32 cosas que un hombre debe hacer solo (al menos una vez en la vida)

Los hombres somos incapaces de hacer dos cosas a la vez; por tanto, nos dejamos muchas en el tintero. Y algunas son importantes: tienen que ver con la salud, el disfrute del tiempo libre, o simplemente nos recargar¨¢n las pilas y nos resultar¨¢n placenteras. Otras har¨¢n que aflore el tipo sensible que llevamos dentro. Y lo mejor: podemos hacerlas solos. He aqu¨ª una lista imprescindible de actividades que todos deber¨ªamos llevar a cabo en solitario al menos una vez en la vida.

1. Hacer la coleta a su hija

Una norma no escrita exige que las ni?as vayan al colegio con el pelo recogido. Al principio, a todo padre le resulta chocante, puesto que la mayor¨ªa vemos en una melena suelta, oscilante y sedosa la viva imagen de la belleza. Pero tras un par de indirectas aqu¨ª y all¨¢ no nos queda m¨¢s remedio que ponernos manos a la obra. Y no es tan f¨¢cil. Puede que la cola de caballo lo sea, pero ?qu¨¦ me dice de la coleta ladeada o las dos coletas, que han de quedar perfectamente sim¨¦tricas, ondeando como penachos encima de las orejas? Y, sin embargo, ese momento de intimidad hija-padre, esa varita m¨¢gica de belleza en nuestras manos¡­ no tiene precio.

2. Leer Cincuenta sombras de Grey

Aunque solo sea por curiosidad. ?Qu¨¦ tiene el dichoso libro para haber seducido a millones de mujeres? Para descubrirlo hay que leerlo, y mejor a cubierto de miradas suspicaces. ¡°Es una novela dirigida al p¨²blico femenino, escrita, protagonizada y narrada desde el punto de vista de una mujer¡±, explica Ana Liar¨¢s, directora literaria de Grijalbo y responsable del lanzamiento en Espa?a de la saga. ¡°Pero si yo fuera hombre querr¨ªa descubrir qu¨¦ encierra esa lectura que seg¨²n las encuestas ha cambiado las relaciones sexuales de las espa?olas. Cabe que los hombres se pregunten: '?Qu¨¦ tendr¨¢ Christian Grey que no tenga yo?¡±, apunta Liar¨¢s.

3. Someterse a un tratamiento de belleza

Masajes, tratamientos faciales con caviar, envoltura de algas, manicuras¡­ tambi¨¦n son cosas de hombres. Porque nosotros lo valemos. ¡°Porque queremos estar mejor con nosotros mismos, porque no nos gusta c¨®mo tenemos la piel (poros dilatados, exceso de grasa, couperosis o enrojecimiento facial) o simplemente porque nos atrae la sensaci¨®n de piel limpia, hidratada y nos apetece mimarnos un poco¡±, sostiene Soledad Tobar, responsable de las franquicias Life & Men, un centro especializado en est¨¦tica para hombres. ¡°Para nada es poco masculino¡±, a?ade. ¡°Solo hay que encontrar las manos y conocimientos adecuados y que entiendan la piel del hombre para conseguir resultados estupendos¡±.

4. Viajar solo, incluso teniendo pareja

?Piensa que viajar solo es cosa de solteros, viudos o gente sin amigos? Error. Est¨¦ felizmente emparejado o tenga un amplio c¨ªrculo de amistades, puede que sus vacaciones no coincidan con las de su entorno, sus gustos aventureros no sean secundados o, simplemente, le apetezca poner tierra de por medio unos d¨ªas. ¡°Uno se siente m¨¢s libre¡±, dice Santiago Rey, director de la agencia Yporqu¨¦nosolo (Madrid), que lleva doce a?os poniendo en ruta a viajeros solitarios. ¡°Con la familia o amigos, donde hay roles establecidos, muchos se cohiben. Viajando solos, hacen realmente lo que quieren hacer¡±, a?ade. Desde elegir destino y hotel a d¨®nde cenar y hora de levantarse. Y si se enrola en un viaje organizado, adem¨¢s conocer¨¢ gente.

5. Escribir un diario (o intentarlo)No lo vea como algo m¨¢s propio de su hija adolescente. Los adultos varones tambi¨¦n podemos encontrar sentido a plasmar en papel nuestras experiencias diarias, dudas y reflexiones. ¡°No solo es una ayuda para quienes tienen mala memoria¡±, dice el psic¨®logo Enrique Garc¨ªa Huete, director de Quality Psic¨®logos (Madrid). ¡°Cuando ponemos las palabras por escrito estructuramos el pensamiento. Es parte de la higiene mental. Adem¨¢s, esta rutina nos obliga a dedicarnos un rato al d¨ªa a nosotros mismos. Se lo recomendamos a altos directivos como parte del coaching. Obtienen mayor rendimiento y concentraci¨®n¡±.

