_
_
_
_
Reportaje:[46] MALOS DE LA HISTORIA

La madre ara?a

Aurora rodr?guez sufr¨ªa de graves delirios de grandeza. Un d¨ªa decidi¨® emular a Dios y tener un hijo que salvara a la Humanidad. Fue ni?a: Hildegart. La amaestr¨®, la educ¨®, la convirti¨® en figura pol¨ªtica y p¨²blica. A los 17 a?os ya hab¨ªa terminado la carrera de Derecho. Pero pronto quiso ser libre. Y su madre la mat¨®.

Rosa Montero

Contemos cuanto antes los hechos escuetos, sobradamente conocidos y aterradores en su simplicidad mort¨ªfera. Todo sucedi¨® en Espa?a y hace casi un siglo. Aurora Rodr¨ªguez era una mujer con graves delirios de grandeza. Tan graves que un buen d¨ªa decidi¨® emular a Dios y tener un hijo que salvara a la Humanidad. O, mejor, una hija, una ni?a a la que educar¨ªa para ser la Primera Mujer Libre, el prototipo de la nueva sociedad. Y as¨ª, Aurora program¨® su embarazo y pari¨® a Hildegart, a quien amaestr¨® desde la cuna con f¨¦rrea mano de domadora circense, hasta convertirla en un ejemplar an¨®malo y excepcional, en una pobre ni?a prodigio. Hildegart aprendi¨® a leer antes de los dos a?os, a escribir antes de los tres. Con ocho dominaba el franc¨¦s, el ingl¨¦s y el alem¨¢n. Con catorce se lanz¨® a la vida p¨²blica y comenz¨® a escribir en los peri¨®dicos, a dar conferencias, a redactar libros, a participar en la pol¨ªtica (ingres¨® en las Juventudes Socialistas y en UGT). A los diecisiete hab¨ªa terminado la carrera de derecho y era famosa. Un a?o despu¨¦s, en 1933, Hildegart quiso hacer uso de esa libertad para la que supuestamente hab¨ªa sido educada. Quiso independizarse de su madre. Y Aurora, para impedirlo, le peg¨® cuatro tiros una noche de verano, mientras dorm¨ªa.

Cre¨ªa que ella iba a ser la salvadora del mundo

Esta historia truculenta ocasion¨® en su momento un enorme revuelo, no s¨®lo por el morbo de parricidio y por la popularidad de la v¨ªctima, sino tambi¨¦n por razones pol¨ªticas: Hilde era una figura radical y pol¨¦mica, militaba en la izquierda (en 1932 rompi¨® con los socialistas e ingres¨® en el Partido Federal), era una muchacha que hablaba de sexo y que arremet¨ªa contra las prerrogativas de una rancia Iglesia. De hecho, el juicio de Aurora, celebrado en 1934, estuvo muy mediatizado por la ideolog¨ªa y visto desde hoy resulta un disparate. Aurora Rodr¨ªguez era una mujer mentalmente muy enferma. Tanto sus actitudes como sus declaraciones ante el tribunal fueron por completo delirantes pero, aun as¨ª, los peritos psiqui¨¢tricos del fiscal dictaminaron que estaba en sus cabales, y por consiguiente fue condenada a 26 a?os de prisi¨®n. Con esta sentencia probablemente se pretend¨ªa demostrar que el horrible crimen no hab¨ªa sido un producto de la enajenaci¨®n, sino de la disoluci¨®n de costumbres y de la depravaci¨®n de los izquierdistas.

Aurora acogi¨® el veredicto con regocijo mesi¨¢nico. Durante el juicio ya hab¨ªa protestado contra su propio abogado defensor por decir que estaba loca, cosa que, naturalmente, ella negaba. Ahora, declar¨®, iba a aprovechar su paso por la c¨¢rcel para reformar por completo el sistema de prisiones. Disparataba tanto y era tan violenta que en la c¨¢rcel se convirti¨® inmediatamente en un problema. All¨ª, claro est¨¢, era imposible negar la evidencia de su desequilibrio, de manera que a los pocos meses el director de la prisi¨®n pidi¨® otro informe m¨¦dico y consigui¨® que Aurora fuera trasladada al psiqui¨¢trico de Ciempozuelos en 1935.

