Cuatro aristas de Ciudadanos

En el vol¨¢til entorno electoral de los ¨²ltimos meses, Ciudadanos se ha convertido en uno de los partidos que m¨¢s inter¨¦s suscita. Que su crecimiento sorprenda es comprensible. Mientras que las mareas de fondo que impulsaron la emergencia de Podemos eran m¨¢s identificables, en el caso de Ciudadanos est¨¢n menos claras. ?Qu¨¦ ha ocurrido para que un partido fundado en 2006 en Catalu?a haya logrado convertirse en uno de los cuatro principales actores pol¨ªticos a nivel estatal? Aunque lo vertiginoso de los movimientos demosc¨®picos invitan a la prudencia, merece la pena intentar identificar algunos de los elementos que pueden explicar su ascenso.

El primer elemento se refiere a los mimbres de los que surge este partido. Un elemento clave de demanda es, siguiendo los bar¨®metros de finales de 2014, la p¨¦rdida de apoyos del Partido Popular en el centro y centro-derecha. Una cantidad no despreciable de votantes que declaraban refugiarse mayoritariamente en la abstenci¨®n mientras que los populares se quedaban con un elector cada vez m¨¢s escorado a la derecha. Para finales de a?o los votantes m¨¢s moderados, algunos prestados del PSOE en 2011, parec¨ªan quedarse sin representaci¨®n.

Sin embargo, esto es solo parte de la historia. En aquellos meses los l¨ªderes de Ciudadanos, ante este fallo de oferta pol¨ªtica, entendieron que exist¨ªa un potencial de crecimiento en un nicho que otros partidos no capitalizaban. C¨®mo gestionaron apoyos y recursos para perfilarse como esta alternativa es, sin duda, menos transparente que en el caso de Podemos, pero claramente logra apuntalarlos. Adem¨¢s, en este reajuste de oferta y demanda electoral, el tiempo ha jugado a su favor ya que apenas unos meses antes se hab¨ªa visto que era factible abrir brecha en el sistema pol¨ªtico espa?ol, un viento de cola del que se han beneficiado.

El segundo elemento es su modelo de crecimiento organizativo. Ciudadanos, que hab¨ªa surgido muy ligado a la movilizaci¨®n del nacionalismo espa?ol en Catalu?a, tras no poder llegar a un acuerdo con UPyD, inici¨® su expansi¨®n por toda la pen¨ªnsula. Aunque su estrategia ha sido mixta en muchos casos se ha basado en la captaci¨®n de elites y peque?os partidos con implantaci¨®n local. Es m¨¢s, en ocasiones sus l¨ªderes territoriales visibles son miembros conocidos provenientes de otros partidos. Esta decisi¨®n tiene importantes implicaciones y puede entra?ar riesgos.

Para Ciudadanos es fundamental mostrarse como un partido que tiene un plan elaborado

Ciudadanos, frente a un Podemos que se diluy¨® en el nivel municipal, ha preferido acumular el m¨¢ximo de fuerzas para la contienda del 24 de mayo. Por su posici¨®n como partido bisagra, y aunque no entre en coaliciones, Ciudadanos podr¨¢ hacer bascular gobiernos entre la izquierda y la derecha. En esta disyuntiva es donde deber¨¢ poner boca arriba sus cartas y donde mayor desgaste puede sufrir. Por un lado, no sabemos cuanta autonom¨ªa tendr¨¢n los l¨ªderes locales ni si ser¨¢n disciplinables a nivel nacional. Pero por otro, tanto si se opta por mantener pactos seg¨²n la Comunidad como si es congruente hacia PP o PSOE, afectar¨¢ a c¨®mo lo perciben los votantes.

