El vac¨ªo
Regiones enteras de Espa?a, principalmente del interior, se est¨¢n quedando sin gente
Lo dijo Ferm¨ªn Herrero, ¨²ltimo premio de las Letras de Castilla y Le¨®n y magn¨ªfico poeta al margen de ello (Tierras altas, El tiempo de los usureros, De la letra menuda, Tempero¡): ¡°Soria puede desaparecer¡±. Lo dijo ante los pol¨ªticos que le entregaban el premio (a ¨¦l y a varias personas m¨¢s, en las distintas modalidades que contempla el Nobel castellano-leon¨¦s, o como se diga), que le miraron con cara de p¨®quer, como acostumbran a hacer los pol¨ªticos cuando alguien les agua la fiesta. Y eso que Ferm¨ªn Herrero es educado y amable, en modo alguno sospechoso, como nos sucede a otros, de disfrutar haciendo de Pepito Grillo.
Como conozco Ausejo de la Sierra, el pueblo de Ferm¨ªn, en el que lo visit¨¦ una vez de camino a las Tierras Altas de Soria, la comarca m¨¢s despoblada de Europa seg¨²n las cifras estad¨ªsticas, que la sit¨²an en densidad demogr¨¢fica casi a la par que Etiop¨ªa, y como conozco y amo su provincia m¨¢s que muchos habitantes de ella (y, por supuesto, m¨¢s que esos gobernantes auton¨®micos a los que se les llena la boca con Castilla y Le¨®n, como a otros con otras regiones, pese a que la mayor¨ªa de ellos desconocen sus territorios de competencia fuera de la capital), s¨¦ que Ferm¨ªn Herrero no exageraba cuando lanz¨® su mensaje de socorro no para ¨¦l, sino para sus vecinos. El abandono de Soria es tan secular como irreversible y su desaparici¨®n segura a menos que se tomen medidas urgentes y por el momento nadie parece que lo vaya a hacer.
Pero en Castilla y Le¨®n, Soria no es la excepci¨®n. Como tampoco lo es en Espa?a, donde provincias como Teruel o Zamora han tenido que hacer manifestaciones para decirle al Gobierno espa?ol que tambi¨¦n existen y donde regiones enteras, principalmente del interior del pa¨ªs, se est¨¢n quedando vac¨ªas, abandonadas a su destino por unos pol¨ªticos que s¨®lo piensan en sus intereses; y sus intereses, claro, est¨¢n en otros lugares, esos en los que, por tener m¨¢s votos, dan y quitan el poder. Eso s¨ª, en cuanto llegan las elecciones, a todos se les vuelve hablar de la despoblaci¨®n como un gran problema al que hay que poner soluci¨®n, aunque nadie dice c¨®mo ni qu¨¦ a?o.
Leyendo la declaraci¨®n de Ferm¨ªn Herrero me acord¨¦ de un poema suyo, Estado del bienestar, en el que su madre, una mujer campesina que se ha pasado la vida trabajando como una esclava ¡°sin tener derecho a pensi¨®n¡±, despu¨¦s de hacerlo un d¨ªa m¨¢s toda la ma?ana en la casa y en el huerto familiar, cuando por fin se sienta a comer (mirando el telediario, como hacemos muchos), ¡°se hace cruces¡± ¡ªdice el ¨²ltimo verso del poema de su hijo¡ª ¡°de lo bien que hablan los pol¨ªticos¡±.
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