Al a?o siguiente estallar¨ªa la Guerra Civil, esa gran locura colectiva que arras¨® con todo. Tambi¨¦n con la historia de Aurora y Hildegart, que quiz¨¢ hab¨ªa quedado demasiado pegada, por proximidad temporal, al conflicto b¨¦lico. Tal vez sea por eso por lo que este caso fascinante ha sido tan poco estudiado. Existe una escas¨ªsima documentaci¨®n sobre el tema (un texto de un contempor¨¢neo, Eduardo de Guzm¨¢n; una pel¨ªcula de Fernando Fern¨¢n-G¨®mez; dos o tres trabajos period¨ªsticos y cient¨ªficos) y si no fuera por el libro esencial de Rosa Cal, A m¨ª no me doblega nadie (Edicios do Castro), que es un trabajo de investigaci¨®n casi detectivesco sobre documentos originales, apenas si sabr¨ªamos nada sobre la verdadera tragedia de esta historia. Sobre el horror que se oculta bajo la escueta noticia criminal.

De hecho, durante mucho tiempo se crey¨® que Aurora hab¨ªa permanecido en prisi¨®n y que, puesta en libertad tras las excarcelaciones de 1936, se hab¨ªa esfumado en el ancho mundo. Hasta que en 1987 el psiquiatra Guillermo Rendueles y el psic¨®logo Alejandro C¨¦spedes encontraron en Ciempozuelos el historial de Aurora Rodr¨ªguez y lo hicieron p¨²blico. As¨ª se supo que la parricida hab¨ªa sido enviada al sanatorio mental y que ya no lo hab¨ªa abandonado hasta morir, olvidada de todos, veinte a?os m¨¢s tarde.

La lectura del historial cl¨ªnico de Aurora resulta angustiosa. En primer lugar, porque es un ejemplo de una literatura psiqui¨¢trica dura y arcaica, m¨¢s cercana al atestado policial que al informe m¨¦dico. En una treintena de folios (pocos me parecen para veinte a?os), las palabras de la paciente son recogidas con una especie de desinter¨¦s mec¨¢nico: ya se sabe que, en los viejos manicomios, imperaba el criterio de que los locos s¨®lo dec¨ªan locuras, esto es, cosas sin sentido, cuando lo cierto es que lo que llamamos locura consiste precisamente en darle otro sentido a la realidad. Pero es que adem¨¢s el informe cl¨ªnico va haciendo un retrato desolador de la lenta demolici¨®n de Aurora, de su progresivo destrozo como persona. En prisi¨®n, Rodr¨ªguez pod¨ªa seguir consider¨¢ndose una heroica y grandiosa reformadora social perseguida por sus ideas; pero en el psiqui¨¢trico no era m¨¢s que esa loca a quien nadie hace caso, a quien nadie ve, de la que nadie se acuerda. En las primeras entrevistas todav¨ªa era la Aurora de antes, pedante, egoc¨¦ntrica y terrible. Una mujer abominable. Instalada a¨²n en su delirio demi¨²rgico, se dedic¨® a confeccionar mu?ecos de tama?o natural con genitales y el pene erecto, ya que no pod¨ªa volver a crear una mu?eca de carne y hueso como la pobre Hilde. Pero esa etapa de frenes¨ª prepotente dur¨® poco. Diez a?os despu¨¦s apenas si hablaba, s¨®lo lloraba y repet¨ªa que sufr¨ªa espantosamente y que su ¨²nico deseo era morir fuera del psiqui¨¢trico. En los ¨²ltimos cinco a?os se neg¨® a ver a los m¨¦dicos, ni siquiera a los de medicina general. Estaba ciega y viv¨ªa en un infierno depresivo.

