Utilizar Google en los ex¨¢menes, ?futuro o patinazo?
Una corriente de educadores apuesta por permitir el acceso a la Red durante las pruebas. "Una idea bastante tonta", se?alan los m¨¢s tradicionalistas
La bomba la solt¨® el brit¨¢nico Mark Dawe hace unos d¨ªas: los estudiantes deber¨ªan poder utilizar internet durante los ex¨¢menes. Dawe es un experto en la materia como director de Oxford, Cambridge and RSA Examinations, un cuerpo que se encarga de realizar ex¨¢menes GSCE y A-Level, lo que podr¨ªa ser el equivalente al graduado escolar y bachillerato en Espa?a. ¡°Creo que es la hora de plantear que los alumnos puedan acceder a Internet en los ex¨¢menes, aunque con un tiempo limitado¡±, se?al¨® Dawe en el programa de televisi¨®n Today de la BBC. "Se trata de una cuesti¨®n de comprensi¨®n, y no de acumulaci¨®n de datos en la memoria. El mundo ha cambiado y la educaci¨®n tiene que cambiar. Consiste en entender las herramientas y saber c¨®mo usarlas", se?al¨®. A continuaci¨®n, matiz¨® que era consciente de que la implantaci¨®n de esta medida no ocurrir¨ªa en los pr¨®ximes meses, pero que ¡°ser¨ªa inevitable a largo plazo¡±. Enseguida se abri¨® un acalorado debate. El conservador Campaign for Real Education fue el m¨¢s contundente: ¡°Nos parece una idea bastante tonta¡±.
La cuesti¨®n ya est¨¢ sobre la mesa. Padres, educadores y estamentos pol¨ªticos deber¨¢n afrontar el tema y decidir: ?nos aferramos a la tradici¨®n o vamos acompasados con las nuevas tecnolog¨ªas? ¡°Si hablamos en un sentido tradicional y nos fijamos en la t¨ªpica prueba en la que se le pide al alumno que recuerde informaci¨®n, l¨®gicamente el acceso a internet o usar libros de consulta durante los ex¨¢menes no es muy adecuado¡±, explica Manuel Area, catedr¨¢tico experto en tecnolog¨ªa de la educaci¨®n en la universidad de La Laguna (Tenerife). Pero a?ade: ¡°Aunque soy partidario de que este tipo de ex¨¢menes de memorizaci¨®n no tienen mucho sentido en la sociedad actual¡±. En su opini¨®n, deber¨ªa hablarse m¨¢s de evaluaci¨®n que de ex¨¢menes, de un sistema en el que se permita al alumno el acceso a todos los recursos que tiene a su disposici¨®n, tanto digitales como impresos, con el objetivo de elaborar soluciones a determinados problemas o situaciones.
Para qu¨¦ atesorar conocimientos en el cerebro cuando estos se encuentran en Google. Qu¨¦ sentido tienen las tablas de multiplicar si resulta que tenemos calculadoras. ?Escribir a mano? Mejor que aprendan a escribir bien con el ordenador" Sugata Mitra, profesor de educaci¨®n tecnol¨®gica de la Universidad de Newcastle
Para ello tambi¨¦n las clases deber¨ªan cambiar. Asegura que el sistema de lecci¨®n magistral expositiva ha dejado de tener sentido y que ¨¦l, en la universidad, ya no lo usa. Su modelo es plantear problemas que sus estudiantes, futuros maestros, podr¨ªan encontrarse en el desarrollo de su actividad profesional. Como encontrarse un grupo de alumnos con determinadas caracter¨ªsticas y tener que armar un material did¨¢ctico para ellos. En el caso de la educaci¨®n general, pone como ejemplo lo siguiente: ¡°Se puede plantear que realicen una relaci¨®n de cuatro hechos e intenten explicar por qu¨¦ se producen. Para llegar a una conclusi¨®n los estudiantes pueden compartir informaci¨®n, analizarla y explicarla, para finalmente crearse su propia opini¨®n¡±. Y eso, asegura, ¡°no se encuentra en Internet¡±.
En un debate titulado ?Est¨¢ la ense?anza obsoleta?, el profesor de educaci¨®n tecnol¨®gica de la Universidad de Newcastle (Reino Unido), Sugata Mitra, reflexion¨® sobre esta relaci¨®n entre educaci¨®n y tecnolog¨ªa. En su India natal, en tiempos pret¨¦ritos, para entrar en una universidad se deb¨ªan recitar las respuestas correctas al portero. Si el alumno lograba pasar la prueba, acced¨ªa al templo del saber. Siglos despu¨¦s lleg¨® un gran avance. El boli y el papel, que hizo que el sistema de ense?anza se fijara menos en recitar y m¨¢s en c¨®mo contestar preguntas. En su opini¨®n, estamos ante un nuevo cambio: internet y las tabletas deber¨¢n transformar el sistema de ense?anza, empezando por los ex¨¢menes.
¡°No tiene sentido¡±, argumenta Mitra, ¡°memorizar cuando tenemos un ecosistema web que lo recuerda todo por nosotros. Para qu¨¦ atesorar conocimientos en el cerebro cuando estos se encuentran en Google. Qu¨¦ sentido tienen las tablas de multiplicar si resulta que tenemos calculadoras. ?Escribir a mano? Mejor que aprendan a escribir bien con el ordenador. ?Gram¨¢tica? Para algo existen los correctores. Lo ¨²nico que la m¨¢quina no puede hacer por ti es diferenciar entre la informaci¨®n correcta e incorrecta. Por ah¨ª, asegura, deber¨ªan ir los tiros¡±. Su razonamiento es, desde luego, osado.
