Dimisiones y valor
Sin pretensi¨®n de entrar en consideraciones de tipo pol¨ªtico o de enfrentamientos de egos, a los que tanto se alude a la hora de analizar la reciente fractura de Podemos, yo quisiera subrayar el aspecto de la dimisi¨®n en s¨ª. Monedero abandona, y este gesto le ennoblece, en un mundo en el que no dimite nadie. Monedero dimite porque quiere ser coherente con unos principios. No comparto sus principios, pero alabo su coherencia y su coraje. No es f¨¢cil bajarse de un tren en marcha que va, con el viento de cola de la indignaci¨®n ciudadana, hacia el poder, el ¨¦xito, los privilegios que asegura la carrera pol¨ªtica, incluso si no se ganan las elecciones. Dicho esto, lo que me llama poderosamente la atenci¨®n es la reacci¨®n posterior del mismo Monedero, su querer matizar, endulzar su enfrentamiento. Como si su propio valor le hubiese dado miedo.¡ª Marcello Caprarella.?
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