S¨ª, el destino de Aurora es sobrecogedor y mueve a compasi¨®n. Pero, al mismo tiempo, uno experimenta un primitivo sentimiento justiciero, como si la mujer hubiera merecido tal castigo. Porque es un ser que resulta odioso. Nunca se arrepinti¨® de haber asesinado a su hija, antes al contrario, se vanagloriaba de ello: "Como una gran artista que puede destruir su obra si le place, porque un rayo de luz se la muestra imperfecta, as¨ª hice yo con mi hija a quien hab¨ªa plasmado y era mi obra". Solemos decir de manera err¨®nea que alguien es un loco (sin embargo, nunca decimos que un enfermo de c¨¢ncer es un canceroso, por ejemplo), como si eso, la locura, fuese todo lo que ese individuo es. Pero no es cierto: m¨¢s all¨¢ de la dolencia mental sigue existiendo la persona. Y Aurora Rodr¨ªguez era una de las personas m¨¢s malvadas que imaginarse pueda. Una mujer violenta, cruel, egomaniaca, desp¨®tica e inclemente que se disfrazaba con un perverso discurso de abnegaci¨®n y hero¨ªsmo. Su desequilibrio ps¨ªquico no hizo m¨¢s que multiplicar estos siniestros rasgos hasta el delirio.

Aurora Rodr¨ªguez hab¨ªa nacido en 1879 en Ferrol, hija de un abogado adinerado y dentro de una familia con fama de ser bastante extravagante. Nunca fue al colegio, pero se ley¨® toda la biblioteca paterna, que abundaba en textos de socialistas ut¨®picos: Saint Simon, Owen, Fourier y sus falansterios. De estos pensadores premarxistas, que intentaban encontrar un modo de aliviar el sufrimiento de la clase obrera; del superhombre nietzschiano y de las teor¨ªas eugen¨¦sicas, tan en boga entonces, que apostaban por la creaci¨®n cient¨ªfica de una raza de seres superiores, sac¨® Aurora un indigesto y confuso ideario revolucionario que se resum¨ªa, esencialmente, en que ella iba a ser la salvadora del mundo. Ya a los 23 a?os pens¨® en crear una colonia eugen¨¦sica en una de las fincas de la familia, con sirvientes seleccionados a los que cruzar¨ªa entre s¨ª y educar¨ªa correctamente, y a los que luego enviar¨ªa a repoblar la Tierra. Esta especie de ganader¨ªa de superhombres no lleg¨® a realizarse: incluso la propia Aurora debi¨® de ver que era impracticable. Pero fue un antecedente del experimento con su hija.

Aurora adoraba a su padre y detestaba a su madre de una manera an¨®mala y extrema. Era profundamente mis¨®gina: los varones le repugnaban f¨ªsicamente, pero las personas de su propio sexo le parec¨ªan indignas: "La mujer es, por doloroso que resulte confesarlo, lo peor de la especie humana", dec¨ªa, por ejemplo. Y tambi¨¦n: "La mujer en general carece de alma. Hay animales con un alma mucho m¨¢s exquisita que la mujer". En esto Aurora era totalmente convencional, porque la inmensa mayor¨ªa de los varones de entonces opinaban barbaridades semejantes. Me imagino lo mucho que debi¨® de odiar Aurora su condici¨®n femenina, siendo como era tan altiva y soberbia, tan ¨¢vida de alcanzar el m¨¢s alto destino de la Tierra. ?Y c¨®mo iba a llegar a esas alturas sublimes de poder y prestigio, si no era m¨¢s que una mujer en un tiempo en el que las mujeres no eran nada? Resolvi¨® el problema recurriendo al ¨²nico poder esencial que nunca han podido arrebatar los hombres a las mujeres, ni siquiera en los momentos de mayor sexismo: la capacidad de engendrar. La tr¨¢gica historia de Aurora y Hildegart es un producto de su ¨¦poca.

