El a?o electoral del voto joven
La brecha generacional nos anticipa la verdadera fuerza de transformaci¨®n que est¨¢ viviendo nuestro pa¨ªs. El aumento en el inter¨¦s de los j¨®venes por la pol¨ªtica coincide con la crisis de legitimidad m¨¢s profunda de nuestra democracia
El pr¨®ximo domingo se celebrar¨¢n las elecciones m¨¢s disputadas de los ¨²ltimos a?os en nuestra democracia. La incertidumbre en torno a lo que pueda pasar dota a esta contienda de un car¨¢cter nuevo y emocionante. Sin embargo, dentro de este contexto de movilizaci¨®n pol¨ªtica tan extraordinario, una de las claves m¨¢s relevantes para entender el momento que estamos viviendo lo constituye el despertar pol¨ªtico de la juventud.
Para los j¨®venes, el inter¨¦s por la pol¨ªtica no ha parado de crecer desde el a?o 2008, muy probablemente debido a los efectos perdurables de la crisis que est¨¢n experimentando durante sus a?os de formaci¨®n. En torno a este hecho tan significativo giraba el ¨²ltimo estudio elaborado por el Centro Reina Sof¨ªa sobre Adolescencia y Juventud, titulado Pol¨ªtica e Internet. Centrado en el grupo de edad de 18 a 25 a?os, el estudio mostraba, entre otros datos, que el 80,8% de esos j¨®venes ir¨¢ a votar, y que un 46,1% desconf¨ªa de ¡°la pol¨ªtica convencional¡±.
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Este factor es de considerable importancia desde el ¨¢mbito de la politolog¨ªa, porque indica la renovaci¨®n de los valores que tendr¨¢n que tener en cuenta los candidatos que se presenten a las pr¨®ximas contiendas electorales. Esta brecha generacional, m¨¢s que cualquier otra cosa, nos anticipa la verdadera fuerza de transformaci¨®n que est¨¢ viviendo nuestro pa¨ªs. Podr¨ªamos estar hablando del cambio m¨¢s espectacular que se haya producido en el panorama pol¨ªtico de las ¨²ltimas d¨¦cadas, sobre todo si tenemos en cuenta que el aumento en el inter¨¦s de los j¨®venes por la pol¨ªtica coincide con la crisis de legitimidad m¨¢s profunda de nuestra democracia.
La nueva pol¨ªtica del siglo XXI, la de la generaci¨®n m¨¢s joven e instruida, y con mentalidad m¨¢s abierta, puede anticipar los c¨®digos a los que tendr¨¢n que adaptarse los nuevos liderazgos y las fuerzas pol¨ªticas que quieran generar esa vinculaci¨®n con el cambio, especialmente desde el punto de vista de la relaci¨®n entre comunicaci¨®n y poder. Sin lugar a dudas, la asimilaci¨®n de esas coordenadas pasa por detenerse en la comprensi¨®n de una nueva forma de construir en pol¨ªtica tanto el mensaje y mensajero, como los cauces de transmisi¨®n del mensaje.
La juventud cuestiona el modelo econ¨®mico y pol¨ªtico, pero cree en principios ¨¦ticos sencillos
El mensaje deber¨¢ emitirse en t¨¦rminos de ambivalencia respecto a las concepciones ideol¨®gicas tradicionales, tal y como propon¨ªa Simonetta Taboni cuando analizaba la cultura de la nueva juventud en Europa. La juventud espa?ola refleja esa ambivalencia en el hecho de que, por ejemplo, mantiene una postura de cuestionamiento radical del estado de las cosas en relaci¨®n al modelo social, pol¨ªtico y econ¨®mico, pero muestra un firme compromiso con principios ¨¦ticos sencillos y tradicionales como son el esfuerzo, el ahorro, la honestidad o la prudencia. Los j¨®venes son conservadores con respecto a valores, pero no en relaci¨®n a sus ganas de cambio. Por eso la ambivalencia en el mensaje pol¨ªtico no es ambig¨¹edad, ni cambiar de opini¨®n dependiendo de sondeos electorales, sino un compromiso con una serie de objetivos y aspiraciones, sin tener que determinar necesariamente cu¨¢les son los mejores medios para lograrlos. Frente a la postura de aquellas fuerzas pol¨ªticas que mantienen la idea de que ¡°estos son mis principios y si no te gustan peor para ti¡±, aquellas otras fuerzas que, por el contrario, logren interpretar el cambio progresivo de la mentalidad de las nuevas generaciones habr¨¢n encontrado la forma de llegar a ellas.