El tercer elemento a considerar es el perfil del tipo de votante de Ciudadanos. De entrada un 75% de ellos se ubican, seg¨²n el bar¨®metro del CIS de abril, en las posiciones centrales en la escala ideol¨®gica. Sin embargo, su posici¨®n est¨¢ a la derecha del votante mediano espa?ol y sus apoyos vienen b¨¢sicamente de quienes votaron en 2011 a UPyD (un 38%), al PP (18%), nulo (16%), y mucho menos de los exvotantes socialistas (s¨®lo un 4,5%). A Podemos, sin embargo, los apoyos le llegan m¨¢s bien de ex votantes de IU (37%), el voto nulo (26%) o exvotantes del PSOE (el 16%), y mucho menos del PP (tan s¨®lo el 4%).

?Es por tanto Ciudadanos un ¡°Podemos de derechas¡±? Todav¨ªa se duda sobre en qu¨¦ medida Ciudadanos penetra m¨¢s o menos en el centro-izquierda. Seg¨²n algunos bar¨®metros los ex votantes del PSOE en 2011 que inicialmente apostaron por Podemos ahora se estar¨ªan yendo con Ciudadanos. De ah¨ª que soci¨®logos como Pau Mari-Klose llamen a la prudencia antes de ubicar a este partido. Ahora bien, los datos del CIS parecen avalar la idea de que en buena medida Ciudadanos se trata del equivalente de Podemos en la derecha, algo sugerido por el polit¨®logo Lluis Orriols.

El CIS parece avalar la idea de que se trata del equivalente de Podemos en la derecha

En cualquier caso, sus votantes declaran en mayor proporci¨®n que el principal problema del pa¨ªs es la corrupci¨®n y, a diferencia de Podemos, reconocen que su situaci¨®n econ¨®mica personal no es tan mala. Ciudadanos ha tenido un origen menos transversal y parece que sus votantes est¨¢n menos aquejados por la crisis. Con todo, y dada su posici¨®n central, tiene potencial de crecimiento en m¨¢s direcciones que Podemos, de ah¨ª que Ciudadanos sea una cu?a naranja que puede dificultar los tradicionales trasvases entre los grandes partidos.

Por ¨²ltimo, merece la pena una reflexi¨®n sobre el efecto de la irrupci¨®n de este partido pol¨ªtico. Desde que se convierte en un actor relevante se ha caracterizado por seguir la estrategia inversa que Podemos. Mientras que los de Pablo Iglesias apuntaban buscar una representaci¨®n transversal frente al establishment pol¨ªtico, Ciudadanos ha marcado un perfil propio en temas bien alejados de sus or¨ªgenes catalanes. Para ello se ha orientado a asuntos que parecen interesar m¨¢s a sus electores como la lucha contra la corrupci¨®n o el crecimiento econ¨®mico.

Para Ciudadanos es fundamental mostrarse como un partido que tiene un plan elaborado sobre qu¨¦ medidas aplicar, vendi¨¦ndose como alternativa sensata entre la ruptura y los cl¨¢sicos. Por eso se ha mojado claramente en t¨¦rminos de programa en temas impopulares (como Alta Velocidad o fiscalidad), divisivos (como la regulaci¨®n de la prostituci¨®n o el contrato ¨²nico) e incluso poco fundamentados (como la tarjeta sanitaria a inmigrantes irregulares). Ello no quita para que sus l¨ªneas maestras para comunidades aut¨®nomas y ayuntamientos sean menos claras, algo agravado por la descentralizaci¨®n de su estructura.

Merece la pena recordar que al analizar partidos en formaci¨®n conviene ser prudentes, en especial hasta que los aterricemos en las sucesivas elecciones. Pese a que es indudable que est¨¢n inmersos en una luna de miel que apunta su crecimiento, no olvidemos que otros partidos similares a Ciudadanos han tenido corta vida en Espa?a. En el modelo de crecimiento y la volatilidad electoral est¨¢n algunas de sus principales debilidades. Est¨¢ por ver si en el medio plazo, especialmente cuando haya que mojarse para gobernar, este partido podr¨¢ conjurarlas.

Pablo Sim¨®n es profesor de Ciencia Pol¨ªtica en la Universidad Carlos III de Madrid y editor del colectivo Politikon.