Rodr¨ªguez vivi¨® soltera y virgen con su padre hasta que ¨¦ste muri¨® cuando ella ten¨ªa 35 a?os. Entonces, due?a ya de su herencia y de su destino, puso en marcha su plan. Ya hab¨ªa escogido al posible padre, un capell¨¢n castrense bastante estrafalario, medio escritor, medio aventurero. Se acost¨® con ¨¦l tres veces en los d¨ªas adecuados y s¨®lo con el fin de pre?arse, cosa que logr¨®. A continuaci¨®n se mud¨® a Madrid, en donde dio a luz a Hilde en diciembre de 1914.

Y ah¨ª empez¨® el largo, largu¨ªsimo tormento de la ni?a. Una cr¨ªa que nunca tuvo amigos. Que jam¨¢s pudo jugar con chicos de su edad. "No he tenido infancia", le dijo un d¨ªa Hildegart al periodista Eduardo de Guzm¨¢n: "La necesit¨¦ ¨ªntegra para estudiar sin descanso de d¨ªa y de noche". Una vecina con la que las dos mujeres llegaron a entablar bastante relaci¨®n (Hilde le llamaba la abuelita) declar¨® en el juicio que en doce a?os jam¨¢s las hab¨ªa visto besarse, y la propia Aurora dijo que hab¨ªa acariciado a su hija en muy contadas ocasiones, y s¨®lo cuando ya estaba muy crecida. Tambi¨¦n reconoci¨® que a veces la pegaba. La madre de una compa?era de colegio dijo que Aurora, "que nos era odiosa a todas las dem¨¢s madres", iba a llevar y a recoger a Hilde a clase, y que era raro el d¨ªa en que no la cubr¨ªa de improperios y golpes por alg¨²n motivo nimio, un l¨¢piz perdido, un error en un ejercicio.

Imaginemos a esa ni?a completamente sola, sometida al s¨¢dico capricho de una madre demente. A?o tras a?o, Aurora oblig¨® a Hilde a cumplir su mesi¨¢nico programa; y cuando la cr¨ªa alcanz¨® los catorce, la lanz¨® al mundo como conferenciante, pol¨ªtica, periodista, escritora. Para entonces viv¨ªan en un peque?o ¨¢tico de dos habitaciones y terraza en Galileo, 44, tan aisladas de todos que en la mesa del comedor s¨®lo hab¨ªa dos sillas. Iban siempre vestidas de negro, "para evitar las tentaciones de la coqueter¨ªa". Hilde se pasaba el d¨ªa aporreando su m¨¢quina de escribir. "?Trabaja, hija, trabaja!", ordenaba Aurora cada vez que se deten¨ªa el tecleo siquiera un instante (lo cont¨® la criada). La madre acompa?aba a su hija absolutamente a todas partes, incluso a las reuniones de partido; y si, cuando iban a un peri¨®dico a entregar alg¨²n art¨ªculo, Hildegart se entreten¨ªa hablando un momento con los compa?eros, Aurora le obligaba a interrumpir la charla y a marcharse, en m¨¢s de una ocasi¨®n con l¨¢grimas en los ojos.

Todo esto era ya lo suficientemente horrible, pero, aunque parezca mentira, empeor¨®. Hildegart se hab¨ªa convertido en una muchacha grande y robusta con un rostro carnoso que, en las fotos, parece soso y p¨¢nfilo, pero que en vivo deb¨ªa de tener su gracia, porque todos los contempor¨¢neos la defin¨ªan como una chica guapa (el mismo d¨ªa del asesinato, cuando le preguntaron por qu¨¦ hab¨ªa matado a su hija, Aurora contest¨®: "Porque era tan hermosa"). Y adem¨¢s estaba teniendo un ¨¦xito tremendo, el ¨¦xito al que siempre la empuj¨® su madre, pero que ahora sin duda provocaba grandes celos en Aurora. Por ¨²ltimo, Hilde crec¨ªa y quer¨ªa vivir, respirar por s¨ª sola, liberarse de ese encierro uterino y enloquecedor en el que estaba atrapada y que defini¨® muy bien el socialista Juli¨¢n Besteiro, que fue profesor de la muchacha: "En los estudios Hilde es, sencillamente, formidable, pero este fen¨®meno de ir tan pegada a su madre me evoca la imagen de una cr¨ªa de canguro encapsulada en bolsa invisible y con el cord¨®n umbilical intacto".

