?Grima? No has visto estos momentos de Eurovisi¨®n
La sublimaci¨®n de lo 'kitsch' alcanza sus cotas m¨¢s altas en este certamen. Recordamos ocho momentos descacharrantes, ahora que nos enfrentamos a una nueva edici¨®n
El LX Festival de Eurovisi¨®n celebra su fase final en Viena (Austria), donde, el 23 de mayo, tendremos oportunidad de conocer la canci¨®n ganadora. No sin sustos, probablemente. El certamen europeo, cuya gala se produce con un presupuesto cercano a los 60 millones de euros, ha pasado de ser un espacio de confraternizaci¨®n mel¨®mana continental a un muestrario de baladas de quedarse bizco, frivolidades tornasoladas, confabulaciones entre vecinos y pasarela de los horrores. Presentamos a continuaci¨®n una selecci¨®n de momentos de grima eurovisiva que har¨ªan que el mism¨ªsimo Rodolfo Chikilicuatre sintiera verg¨¹enza ajena.
1. Templarios, pelucones y zancos
En las semifinales de 2009, Krassimir Avramov represetaba a Bulgaria con la canci¨®n de Illusion. Un templario cantando en falsete y una se?ora con peluc¨®n de Elvira-Mistress of the Dark. Lo m¨¢s alucinante salido de Bulgaria desde el futbolista Hristo Stoichkov. Dicho lo anterior, lo de menos ya es que lo hiciesen fatal, que aullasen y desafinasen de gui?ar los ojos. La canci¨®n es, sencillamente, horrible. Tambi¨¦n sale una pareja de colorines con zancos que hace como baile de sal¨®n medieval o as¨ª. En conjunto, no pasaron de semifinales y bastante premio parece; por audacias menores, en algunos pa¨ªses hubieran sido mutilados.
El momento m¨¢s grimoso. En el tramo final de la actuaci¨®n, uno de los zancudos coge a su pareja y hace el molinillo con ella, generando un innegable desasosiego. Mientras, todos y cada uno de los vocalistas desafinan en direcciones divergentes. Es el infierno.
2. El inquietante animador de 'karaoke'
El austriaco Alf Poier logr¨® el sexto puesto con Weil der mensch z?hlt, en 2003. La canci¨®n pretend¨ªa ser una cr¨ªtica al dispendio eurovisivo (recordemos: Austria es este a?o el pa¨ªs anfitri¨®n), pero Alf, vestido con su informal camiseta roja y su gorrita delante de unas siluetas recortadas de animales, parec¨ªa un animador de karaoke infantil algo inquietante. Sus dos coristas, desafinad¨ªsimas, tampoco ayudaban. Pong¨¢moslo negro sobre blanco: t¨² te encuentras a este menda en un bar a las 4 de la ma?ana y le pagas una copa para que siga haci¨¦ndolo. Eso es as¨ª. Pero un sexto puesto en Eurovisi¨®n parece un poco excesivo.
El momento m¨¢s grimoso. Tras cada estribillo, meten un corte instrumental heavy que no pinta nada y que recuerda al Holy Diver de Dio. En ese instante, Alf y las coristas hacen como que se vuelven locos y se vienen muy arriba. Los recortables de animales permanecen impert¨¦rritos, solamente porque ser¨¢n de madera.
3. Centollos ganadores
Lordi y su Hard Rock Hallelujah. La banda estaba formada por unos finlandeses caracterizados con caretas y maquillaje para parecer orcos o bien centollos. Ganaron la edici¨®n de 2006. Imag¨ªnense c¨®mo estaba el nivel. Cuando al Sr. Lordi, su cantante, le salieron alas de bicho a mitad de su actuaci¨®n, ya hab¨ªa quedado clara su querencia musical (y pirot¨¦cnica) por los Kiss de los 80. Como propuesta, era tan indefendible para los amantes del festival en su onda m¨¢s ortodoxa como para los adoradores del rock duro, que se mor¨ªan de la verg¨¹enza. Pero ganaron. Con todo, podr¨ªa resultar que el tema ten¨ªa m¨¢s gancho que la mayor¨ªa de la competencia.
El momento m¨¢s grimoso. No se aprecia en este v¨ªdeo, pero el momentazo fue, tras ganar el premio, ver al grupo de monstruos posar para las c¨¢maras con ramos de flores en sus brazos. Romanticismo en el sentido m¨¢s cl¨¢sico.
4. Epilepsia ucraniana
Verka Serduchka interpret¨® Dancing Lasha Tumbai en 2007 y qued¨® en segunda posici¨®n. El cantante ucraniano es como un h¨ªbrido de Javier Gurruchaga, Paco Clavel y un umpa lumpa grande, pero en su versi¨®n m¨¢s drag y petarda. Verka (no confundir con las tiendas de moda) es un hombre con pechos de relleno y una estrella en la cabeza, brilloso todo ¨¦l como una merluza fresca del pincho. Lo poco que se sabe de lo que canta son tonter¨ªas inconexas.
El momento m¨¢s grimoso. La coreograf¨ªa, en general. Fusionando la danza tradicional ucraniana con una diversidad de manifestaciones de la epilepsia.
