢s restricciones cuando en realidad existe a¨²n menos evidencia de que tengan que tener cuidado que los hombres¡±.
Adem¨¢s, el paciente no est¨¢ solo, muchos de ellos y ellas tienen pareja, y numerosas investigaciones recogidas por las gu¨ªas de las sociedades americanas y europeas de cardiolog¨ªa avisan de que, a menudo, ¡°la preocupaci¨®n de la pareja es incluso mayor que la del paciente y es importante que se la incluya cuando se aconseja sobre retomar la actividad sexual¡±.
Dolors las ha visto pasar de todos los colores y su marido, tras dos infartos y con cicatrices por todo el cuerpo, tambi¨¦n. Cuando ¨¦l super¨® el segundo ataque y todo fue volviendo a la normalidad, ¡°¨¦l quer¨ªa, pero yo pensaba en el sexo y me mor¨ªa de miedo¡±, recuerda. Poco a poco, comprobando que no pasaba nada y con cuidado, como si volvieran a aprender a caminar, todo volvi¨® a su cauce. Dolors y su marido s¨ª recibieron en todo momento consejo de su cardi¨®logo sobre qu¨¦ hacer y qu¨¦ no. ¡°Nos toc¨® un doctor muy humano que no ten¨ªa problema en hablar del tema. Me sent¨ª muy apoyada en todo momento¡±, recuerda.
Para Bueno, est¨¢ claro que lo importante es sobrevivir, pero tambi¨¦n que la mayor¨ªa de pacientes ¡°ten¨ªan una vida sexual activa antes del infarto y la quieren seguir teniendo despu¨¦s¡±, afirma. Los resultados del estudio, en el que tambi¨¦n han participado la Sociedad Espa?ola de Cardiolog¨ªa y el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), han destapado que para muchos pacientes con infarto la vuelta al sexo a¨²n no tiene un final feliz. ¡°Es un tema que preocupa y asusta. Espero que esta investigaci¨®n pueda servir para cambiar algo que es tan importante y a la vez tenemos tan descuidado¡±, concluye esperanzado Bueno.
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