Los mensajeros, por tanto, hace falta que sepan encarnar liderazgos diferentes. Lejos de construirse desde la pura imagen electoral, estos liderazgos deber¨¢n ser percibidos como aut¨¦nticos en el sentido de generar ese nuevo tipo de pol¨ªticos con una nueva forma de hacer pol¨ªtica. Antes que la pol¨ªtica del miedo o del esc¨¢ndalo, el candidato deber¨¢ saber inspirar emociones positivas que movilicen a personas que quieran mejorar las cosas. Si los j¨®venes quieren y necesitan cambios, la esperanza es la emoci¨®n que impulsa esos cambios; porque, tal y como se?ala Manuel Castells, el cambio siempre se vincula con un proyecto esperanzador que, aunque conectado a un l¨ªder, va m¨¢s all¨¢ de la propia personalidad del l¨ªder y, por tanto, cuenta con la gente para llevarlo a cabo. ¡°La participaci¨®n pol¨ªtica es esencial para mantener viva la democracia¡±, se?ala el soci¨®logo. Esto quiere decir que el l¨ªder debe depositar la responsabilidad del cambio sobre la gente antes que en su propia persona, lo cual se consigue mediante cauces de participaci¨®n.
Respecto a esos cauces, por ¨²ltimo, el estudio sobre j¨®venes y pol¨ªtica curiosamente confirmaba que ocho de cada diez pensaban que los partidos pol¨ªticos s¨®lo est¨¢n interesados en su voto, y se mostraban partidarios de f¨®rmulas alternativas de participaci¨®n ciudadana. El hecho de que casi la mitad de los j¨®venes declaren Internet como el canal privilegiado para la acci¨®n pol¨ªtica, nos da tambi¨¦n algunas claves para entender por qu¨¦ la brecha digital va unida a la brecha generacional con respecto a la participaci¨®n pol¨ªtica.
Antes que llamar al miedo o al esc¨¢ndalo, el candidato debe expresar emociones positivas
La pol¨ªtica en la Era de la Informaci¨®n, por tanto, se canaliza a partir de los c¨®digos del activismo pol¨ªtico que comienza a generarse desde Internet y en conexi¨®n con los sujetos de la nueva cultura joven. El porcentaje de j¨®venes que declaraba consumir la prensa escrita convencional era del 17,7%, frente a un 41,6% que dec¨ªa conocer los movimientos sociales y pol¨ªticos surgidos a trav¨¦s de Internet. Si hay algo que van mostrando los estudios demosc¨®picos realizados durante el ¨²ltimo a?o, es que el peso del componente generacional en el comportamiento electoral en Espa?a cada vez es mayor. En poco tiempo, los partidos tradicionales han envejecido profundamente frente a las nuevas fuerzas pol¨ªticas como Ciudadanos y especialmente Podemos, que han conseguido afianzar su influencia en la juventud aprovechando esa brecha digital. Efectivamente, esta influencia de las nuevas fuerzas pol¨ªticas en la juventud se ha visto intensificada con el uso que hacen de Internet como medio interactivo, m¨¢s all¨¢ del t¨ªpico empleo propagand¨ªstico. Internet es utilizado como herramienta de movilizaci¨®n y participaci¨®n pol¨ªtica a trav¨¦s de recursos como la videopol¨ªtica, la difusi¨®n de informaci¨®n, las interacciones pol¨ªticas en sitios de redes sociales, los avisos a los simpatizantes de las actividades que se realizan o los debates en la blogosfera.
Por todo esto, la movilizaci¨®n de los j¨®venes durante este a?o tan excepcional y emocionante ser¨¢ decisiva. Podr¨ªa tratarse, adem¨¢s, de un punto de inflexi¨®n en la crisis de legitimidad que vivimos si efectivamente se van confirmando las tendencias de este compromiso pol¨ªtico de la nueva juventud en Espa?a, y un gran paso hacia el entendimiento de la comunicaci¨®n pol¨ªtica en la Era de Internet.
M¨¢riam Mart¨ªnez-Bascu?¨¢n es profesora de Ciencia Pol¨ªtica en la Universidad Aut¨®noma de Madrid.
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