6. Ir al ur¨®logo

Puede resultar algo embarazoso, pero si cree que puede padecer problemas de eyaculaci¨®n precoz, infertilidad, disfunci¨®n er¨¦ctil o patolog¨ªas de pr¨®stata, acuda al especialista. Y aunque no sea as¨ª, la Asociaci¨®n Espa?ola de Urolog¨ªa recomienda someterse a una revisi¨®n a partir de los 50 a?os, a fin de prevenir el c¨¢ncer de pr¨®stata, el m¨¢s frecuente en los varones desde esa edad.

7. Salir de marcha?Solo? ?Y por qu¨¦ no? Da igual que sea para resarcirnos tras una ruptura o porque nos hemos quedado colgados una noche: deambular solo por los garitos puede suponer una excelente manera de conocer gente, soltarnos a bailar aunque se nos d¨¦ fatal o un trabajo de campo sociol¨®gico sobre determinadas conductas de la especie humana. Aunque, ojo, m¨¢s vale una retirada a tiempo que acabar como en las pelis, acodados en una barra solitaria y dando la brasa al camarero a las seis de la ma?ana. Eso, no, por favor.

8. Reunirse con el tutor de su hijo

Sin duda es mejor hacerlo en pareja, pero, si no es posible, afronte usted solo la situaci¨®n. El tutor o la tutora es la persona que sabe qu¨¦ hace su hijo cuando no est¨¢ con usted. Escuche atentamente y, sobre todo, ponga los cinco sentidos cuando le hablen de actividades, talleres y excursiones; con toda probabilidad, antes de que ponga el pie en la calle su mujer lo sabr¨¢ todo por alg¨²n grupo de madres de Whatsapp y le sacar¨¢ tarjeta amarilla si se olvida de contarle algo.

9. Pasar una velada en casa de cine y mantita viendo Ghost

Llorar mejora el estado de ¨¢nimo, produce efectos tranquilizantes f¨ªsicos (como la respiraci¨®n m¨¢s lenta), aporta calma, elimina tensi¨®n interna y nos quedamos relajados¡±, asegura el psic¨®logo Jos¨¦ El¨ªas

Mantener esa fama de tipos duros que van montando bronca en el curro y atosigando a los coches que circulan a 30 por el carril de la izquierda puede llegar a ser extenuante. De vez en cuando viene bien una pausa y¨¦ndonos al extremo opuesto. Quien dice Ghost dice Love actually ¡ªcomo estamos solos se nos puede escapar una lagrimita¡ª o (glups) un disco de Ella Baila Sola.

10. Preguntar una direcci¨®n cuando nos hemos perdido con el coche

Es un misterio digno de Iker Jim¨¦nez por qu¨¦ nos cuesta tanto bajar la ventanilla y preguntar a un transe¨²nte por una direcci¨®n que no encontramos. Y la copiloto venga a insistir: ?por qu¨¦ no preguntamos? ?Pero c¨®mo vamos a preguntar? Aceptar que nos hemos equivocado, que somos d¨¦biles y necesitamos ayuda va en contra de todos los preceptos internacionales de la masculinidad. El inventor del GPS fue, sin duda, un hombre que no quer¨ªa bajar la ventanilla y preguntar. Adem¨¢s, el lado del copiloto siempre est¨¢ m¨¢s cerca de la acera. En cualquier caso, no pasa nada por probarlo una vez en la vida: tr¨¢guese su orgullo y pregunte. Piense que dedicar una hora a dar vueltas sin sentido ser¨ªa m¨¢s bochornoso todav¨ªa.

11. Llorar, que es saludable

¡°Los chicos no lloran¡±, cantaban Miguel Bos¨¦ y The Cure; sin embargo, el llanto es saludable, aunque muchos prefieran practicarlo en soledad. ¡°Mejora el estado de ¨¢nimo, produce efectos tranquilizantes f¨ªsicos (como la respiraci¨®n m¨¢s lenta), aporta calma (pudiendo ver mejor la situaciones), elimina tensi¨®n interna y por ello despu¨¦s de llorar nos quedamos relajados¡±, afirma el psic¨®logo Jos¨¦ El¨ªas, director del Centro Josel¨ªas (Madrid).

