Cu¨¦ntame un cuento, Europa
La UE existe para mejorar la vida de las personas que habitan dentro de su territorio
Atenci¨®n, que empezamos con un lugar com¨²n: Europa no comunica bien. Ah, y los medios tienen la culpa. No se fijan, no se interesan, no se mueven. Adem¨¢s, a la gente, en realidad, le da igual. Est¨¢n todos demasiado ocupados con sus cosas. Si es que es eso. ?Europa? Nadie sabe nada¡ porque nadie lo cuenta.
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El link entre instituciones y ciudadan¨ªa est¨¢ roto. Est¨¢ roto a nivel municipal, auton¨®mico, nacional y ¡ªc¨®mo no¡ª europeo. Los canales est¨¢n gastados, erosionados por el descontento y la desafecci¨®n. Lo f¨¢cil es el victimismo: la culpa es de los medios de comunicaci¨®n. Pero, adem¨¢s de tremendamente ineficaz, el victimismo no es justo del todo; al final los medios van a remolque de la sociedad. Las prioridades medi¨¢ticas nunca son est¨¢ticas. Siguen la demanda social, y dicha demanda evoluciona, se modifica o se crea. Se puede mover desde la sociedad civil, pero no se puede llorar porque nadie te hace caso.
A todo esto se suma otro cl¨¢sico: se ha agotado la narrativa europea. Despu¨¦s de lograr la paz entre europeos, se dice, la UE ha cumplido su misi¨®n y ya no tiene nada que contar. La afirmaci¨®n es una falacia. ?Qu¨¦ narrativa tiene un Ayuntamiento o un Gobierno nacional? Ya han logrado la paz entre vecinos, por lo tanto, ?para qu¨¦ sirven? Igual que cualquier otro escal¨®n administrativo, la UE existe para mucho m¨¢s que para asegurar la paz. Existe para mejorar la vida de las personas que habitan dentro de ese territorio. Decir que la narrativa de la UE est¨¢ agotada es vivir en marcos mentales pasados, cuando la UE necesitaba de una raz¨®n de ser. La UE es ya parte de nuestra vida diaria. El planteamiento debe ser diferente. Hay paz, vale: ahora vamos a aprovecharla.
Pero al C¨¦sar lo que es del C¨¦sar. La Comisi¨®n, el Parlamento y el Consejo tienen limitaciones estructurales. Son instituciones muy complejas que deben resultar lo menos molestas posible para sus miembros. Son tecnocr¨¢ticas y aburridas. Y no transmiten porque no son capaces de dominar el esquema de emisor, medio y receptor. La mayor¨ªa de europeos no sabe c¨®mo funcionan las instituciones europeas, y, de hecho, no lo tiene por qu¨¦ saber. Es m¨¢s, no les importa. Los ciudadanos, dado que no se van a enterar, deciden leg¨ªtimamente desconectar. Para algo servir¨¢n, ya que est¨¢n ah¨ª. Es decir: servir¨¢n para vivir mejor. Vivir mejor en una Europa mejor. ?sa es la narrativa. La famosa narrativa perdida.
El mensaje eur¨®fobo es un ejemplo de ¨¦xito, porque es comprensible, asimilable y asumible
Pero para contarnos el cuento Europa necesita interlocutores que hablen el mismo lenguaje, con los mismos marcos conceptuales, que la ciudadan¨ªa a la que se dirige. Hoy tiene de dos tipos: los que pusieron en marcha el proyecto europeo y los que est¨¢n a sueldo. Las organizaciones europe¨ªstas cl¨¢sicas, regadas con subvenciones, no funcionan. Nunca han roto la burbuja compuesta por los (poqu¨ªsimos) convencidos entusiastas que ya ven¨ªan predispuestos de casa. Y los que pusieron en marcha el proyecto europeo se mueven en marcos ¡ªm¨¢s por profesi¨®n o modo de vida que por edad¡ª no representativos para la mayor¨ªa. Su argumento es que m¨¢s Europa es siempre la soluci¨®n, independientemente de lo que signifique. Y a nosotros no nos importa que sea m¨¢s, sino mejor. La UE debe buscar a esa sociedad civil articulada y din¨¢mica que traslade propuestas de manera constructiva. Esto no significa subvencionar. Significa identificar, localizar y descubrir, abriendo todos los canales de interlocuci¨®n posibles.
El mensaje eur¨®fobo es un ejemplo de ¨¦xito. Comprensible, asimilable, asumible y manejado en t¨¦rminos paneuropeos. En lenguaje y c¨®digos compartidos. ?Soluciones f¨¢ciles a problemas complejos? Seguro. Pero el mensaje antieuropeo no se construye se?alando a los europe¨ªstas como enemigos. Se construye se?alando primero el inter¨¦s propio.
Europa no es el recinto cerrado del Parlamento Europeo en Bruselas, ni tampoco en Estrasburgo. Europa no es una amalgama de bur¨®cratas de traje gris y gesto torcido, tampoco de funcionarios ni diputados. Europa es un conjunto de quinientos millones de personas viviendo, riendo, cantando, bailando y conversando. Tomando caf¨¦. Intercambiando experiencias y conocimiento. Empujando fuerte para que el mundo sea un lugar mejor. Europa es europea, en el sentido cultural del t¨¦rmino. Y esa es la mejor noticia.
Javier Garc¨ªa Toni y Vicente Rodrigo son especialistas en comunicaci¨®n pol¨ªtica. Son cofundadores y miembros de la plataforma Con Copia a Europa.
S¨ªguelos en Twitter: @JGToni / @_VRodrigo
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