Todas estas circunstancias empeoraron gravemente los s¨ªntomas de Aurora, que estaba m¨¢s enajenada cada d¨ªa. Empez¨® a imaginar diab¨®licas conjuras para captar la voluntad de Hildegart, conjuras en realidad encaminadas a acabar con ella, con Aurora, pues ella era en verdad la ¨²nica importante y los enemigos s¨®lo usaban a su hija como veh¨ªculo para hacer da?o a la insigne madre. Mientras tanto, la fama de Hildegart traspasaba fronteras. Se carteaba habitualmente con el escritor H. G. Wells y con el no menos famoso sex¨®logo Havelock-Ellis. Ambos brit¨¢nicos le aconsejaron que fuera a pasar una temporada a Inglaterra, y esa propuesta debi¨® de ser como un sue?o de liberaci¨®n para Hilde. Adem¨¢s parece ser que la muchacha se enamorisc¨® de un joven pol¨ªtico, Abel Velilla, compa?ero del Partido Federal. Eso termin¨® de cerrar la trampa mortal. Hay una foto conmovedora de la muchacha, tal vez la ¨²ltima que le hicieron: ha cortado sus pesadas y aburridas trenzas y luce un pelo cortito, coqueto y rizado. Adem¨¢s, va adornada con pendientes y un modesto collar. Se hab¨ªa convertido en una mujer que quer¨ªa gustar. Una aberraci¨®n para su madre. "Desgraciadamente, cada d¨ªa notaba que mi influencia (en Hildegart) era menor", declar¨® Aurora en el juicio. Y no estaba dispuesta a consentirlo.

Para abril de 1933 la agresiva paranoia de Aurora se hab¨ªa hecho insoportable. Un d¨ªa Hildegart le pidi¨® que la dejara vivir sola, o al menos con la vecina a la que llamaban la abuelita. La petici¨®n gener¨® broncas, violencia, dramas desquiciados, noches enteras de tortura emocional. Al cabo, Aurora fingi¨® aceptar. Pero todo era una mera apariencia. A finales de un mes de mayo t¨®rrido, Hilde mand¨® una tarjeta al periodista Cohucelo, una de las pocas personas que manten¨ªan alg¨²n trato con las dos mujeres: "Amigo Cohucelo, venga a vernos esta noche si es posible, hay algo urgente". El hombre acudi¨® y le recibieron en la terraza. Aurora explic¨® que Hilde parec¨ªa mostrar especial inter¨¦s en Abel Velilla, y que su hija no estaba en el mundo para contraer matrimonio: "Casarla ser¨ªa tanto como sacrificar la misi¨®n para la que ha venido a la Tierra". Al o¨ªr esto, Hildegart se levant¨® y llor¨® durante largo rato contemplando el cielo: "?Me muero!", sollozaba. Dos d¨ªas despu¨¦s, Cohucelo, a¨²n impresionado, llam¨® por tel¨¦fono. Descolg¨® Hilde, a quien el periodista pregunt¨®: "?C¨®mo va ese valor?". "No puedo hablar, acaba de llegar mi madre. S¨®lo tengo ganas de morirme", dijo la muchacha, y colg¨® abruptamente.

Desde el 27 de mayo, la noche de la visita de Cohucelo, hasta el 9 de junio, fecha del asesinato, Aurora pr¨¢cticamente secuestr¨® a su hija en el sofocante, recalentado ¨¢tico de la calle Galileo. La madre no abr¨ªa la puerta a las visitas e incluso lleg¨® a arrancar el tel¨¦fono para que Hilde no pudiera hablar con nadie. Estremece imaginar lo que debieron de ser esos ¨²ltimos d¨ªas de encierro y de tormento, de calor y violencia. A finales de mayo, Aurora hab¨ªa pedido a una vecina que le guardara los tiestos y los perros mientras ella hac¨ªa un viaje a Cuba de tres o cuatro meses, y le hab¨ªa dado cuatro pesetas por el servicio. Es una mentira que demuestra que ya para entonces ten¨ªa planeado asesinar a su hija. Y que pensaba que con tres o cuatro meses saldr¨ªa libre.