12. Hacer air guitar frente al espejo del ba?o

?Piensa que viajar solo es cosa de solteros, viudos o gente sin amigos? Error. Est¨¦ felizmente emparejado o tenga un amplio c¨ªrculo de amistades, puede que sus vacaciones no coincidan con las de su entorno, sus gustos aventureros no sean secundados o, simplemente, le apetezca poner tierra de por medio unos d¨ªas

A partir de cierta edad, escuchar un solo de guitarra y poner las manos en posici¨®n de Angus Young es todo uno. A menudo hay que cortarse si sentimos el impulso en plena calle, o en un garito; pero no hay excusa para no practicar el air guitar en la intimidad del cuarto de ba?o, donde, adem¨¢s, podremos constatar frente al espejo lo bien que lo hacemos. Un alivio r¨¢pido que nos dejar¨¢ como nuevos.

13. Prepararse una cena homenaje

Habitualmente cocinamos para agasajar a amigos o pareja, pero ?por qu¨¦ no agasajarnos a nosotros mismos? Saque la mejor vajilla, el mantel de hilo, el gran reserva y cocine a su gusto: si le gusta el filete chamuscado, ?cham¨²squelo! ¡°Eso es perfecto¡±, subraya el psic¨®logo Enrique Garc¨ªa Huete. ¡°Y si no s¨¦ cocinar, me compro cuarto de kilo de gambas. Y vamos a crear algo importante que se ha perdido, que es la liturgia de la comida. A las personas que tienden al desorden les obliga a hacer preparativos y organizarse¡±. ?Qui¨¦n dijo que comer solo era triste?

14. Cantar en un karaoke

Vale, todos tenemos un episodio vergonzante en alg¨²n karaoke, pero por eso mismo de lo que se trata es de acudir solo. Hacer el rid¨ªculo delante de desconocidos es menos doloroso. Entre extra?os, podemos destrozar el Juntos de Paloma San Basilio sin temor a represalias.

No se sorprenda si sus pasos le conducen a una tienda de friquis para comprar una espada l¨¢ser de Star Wars?

15. Comprar una espada l¨¢ser

A partir de cierta edad a algunos les sobreviene una oleada de nostalgia que, combinada con eso que llaman ¡°crisis de los 40¡±, les lleva a comprarse un deportivo, vestir todo el d¨ªa con vaqueros, escuchar la discograf¨ªa completa de Guns n¡¯Roses y rescatar los iconos pop de su juventud. No se sorprenda si sus pasos le conducen a una tienda de friquis para comprar una espada l¨¢ser de Star Wars o una figura articulada de Spiderman. En todo caso, ser¨¢ m¨¢s barata que el deportivo y le devolver¨¢ por un instante a los a?orados 18.

16. Hacer unas natillas (este punto adjunta receta)

Por alguna raz¨®n, los hombres ¡ªincluso los m¨¢s audaces en la cocina¡ª tenemos una cuenta pendiente con los postres. Quiz¨¢ porque la dulzura y la delicadeza de natillas, bizcochos y magdalenas nos parecen incompatibles con la imagen de tipos duros (caf¨¦ solo, licor digestivo) que nos gusta proyectar. ¡°Es una buena manera de demostrarse a uno mismo y a los dem¨¢s que los hombres tambi¨¦n sentimos gusto por la cocina, que tenemos sensibilidad y somos buenos anfitriones¡±, razona el chef Alejandro Montes, de la pasteler¨ªa Mam¨¢ Framboise (Madrid), Mejor Pastelero Joven de Espa?a en 2006, Mejor Chocolatero de Espa?a 2007 y Medalla de Oro del Open de France de Desserts en 2010. Montes nos sopla una receta de natillas infalible hasta para el m¨¢s torpe. Necesitar¨¢ 200 gramos de leche, 50 gramos de nata, dos yemas de huevo, 40 gramos de az¨²car, 15 gramos de almid¨®n de ma¨ªz y una vaina de vainilla natural. ¡°Dos boles: en uno, la leche, la nata, la mitad del az¨²car y la vainilla rallada; en el otro, las yemas de huevo, un poco de leche (fr¨ªa), la otra mitad del az¨²car y el almid¨®n de ma¨ªz. El contenido de este segundo bol lo mezclamos hasta lograr una textura homog¨¦nea, lo calentamos a fuego lento y cuando empiece a hervir lo vertemos en el primer bol. Se mezcla todo, se cuela y se pone en el fuego, removi¨¦ndolo sin parar hasta que hierva. Lo pasamos a un recipiente de barro o cristal y a la nevera. Despu¨¦s, podemos a?adir unos trocitos de fruta, galleta mar¨ªa o canela¡±. ?Lujazo!

