El proyecto Hildegart

En alg¨²n momento de la madrugada del 9 de junio de 1933, en su piso de la madrile?a calle de Galileo, Aurora Rodr¨ªguez le descerraj¨® cuatro tiros a su hija Hildegart mientras la joven ¨Ca¨²n no hab¨ªa cumplido los 19¨C dorm¨ªa. La historia, de por s¨ª truculenta, supera el dramatismo si tenemos en cuenta que Hildegart hab¨ªa sido concebida con un prop¨®sito experimental: demostrar que una correcta selecci¨®n gen¨¦tica unida a una educaci¨®n esmerada derivar¨ªan en una evoluci¨®n positiva para el ser humano.

Cuando fue sacrificada en aras de la eugenesia ¨Co, m¨¢s bien, de la locura materna¨C, Hildegart era una mujer excepcional: precoz desde su m¨¢s tierna infancia, se licenci¨® en Derecho con tan solo 17 a?os y, despu¨¦s, simultane¨® los estudios de Medicina con los de Filosof¨ªa y Letras; hab¨ªa escrito ya 15 libros y numerosos art¨ªculos period¨ªsticos; era una destacada militante anarquista y se encontraba en la vanguardia del movimiento feminista. Era, adem¨¢s, una intelectual de prestigio en los c¨ªrculos m¨¦dicos europeos m¨¢s avanzados en materia de sexolog¨ªa. En 1930 Hildegart era sin¨®nimo de revoluci¨®n sexual.

A medio camino entre el doctor Frankenstein y el m¨ªtico Pigmali¨®n, Aurora Rodr¨ªguez sustent¨® toda su vida en funci¨®n, m¨¢s que de su hija, de su proyecto Hildegart. Tremenda y cruel contradicci¨®n, la de pretender educar a una criatura para que sea libre, cort¨¢ndole las alas en el momento en que echa a volar. Porque su decisi¨®n de quitarle la vida se hizo firme cuando la hija manifest¨® su prop¨®sito de independizarse, de seguir su carrera en el extranjero, despeg¨¢ndose as¨ª de una madre absorbente y posesiva hasta lo enfermizo: su historia cl¨ªnica fue desvelada en 1987 por el (anti)psiquiatra Guillermo Rendueles en El manuscrito encontrado en Ciempozuelos.