El 8 de junio volvieron a discutir. Como cada d¨ªa, Hilde insisti¨® en irse y Aurora en torturarla. La muchacha, agotada, se acost¨® y se durmi¨®. Su madre pas¨® la noche de rodillas delante de la cama de su hija, vi¨¦ndola dormir. "Y en el centro puntual de la mara?a, Dios, la Ara?a", escribi¨® la poeta argentina Alejandra Pizarnik antes de suicidarse. Cuando amaneci¨®, la madre ara?a se desembaraz¨® de la sirvienta orden¨¢ndole que sacara a los perros. Luego cogi¨® un peque?o rev¨®lver que guardaba en el armario y dispar¨® a Hilde en el lado izquierdo de la frente; a continuaci¨®n le meti¨® otra bala casi en el mismo lugar. Despu¨¦s le dio un tiro en el coraz¨®n y, por ¨²ltimo, "a¨²n dispar¨¦ un tiro de gracia en el carrillo izquierdo". Extra?o lugar para colocar un tiro de gracia, puesto que no afecta a ¨®rganos vitales. Pero, eso s¨ª, consigui¨® destrozarle la cara. El hermoso rostro de su hija.

Hay un detalle aterrador que a¨²n no he contado y que permite intuir la sordidez y la asfixia de ese infierno dom¨¦stico: en la casa de Galileo s¨®lo hab¨ªa un dormitorio. Compart¨ªan incluso la habitaci¨®n. Me pregunto cu¨¢ntas madrugadas debi¨® de pasarse Aurora en vela vigilando el sue?o de su hija, celosa tal vez de esas inevitables horas de descanso en las que Hilde no era del todo suya. Y me pregunto si la muchacha estaba durmiendo de verdad en esa ¨²ltima noche; si no ten¨ªa miedo de la alucinada, venenosa mirada de su madre. Tal vez la vio venir con la pistola; y tal vez esa violencia final no fue sino un alivio, la ¨²nica liberaci¨®n posible para la v¨ªctima atrapada en la pegajosa y letal tela de ara?a.

Bibliograf¨ªa: 'A m¨ª no me doblega nadie', Rosa Cal, Edicios do Castro. 'Aurora de sangre', Eduardo de Guzm¨¢n, Edit. G. del Toro. '?Criminales o locos?', Raquel ?lvarez Pel¨¢ez y Rafael Huertas Garc¨ªa-Alejo, CSIC, Cuadernos Galileo de Historia de la Ciencia. 'Aurora Rodr¨ªguez, la tragedia de la Eva futura', Jos¨¦ Manuel Fajardo, Cambio 16 (11-5-87). V¨¦ase tambi¨¦n la pel¨ªcula 'Mi hija Hildegart', de Fernando Fern¨¢n-G¨®mez.

Hildegart no tuvo infancia, ni juegos, ni amigos. A los 17 a?os era ya abogada. Su madre la mat¨® a tiros mientras dorm¨ªa.
Hildegart no tuvo infancia, ni juegos, ni amigos. A los 17 a?os era ya abogada. Su madre la mat¨® a tiros mientras dorm¨ªa.

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo

?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?

Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.

?Por qu¨¦ est¨¢s viendo esto?

Flecha

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.