17. Penar una ruptura amorosa en casa

Refrene el impulso de salir a quemar la ciudad y buscar temita con el primer ser humano que se cruce en su camino y dedique un s¨¢bado a flagelarse en soledad. Deje el tel¨¦fono lo m¨¢s lejos posible (no queremos hacer llamadas de las que luego podamos arrepentirnos) y ponga de fondo un disco de Chet Baker. ?Auu! ?C¨®mo duele! Al d¨ªa siguiente estar¨¢ listo para salir a darlo todo.

18. Ver un partido de f¨²tbol entre equipos que no son el suyo

Haga la prueba: baje al bar a ver un partido cuyo resultado no le importe y observe a la parroquia. ?Ve a esos energ¨²menos chillando y tap¨¢ndose los ojos? Pues esa es la imagen que da usted cuando juega su equipo. A lo mejor le ayuda a moderarse la pr¨®xima vez que defienda sus colores.

19. Dar un paseo sin rumbo por la ciudad

Con 39 minutos de media al d¨ªa, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE), los espa?oles estamos entre los europeos que m¨¢s tiempo dedicamos a caminar. Pero, desde luego, no es lo mismo zanquear del metro a la oficina, o yendo de compras, que dedicar una tarde a hacerlo sin rumbo, por placer, dej¨¢ndonos llevar, girando al azar en cada esquina y reparando en los peque?os detalles que a diario se nos escapan. ¡°Nos permite distraernos, alej¨¢ndonos de la necesidad de controlar todo lo que hacemos¡±, asegura el psic¨®logo Jos¨¦ El¨ªas. Con suerte, descubriremos una encantadora pasteler¨ªa donde parar y comernos una palmera de chocolate.

20. Parar en una pasteler¨ªa y comprarnos una palmera de chocolate

¡°Premiarnos de vez en cuando aumenta nuestra autoestima¡±, dice el psic¨®logo Jos¨¦ El¨ªas. ¡°La mayor¨ªa de nosotros realizamos caprichos de una forma rutinaria y no tienen tanto efecto como si cuando lo hacemos nos damos cuenta de que nos estamos primando¡±. Pero no lo haga todos los d¨ªas: ya no ser¨¢ un premio y le saldr¨¢ barriga.

21. Visitar a sus padres

No espere a las reuniones familiares y comidas de fin de a?o: sorprender a sus padres llamando a su telefonillo (que tardar¨¢n en contestar) ser¨¢ una alegr¨ªa para ellos y para usted. Es de este tipo de cosas que, cuando ya no est¨¦n, lamentar¨¢ no haber hecho.

22. Ir a Ikea

Seamos sinceros: ?qui¨¦n no ha salido de Ikea tarifando con su pareja? La conocida cadena sueca de decoraci¨®n es, tras la infidelidad, los smartphones y las suegras, la cuarta causa de divorcio en Espa?a (probablemente). As¨ª que, para evitar conflictos, mucho mejor adentrarnos solos en su enrevesado laberinto. Deber¨ªamos a?adir que del montaje del mueble tambi¨¦n podemos encargarnos nosotros solos¡­ pero eso es ya mucho pedir.

23. Improvisar una excursi¨®n al campo (con p¨ªcnic incluido)

?Cu¨¢ntas veces ha pensado que necesitaba un cambio de aires, aunque fuera por unas horas? Pues para pasar un d¨ªa en el campo no hace falta contar con nadie: solo se necesitan un coche, provisiones, un buen libro y una manta para no mancharnos nuestros pantalones de marca. El psic¨®logo Jos¨¦ El¨ªas explica qu¨¦ tiene de bueno: ¡°Tomar contacto con el campo nos relaja y, al alejarnos de nuestro lugar habitual de residencia, que nos recuerda a las situaciones conflictivas que podemos tener, nos repone fuerzas tanto f¨ªsicas como mentales. Sirve para recargar nuestras pilas¡±.

24. Donar sangre

Es el regalo m¨¢s sencillo, barato y valioso que podemos hacer al desconocido que la necesita. En Espa?a, los donantes de sangre llegan, anualmente, a 1,7 milllones, seg¨²n la Organizaci¨®n Nacional de Trasplantes (ONT). Somos l¨ªderes mundiales. En Cruz Roja Espa?ola recuerdan que ¡°es posible donar sangre cada dos meses, con un m¨¢ximo de cuatro veces al a?o los varones y tres las mujeres¡±. Requisitos: tener m¨¢s de 18 a?os, pesar m¨¢s de 50 kilos y estar bien de salud.

