El abogado alem¨¢n de Grecia
Las declaraciones del presidente germano sobre las indemnizaciones de guerra a Atenas plantean un problema a Merkel
El gobierno griego se ha permitido la impertinencia de recordar a los alemanes el paso nazi por Grecia para ablandar su rigidez en la negociaci¨®n de la deuda. Lo hizo Varoufakis con Sch?uble y Tsipras con Merkel obteniendo por respuesta un no rotundo porque la Alemania que ellos invocan nada tiene que ver con la que ahora negocia. ?O, s¨ª?. Unas recientes declaraciones, en el S¨¹ddeutsche Zeitung, del Presidente de Alemania, Joachim Gauck, dan un vuelco a la situaci¨®n al acoger la reivindicaci¨®n griega instando a los suyos que "consideren la reparaci¨®n de los cr¨ªmenes de guerra en Grecia", a?adiendo que ¨¦l sigue con el mayor inter¨¦s "la discusi¨®n sobre las distintas propuestas que puedan satisfacer la demanda griega de alg¨²n tipo de reparaci¨®n".
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Gauck recupera un discurso que fue habitual en las canciller¨ªas alemanas hasta que lleg¨® una generaci¨®n, la de Merkel, convencida que la memoria debe dejar paso a la historia. Gauck se interpone en esa deriva amn¨¦sica al poner sobre la mesa ni m¨¢s ni menos que la identidad alemana. "Nosotros no somos s¨®lo, dice, lo que ahora somos, sino los descendientes de aquellos que, en la Segunda Guerra Mundial, dejaron tras de s¨ª un reguero de desolaci¨®n, por ejemplo, en Grecia, algo de lo que para nuestra verg¨¹enza tan poco hemos sabido durante largo tiempo. Es importante, para un pa¨ªs con tan clara conciencia hist¨®rica como el nuestro, que pondere las posibilidades de reparaci¨®n que existan ". Con estas sencillas palabras cierra el paso al camino exculpatorio del d¨²o Merkel/Sch?uble y plantea de nuevo el viejo y lacerante problema de la responsabilidad hist¨®rica.
Porque de eso se trata, de saber si la responsabilidad por los cr¨ªmenes pasados recae sobre los hombros de las generaciones actuales que nada tuvieron que ver con el hitlerismo. Para su suerte o desgracia -para su suerte, habr¨ªa que decir- Alemania ha contado con una legi¨®n de pensadores que desde dentro y fuera han afinado todo lo deseable en lo relativo a las secuelas legales, morales y pol¨ªticas de ese acontecimiento singular que fue el hitlerismo. Por ejemplo, Hanna Arendt, exiliada en los Estados Unidos pero que nunca abandon¨® "la patria de la lengua", es decir, que siempre pens¨® a partir de la experiencia de la barbarie nazi. Pues bien Arendt distingue entre culpas morales y penales, que son siempre personales e intransferibles, y responsabilidad pol¨ªtica, que puede ser colectiva y heredada. Para que se de esta ¨²ltima tiene que haber alguien a quien se le impute algo que ¨¦l no ha cometido pero que pertenezca a la comunidad en cuyo nombre se cometi¨® el crimen. Y Arendt recuerda a Napole¨®n que fiel a esta conciencia pol¨ªtica declar¨® sin miramientos aquello de "asumo la responsabilidad de lo que ha hecho Francia desde los tiempos de Carlomagno hasta Robespierre".
Los alemanes de hoy no son culpables de los cr¨ªmenes que cometieran sus padres, pero s¨ª son responsables pol¨ªticamente de lo que sus ancestros hicieron. Y, por la misma raz¨®n, a?adir¨ªan Adorno o Benjamin, los nietos de los abuelos griegos victimizados por la Wehrmacht, son responsables de lo que a esos abuelos les hicieron. Los descendientes alemanes tienen la responsabilidad de reparar los da?os de los abuelos, y los griegos, de exigir justicia para los abuelos.
El Presidente alem¨¢n aclara en su entrevista que ¨¦l no est¨¢ pensando en un tipo de jurisdicci¨®n distinta de la alemana en la que reconoce que no hay lugar en este caso para el "pago por indemnizaciones". El apela "a la conciencia hist¨®rica" de su pa¨ªs, un concepto que pesa mucho en la cultura alemana. Es como decir "memoria hist¨®rica" pero con pedigr¨ª filos¨®fico.
Tras las declaraciones del Presidente alem¨¢n, el gobierno de Angela Merkel tiene un problema. De momento marca la pauta el Ministro de Econom¨ªa, Sigmar Gabriel, quien ha despejado el planteamiento griego tachando de "majader¨ªa" la idea de relacionar la deuda griega de hoga?o con la alemana de anta?o. Los ciento sesenta millones que pag¨® Alemania a Grecia en 1960 cancelan el pleito (Grecia cifra en 278.000 millones de euros lo que se les debe). Es posible que con el derecho en la mano, la deuda alemana no tenga mucho recorrido legal. Pero de momento lo que se plantea es la responsabilidad pol¨ªtica que deber¨ªa tener una vertiente de reparaci¨®n moral y otra econ¨®mica. Esta exigencia est¨¢ plenamente fundamentada de acuerdo con los grandes expertos alemanes (los mejores del mundo) en asunto de memoria. Uno de ellos les anima a gestionar ya la responsabilidad pol¨ªtica so pena de que se les eche encima la culpa moral y la penal. Se llama Walter Benjamin y dej¨® escrito que "la memoria abre expedientes que el derecho o la historia dan por cancelados". Algo as¨ª apuntaba Joachim Gauck el a?o pasado en Grecia al decir que la ausencia de gestos de expiaci¨®n "generan culpas" que obligan a mucho m¨¢s.
Reyes Mate es profesor del CSIC. Fue premio Nacional de Ensayo en 2009 por La herencia del olvido (Errata Naturae). Su ¨²ltimo libro es Tratado de la injusticia (Anthropos).
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