En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PA?S
Recomendaciones EL PA?S
Recomendaciones EL PA?S
_
_
seductrice.net
universo-virtual.com
buytrendz.net
thisforall.net
benchpressgains.com
qthzb.com
mindhunter9.com
dwjqp1.com
secure-signup.net
ahaayy.com
tressesindia.com
puresybian.com
krpano-chs.com
cre8workshop.com
hdkino.org
peixun021.com
qz786.com
utahperformingartscenter.org
worldqrmconference.com
shangyuwh.com
eejssdfsdfdfjsd.com
playminecraftfreeonline.com
trekvietnamtour.com
your-business-articles.com
essaywritingservice10.com
hindusamaaj.com
joggingvideo.com
wandercoups.com
wormblaster.net
tongchengchuyange0004.com
internetknowing.com
breachurch.com
peachesnginburlesque.com
dataarchitectoo.com
clientfunnelformula.com
30pps.com
cherylroll.com
ks2252.com
prowp.net
webmanicura.com
sofietsshotel.com
facetorch.com
nylawyerreview.com
apapromotions.com
shareparelli.com
goeaglepointe.com
thegreenmanpubphuket.com
karotorossian.com
publicsensor.com
taiwandefence.com
epcsur.com
mfhoudan.com
southstills.com
tvtv98.com
thewellington-hotel.com
bccaipiao.com
colectoresindustrialesgs.com
shenanddcg.com
capriartfilmfestival.com
replicabreitlingsale.com
thaiamarinnewtoncorner.com
gkmcww.com
mbnkbj.com
andrewbrennandesign.com
cod54.com
luobinzhang.com
faithfirst.net
zjyc28.com
tongchengjinyeyouyue0004.com
nhuan6.com
kftz5k.com
oldgardensflowers.com
lightupthefloor.com
bahamamamas-stjohns.com
ly2818.com
905onthebay.com
fonemenu.com
notanothermovie.com
ukrainehighclassescort.com
meincmagazine.com
av-5858.com
yallerdawg.com
donkeythemovie.com
corporatehospitalitygroup.com
boboyy88.com
miteinander-lernen.com
dannayconsulting.com
officialtomsshoesoutletstore.com
forsale-amoxil-amoxicillin.net
generictadalafil-canada.net
guitarlessonseastlondon.com
lesliesrestaurants.com
mattyno9.com
nri-homeloans.com
rtgvisas-qatar.com
salbutamolventolinonline.net
sportsinjuries.info
wedsna.com
rgkntk.com
bkkmarketplace.com
zxqcwx.com
breakupprogram.com
boxcardc.com
unblockyoutubeindonesia.com
fabulousbookmark.com
beat-the.com
guatemala-sailfishing-vacations-charters.com
magie-marketing.com
kingstonliteracy.com
guitaraffinity.com
eurelookinggoodapparel.com
howtolosecheekfat.net
marioncma.org
oliviadavismusic.com
shantelcampbellrealestate.com
shopleborn13.com
topindiafree.com
v-visitors.net
djjky.com
053hh.com
originbluei.com
baucishotel.com
33kkn.com
intrinsiqresearch.com
mariaescort-kiev.com
mymaguk.com
sponsored4u.com
crimsonclass.com
bataillenavale.com
searchtile.com
ze-stribrnych-struh.com
zenithalhype.com
modalpkv.com
bouisset-lafforgue.com
useupload.com
37r.net
autoankauf-muenster.com
bantinbongda.net
bilgius.com
brabustermagazine.com
indigrow.org
miicrosofts.net
mysmiletravel.com
selinasims.com
spellcubesapp.com
usa-faction.com
hypoallergenicdogsnames.com
dailyupdatez.com
foodphotographyreviews.com
cricutcom-setup.com
chprowebdesign.com
katyrealty-kanepa.com
tasramar.com
bilgipinari.org
four-am.com
indiarepublicday.com
inquick-enbooks.com
iracmpi.com
kakaschoenen.com
lsm99flash.com
nana1255.com
ngen-niagara.com
technwzs.com
virtualonlinecasino1345.com
wallpapertop.net
casino-natali.com
iprofit-internet.com
denochemexicana.com
eventhalfkg.com
medcon-taiwan.com