En Espa?a ya se han realizado experimentos. En Catalu?a, en un programa del grupo de investigaci¨®n DIM de la Aut¨®noma de Barcelona, se propuso un experimento en dos a?os. Llevado a cabo por unos 5.000 alumnos y 150 profesores en 30 centros de Espa?a, Per¨², M¨¦xico y Argentina, consist¨ªa en una primera fase en la que planteaban a los docentes adaptar la evaluaci¨®n, permitiendo la consulta de Internet y fuentes escritas durante los ex¨¢menes. Seg¨²n inform¨® La Vanguardia, ¡°el 70% de los profesores consider¨® que el resultado para los alumnos hab¨ªa sido positivo¡±.
Durante los ex¨¢menes no tendr¨ªa sentido [permitir utlizar internet], ya que no habr¨ªa forma de comprobar hasta qu¨¦ punto se reflejan en la prueba los conocimientos de los alumnos" Mar¨ªa Fern¨¢ndez, catedr¨¢tica en Lengua Espa?ola
La segunda parte, a la que llamaron curr¨ªculo bimodal, se divid¨ªa en dos aspectos. Uno memor¨ªstico, con los profesores explicando una lista de palabras, conceptos y sucesos que los chavales deb¨ªan aprender y que se evaluaba con ex¨¢menes tradicionales. Pero esto solo val¨ªa un tercio de la nota. El resto era un sistema de evaluaci¨®n pr¨¢ctica con resoluci¨®n de problemas, realizaci¨®n de ejercicios de aplicaci¨®n, an¨¢lisis, s¨ªntesis, comentarios¡ dando la opci¨®n de usar apoyos documentales como apuntes, libros o Internet. Seg¨²n los resultados publicados por su creador, Pere Marqu¨¨s, los alumnos ¡°aprenden m¨¢s, y en el 90% de los centros piloto han mejorado las calificaciones de los estudiantes que habitualmente obtienen notas entre 4 y 7¡±.
Para Mar¨ªa Fern¨¢ndez, catedr¨¢tica de instituto en Lengua Espa?ola con 30 a?os de experiencia docente con adolescentes, dejar usar Internet en las pruebas de conocimientos no es una buena idea. Fern¨¢ndez es partidaria de que durante la clase se puedan realizar consultas tanto con m¨®viles como con tabletas. ¡°Pero durante los ex¨¢menes no tendr¨ªa sentido, ya que no habr¨ªa forma de comprobar hasta qu¨¦ punto se reflejan en la prueba los conocimientos de los alumnos. En las aulas virtuales, las plataformas web que usan los institutos desde hace unos pocos a?os para organizar los recursos de las clases, hay pruebas tipo test que se realizan por internet y por lo tanto con acceso a la red, pero el tiempo est¨¢ tan tasado que resulta imposible una consulta excesiva¡±, se?ala.
Frente al razonamiento de Mitra, ella sigue haciendo dictados y poniendo ¨¦nfasis en la gram¨¢tica. Cree que uno de los fallos del actual sistema es la falta de importancia que se da a la memorizaci¨®n. Cuando se le argumenta que todos los conocimientos se encuentran en la Red, responde que la cultura debe ser propia de la persona y estar en la cabeza, no desperdigada por internet.
¡°La memoria es una capacidad cognitiva que la persona debe seguir movilizando ya que sirve para localizar la informaci¨®n y saber organizarla¡±, explica Julio Cabero, catedr¨¢tico de Did¨¢ctica y Organizaci¨®n Escolar en la universidad de Sevilla. ¡°Pero intentar asemejar en la sociedad del conocimiento lo que un alumno sabe o no sabe debido a lo que puede recordar de una informaci¨®n espec¨ªfica es un error¡±, remacha.
En su opini¨®n, se deber¨ªa trabajar con metodolog¨ªas completamente diferentes, donde el alumno tendr¨ªa que resolver muchas actividades espec¨ªficas y para ello aplicar los conocimientos que el profesor le ha ido presentando en el aula. Propone un modelo de ense?anza m¨¢s creativo. ¡°En una sociedad del conocimiento donde este se transforma y cambia constantemente, donde lo que hoy esta establecido ma?ana probablemente no lo est¨¦, seguir con ese modelo de escuela tradicional es completamente contradictorio¡±, apunta Cabero. Lo resume citando al fil¨®sofo Zygmunt Bauman y su libroTiempos l¨ªquidos, donde se reflexiona sobre las incertidumbres de la actual era: ¡°Este nuevo marco implica la fragmentaci¨®n de las vidas, exige a los individuos que sean flexibles, que est¨¦n dispuestos a cambiar de t¨¢cticas, a abandonar compromisos y lealtades¡±.
El debate contin¨²a. Mientras, los estudiantes acuden a los ex¨¢menes provistos de un arsenal tecnol¨®gico (m¨®viles, tabletas, port¨¢tiles) que, de momento, no les permiten utilizar.
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