5.??'Glamour' teut¨®n? Seguro que no
Guildo Horn represent¨® a Alemania con Guildo hat euch lieb!, canci¨®n que le llev¨® al s¨¦ptimo puesto en 1998.? Al parecer, el alem¨¢n desconoc¨ªa la valiosa contrase?a de Mortadelo y Filem¨®n para entrar en el cuartel de la T.I.A.: ¡°Los calvos con melena / Son feos y dan pena¡±. As¨ª que, como si tal cosa, ah¨ª se nos planta Guildo, vestido con un mant¨®n que parece de raso turquesa sobre un traje que tambi¨¦n parece, efectivamente, de raso turquesa. Con un estilismo, aventuremos, en alg¨²n punto entre Los Miserables, La Princesa Prometida y el fallecido cantante heavy Ronnie James Dio, al que mencionamos por segunda vez en este compendio. Tal es el despiste que resultar¨ªa complicado decir, por la est¨¦tica, a qu¨¦ a?o pertenece esta actuaci¨®n. En fin: Guildo rima con dildo y as¨ª no se puede.
El momento m¨¢s grimoso. Pasamos por alto la interacci¨®n con el p¨²blico, tan Festival de la Canci¨®n Vi?a del Mar, que resulta ins¨®lita (y, por tanto, plausible) en Eurovisi¨®n; tambi¨¦n el final, con Guildo encaramado cual vig¨ªa a la cofa del palo mayor. Lo realmente innecesario de toda esta producci¨®n era el solo de campanas. Delirante.
6. Village People de La Mancha
El alem¨¢n Dschingis Khan obtuvo el cuarto puesto en 1979 con Dschingis Khan. Vamos a remontarnos un poco en la historia. Es verdad que el tiempo puede jugar a veces en contra o a favor de determinadas manifestaciones art¨ªsticas, dot¨¢ndolas de un sentido kitsch impropio de su contexto o bien, por el contrario, amnisti¨¢ndolas desde la generosa distancia. Pero este expediente es claro. Dschingis Khan fue un proyecto armado a conciencia para asegurar a Alemania la victoria en Eurovisi¨®n. Aunque es cierto que desde aquel mismo tiempo y pa¨ªs se impulsaba tambi¨¦n con notable ¨¦xito la carrera de los inefables Boney M. Pero, en este caso, el resultado parec¨ªa m¨¢s un cruce loco entre los Village People y Locom¨ªa liderados por Khal Drogo de Juego de Tronos. Los trajes son de todo punto improbables, y el tema lleva un soniquete propio de las sinton¨ªas infantiles de series de animaci¨®n tan nuestras como Don Quijote de la Mancha, aunque hablase de un emperador mongol (Gengis Kan) en lugar de un hidalgo venido a menos.
El momento m¨¢s grimoso. Lo peor de ocurrencias como esta es que, a veces, acaban en pandemia. Salt¨¢ndose los protocolos de sanidad y buenas costumbres, la base musical de la canci¨®n fue transportada a la Espa?a de la Transici¨®n por el cantante Iv¨¢n, entonces ¨ªdolo de adolescentes. Inexplicablemente, se cargaron la loa al guerrero asi¨¢tico y la titularon, a su bola: Sin amor.
7. Un oso pardo con talla s¨²per XXL
En 1976, los finlandeses Fredi & The Friends obtuvieron el decimo primer puesto con?Pump pump. Otra joya con solera. Fredi era (y es) un rostro habitual en la tele de Finlandia, pa¨ªs en el que ha conseguido notables ¨¦xitos discogr¨¢ficos, sobre todo, adaptando a cl¨¢sicos como Tom Jones, David Bowie o Elton John. En el plat¨® eurovisivo se nos present¨® como una especie de oso pardo con bigote y una destacable americana de talla s¨²per XXL con ribetes de lentejuelas rosas. Hubiera sido adecuado para el papel de Carlos Areces en Los amantes pasajeros. Por lo dem¨¢s, Pump pump podr¨ªa ser una versi¨®n suave del Mete mete de toda la vida. De los amigos de Fredi y de la coreograf¨ªa es mejor no hablar.
El momento m¨¢s grimoso. El estacato del pianista, que sonr¨ªe a tope pero no tiene mu?ecas, as¨ª que toca con el brazo entero.
8. Corsarios vestidos en un chino (o sea: unos caraduras)
Pirates Of The Sea alcanz¨® el d¨¦cimo segundo puesto en 2008 con Wolves of the Sea. Estos letones se plantaron en la final de Eurovisi¨®n el mismo a?o que Rodolfo Chikilicuatre represent¨® a Espa?a; si bien ellos nos superaron en las votaciones, la diferencia fundamental es que nuestra canci¨®n era una broma. Y, en su caso, ni siquiera lo parece. Los Pirates son unos caraduras que se aprovechan del tir¨®n de la saga cinematogr¨¢fica de Disney para irse a un chino y llenar un carro de disfraces de bucanero por cuatro perras. Estos no se gastaron lo que nosotros en el traje de Edurne.
El momento m¨¢s grimoso. No nos exaltemos: caracterizado de corsario, el cantante de los Pirates se parece, m¨¢s que a Johnny Depp, a uno de los M?go de Oz en cualquier ma?ana de resaca.
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