Inmigraci¨®n
Las nuevas tragedias nos hacen retomar el hilo de asuntos inacabados a los que hemos dado ya miles y miles de vueltas, sin haber encontrado sentido o soluci¨®n. Cientos de personas pierden sus vidas mientras navegan hacia sus esperanzas y sue?os. Hay que convencerse de que, en la era de la globalizaci¨®n, todo nos afecta. Y la inmigraci¨®n nos afecta a todos. En primer lugar, quiz¨¢s porque todos fuimos, hemos sido, somos y seremos alg¨²n d¨ªa migrantes. Lo que no hemos aprendido es a cambiar la suerte de estos migrantes que hoy son otros, pero que ma?ana podr¨ªamos ser nosotros si alg¨²n d¨ªa nos tocara de padecer hambre, violencia, guerra y tuvi¨¦ramos que abandonar nuestra tierra. Todav¨ªa no hemos acabado con nuestros at¨¢vicos miedos hacia lo diferente. Volvamos a ser m¨¢s humanos, y volvamos a pensar en nosotros, en nuestros hermanos.¡ª Ambra Flamigni.
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