25. Ir al ballet

El ballet es otra de esas cosas err¨®neamente adjudicadas al sexo femenino; que se lo digan al pobre Billy Elliot. Pero un buen montaje de ballet dejar¨¢ boquiabierto hasta al m¨¢s reacio y despertar¨¢ nuestro lado sensible. Incluso podemos encontrarle un punto divertido, si en mitad de la representaci¨®n nos viene a la mente la irreverente escena de las mallas apretadas de Top secret.

26. Pasar una tarde de compras

Unas horas dedicadas a patearnos las calles viendo escaparates y entrar en probadores no le sientan mal a nadie (siempre que el bolsillo lo permita). ¡°Cuando nos encontramos de baj¨®n, salir de compras se convierte en un par¨¦ntesis. Tenemos la cabeza puesta en la compra. Es gratificante y nos aporta sensaci¨®n de libertad¡±, afirma Enrique Garc¨ªa Huete, psic¨®logo. Y el primer d¨ªa de rebajas, ?a hacer cola a la puerta como un campe¨®n!

27. Darse un atrac¨®n de series de TV

?Harto de que le pregunten si ha visto tal o cual serie y sentirse fuera de onda? Seguir una serie de televisi¨®n requiere un gran esfuerzo: hay muchas, son largas y no tenemos tanto tiempo. Todo se resuelve si organiza un fin de semana tem¨¢tico y lo dedica a visionar uno tras otro todos los cap¨ªtulos de esa serie de la que todos hablan. Acabar¨¢ medio zombi pero tendr¨¢ la gratificante sensaci¨®n de vivir en el siglo XXI.

28. Comprar en el mercado

El hombre se mueve muy bien por el supermercado, pero ?qu¨¦ me dicen del mercado? Tendemos a distraernos en la zona de vinos y encurtidos en vez de ir al grano. Por no hablar de la sorprendente facilidad con que las abuelitas se nos cuelan en la pescader¨ªa. Nunca est¨¢ de m¨¢s superar nuestras reticencias y acostumbrarnos a visitar el mercado: haci¨¦ndonos amigos del charcutero o de la se?ora que espera turno aprenderemos a detectar lo bueno y barato.

29. Ir a un concesionario y probar un Ferrari por el morro

?chele morro: solo tiene que creerse que dispone de los 230.000 euros que cuesta, aparentarlo y pedir probar (?como si fuera necesario contrastar su calidad!) un Ferrari 458 Italia. Durante un rato se sentir¨¢ como uno de esos ricachones de la jet set que campan a sus anchas por Montecarlo.

30. Plantar un ¨¢rbol

De las tres cosas que se supone que tiene que hacer un hombre en esta vida, esta es la segunda m¨¢s f¨¢cil. Tiene un toque rom¨¢ntico incuestionable y nos conecta con la naturaleza, aunque la estricta regulaci¨®n en espacios p¨²blicos recomienda hacerlo en huertos comunitarios o en el jard¨ªn de casa, si dispone de ¨¦l. El activista Jos¨¦ Luis Fern¨¢ndez Casadevante, Kois, coautor del libro Ra¨ªces en el asfalto (Libros en Acci¨®n, 2015), advierte que ¡°hay que tomar precauciones: saber qu¨¦ estamos plantando y calcular que las ra¨ªces no se metan luego en casa del vecino. Sugiero frutales, incluso nogales o almendros, porque tambi¨¦n es importante sensibilizarnos con el tema de la comida¡±.

31. Llamar a viejos amigos a los que lleva tiempo queriendo contactar

Y lo va dejando, lo va dejando¡­ Pues no lo deje. Dedique una tarde a desempolvar antiguas agendas y charlar con viejos colegas que puede que tenga de amigos en Facebook pero con quienes no habla desde hace veinte a?os. Seguramente a ellos les har¨¢ la misma ilusi¨®n.

32. No hacer absolutamente nada

Hay fines de semana que uno se quedar¨ªa todo el d¨ªa remoloneando en la cama, comiendo guarrer¨ªas y viendo la duod¨¦cima reposici¨®n de La que se avecina en la TDT. Si lo hacemos de forma ocasional, ¡°es bueno para descansar, reparando fuerzas, y para darnos cuenta del ritmo que tenemos en nuestra vida diaria¡±, dice el psic¨®logo Jos¨¦ El¨ªas.

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