life-himawari.com
myriamshomes.com
nightmarevue.com
healthandfitnesslives.com
androidnews-jp.com
allstarsru.com
bestofthebuckeyestate.com
bestofthefirststate.com
bestwireless7.com
britsmile.com
declarationintermittent.com
findhereall.com
jingyou888.com
lsm99deal.com
lsm99galaxy.com
moozatech.com
nuagh.com
patliyo.com
philomenamagikz.net
rckouba.net
saturnunipessoallda.com
tallahasseefrolics.com
thematurehardcore.net
totalenvironment-inthatquietearth.com
velislavakaymakanova.com
vermontenergetic.com
kakakpintar.com
jerusalemdispatch.com
begorgeouslady.com
1800birks4u.com
2wheelstogo.com
6strip4you.com
bigdata-world.net
emailandco.net
gacapal.com
jharpost.com
krishnaastro.com
lsm99credit.com
mascalzonicampani.com
sitemapxml.org
thecityslums.net
topagh.com
flairnetwebdesign.com
rajasthancarservices.com
bangkaeair.com
beneventocoupon.com
noternet.org
oqtive.com
smilebrightrx.com
decollage-etiquette.com
1millionbestdownloads.com
7658.info
bidbass.com
devlopworldtech.com
digitalmarketingrajkot.com
fluginfo.net
naqlafshk.com
passion-decouverte.com
playsirius.com
spacceleratorintl.com
stikyballs.com
top10way.com
yokidsyogurt.com
zszyhl.com
16firthcrescent.com
abogadolaboralistamd.com
apk2wap.com
aromacremeria.com
banparacard.com
bosmanraws.com
businessproviderblog.com
caltonosa.com
calvaryrevivalchurch.org
chastenedsoulwithabrokenheart.com
cheminotsgardcevennes.com
cooksspot.com
cqxzpt.com
deesywig.com
deltacartoonmaps.com
despixelsetdeshommes.com
duocoracaobrasileiro.com
fareshopbd.com
goodpainspills.com
hemendekor.com
kobisitecdn.com
makaigoods.com
mgs1454.com
piccadillyresidences.com
radiolaondafresca.com
rubendorf.com
searchengineimprov.com
sellmyhrvahome.com
shugahouseessentials.com
sonihullquad.com
subtractkilos.com
valeriekelmansky.com
vipasdigitalmarketing.com
voolivrerj.com
worldhealthstory.com
zeelonggroup.com
1015southrockhill.com
10x10b.com
111-online-casinos.com
191cb.com
3665arpentunitd.com
aitesonics.com
bag-shokunin.com
brightotech.com
communication-digitale-services.com
covoakland.org
dariaprimapack.com
freefortniteaccountss.com
gatebizglobal.com
global1entertainmentnews.com
greatytene.com
hiroshiwakita.com
iktodaypk.com
jahatsakong.com
meadowbrookgolfgroup.com
newsbharati.net
platinumstudiosdesign.com
slotxogamesplay.com
strikestaruk.com
techguroh.com
trucosdefortnite.com
ufabetrune.com
weddedtowhitmore.com
12940brycecanyonunitb.com
1311dietrichoaks.com
2monarchtraceunit303.com
601legendhill.com
850elaine.com
adieusolasomade.com
andora-ke.com
bestslotxogames.com
cannagomcallen.com
endlesslyhot.com
iestpjva.com
ouqprint.com
pwmaplefest.com
qtylmr.com
rb88betting.com
buscadogues.com
1007macfm.com
born-wild.com
growthinvests.com
promocode-casino.com
proyectogalgoargentina.com
wbthompson-art.com
whitemountainwheels.com
7thavehvl.com
developmethis.com
funkydogbowties.com
travelodgegrandjunction.com
gao-town.com
globalmarketsuite.com
blogshippo.com
hdbka.com
proboards67.com
outletonline-michaelkors.com
kalkis-research.com
thuthuatit.net
buckcash.com
hollistercanada.com
docterror.com
asadart.com
vmayke.org
erwincomputers.com
dirimart.org
okkii.com
loteriasdecehegin.com
mountanalog.com
healingtaobritain.com
ttxmonitor.com
nwordpress.com
11bolabonanza.com