¡°Los cient¨ªficos experimentan con animales porque es lo que han hecho siempre¡±
La primat¨®loga brit¨¢nica cree que hay que buscar "alternativas" a la experimentaci¨®n animal
La mujer que oblig¨® a redefinir el concepto de ser humano levanta los dos pulgares. Le falta la punta del dedo de la mano derecha. La perdi¨® en la d¨¦cada de 1980 durante una visita a los laboratorios SEMA, en Maryland (EE UU), donde se investigaba el virus del sida en primates no humanos. El mordisco de un chimpanc¨¦ hacinado en una jaula se lo arranc¨® de cuajo. Por entonces, la primat¨®loga Jane Goodall (Londres, 1934) llevaba tres d¨¦cadas investigando a estos simios en su h¨¢bitat natural. Cuando ten¨ªa solo 25 a?os, tras haberse pagado su primer viaje a ?frica trabajando de camarera, Goodall observ¨® a un chimpanc¨¦ empu?ando una ramita desbrozada por ¨¦l mismo para coger termitas en la selva de Tanzania. El hallazgo era monumental. Aquel simio demostraba que los humanos no eran los ¨²nicos animales capaces de fabricar y utilizar herramientas. Cuando comunic¨® su descubrimiento al paleoantrop¨®logo Louis Leakey, descubridor del Homo habilis, este proclam¨®: ¡°Ahora tenemos que redefinir la palabra herramienta, redefinir el concepto de hombre o aceptar que los chimpanc¨¦s son humanos¡±.
Goodall abandon¨® la investigaci¨®n hace un par de d¨¦cadas. Ya octogenaria, viaja ¡°300 d¨ªas al a?o¡± por el mundo para proclamar la necesidad de conservar el medio ambiente y pelear por los derechos de los animales. De visita en Madrid para dar una charla en el Museo Nacional de Ciencia y Tecnolog¨ªa, la primat¨®loga se muestra indignada por las declaraciones de su colega Peter D. Walsh, experto en gorilas y chimpanc¨¦s de la Universidad de Cambridge (Reino Unido). Hace un a?o, Walsh afirm¨® que ¡°Jane Goodall est¨¢ contribuyendo significativamente a la extinci¨®n de los chimpanc¨¦s¡± al batallar contra la experimentaci¨®n con animales. Desde la d¨¦cada de 1990, el virus del ?bola ha matado a un tercio de los chimpanc¨¦s y gorilas que exist¨ªan en el planeta. Walsh trabaja con un pu?ado de chimpanc¨¦s cautivos para desarrollar una vacuna que beneficie a miles de ejemplares en libertad. Goodall est¨¢ en contra. Y tambi¨¦n pone en duda la necesidad de experimentar con monos para desarrollar medicamentos para los seres humanos. Todas las vacunas experimentales contra el actual virus del ?bola, que ha matado a m¨¢s de 11.000 personas en ?frica occidental, se han probado antes en macacos.
Pregunta. ?Est¨¢ radicalmente en contra de cualquier tipo de experimentaci¨®n con simios?
Respuesta. Hay dos factores. El primero es que las condiciones en las que se mantienen son horrendas. El segundo es que hay cada vez m¨¢s alternativas al uso de cualquier animal. Odio igual que se utilicen perros o cerdos, no solo chimpanc¨¦s. Tenemos una falta de respeto. Si ponemos dinero en desarrollar alternativas, como tejidos, c¨¦lulas humanas, c¨¦lulas madre y estas cosas, es un enfoque con m¨¢s garant¨ªas. Una de las primeras personas que intent¨® buscar una vacuna contra el VIH fue Robert Gallo. Pens¨® que era necesario investigar con muchos chimpanc¨¦s. Hubo un gran flujo de chimpanc¨¦s hacia la investigaci¨®n biom¨¦dica. Un par de a?os despu¨¦s, en una gran conferencia sobre el sida, afirm¨® que el problema es que se hab¨ªan atascado en resultados inapropiados con chimpanc¨¦s, porque los chimpanc¨¦s no son personas. Los chimpanc¨¦s pueden estar infectados por el VIH, pero no enferman por el VIH humano. Este tipo de investigaci¨®n no es tan ¨²til como algunas personas piensan.
P. El virus del ?bola ha matado en el ¨²ltimo brote a m¨¢s de 11.000 personas y se est¨¢n probando vacunas en simios. ?Est¨¢ en contra?
R. Ya lo han hecho.
P. Continuar¨¢n. ?Est¨¢ en contra?
R. ?Es realmente necesario? Se podr¨ªa investigar en tejidos humanos o en c¨¦lulas humanas. ?Es realmente necesario utilizar chimpanc¨¦s? ?Provocarles esta enfermedad horrible para experimentar?
P. Ellos dicen que s¨ª es necesario.
R. Los Institutos Nacionales de la Salud de EE UU enviaron un equipo de expertos, sus expertos, m¨¦dicos, para investigar cada uno de sus experimentos con chimpanc¨¦s, durante 18 meses. No encontraron ni uno que hubiera beneficiado a la salud humana. Por eso decidieron retirar unos 300 chimpanc¨¦s de sus instalaciones, dejando 50 por si acaso.
P. El Instituto de Investigaci¨®n Biom¨¦dica de Texas critic¨® la decisi¨®n, afirmando que 50 chimpanc¨¦s no eran suficientes para permitir el r¨¢pido desarrollo de mejores vacunas y tratamientos para las hepatitis B y C, que matan a un mill¨®n de personas cada a?o, o contra el c¨¢ncer y otras enfermedades.
No tengo los conocimientos m¨¦dicos para responder si es necesario investigar con chimpanc¨¦s"
R. Nunca utilizan m¨¢s de 10 o 20 chimpanc¨¦s para nada. Adem¨¢s, ?investigar en chimpanc¨¦s es lo adecuado? ?No deber¨ªamos invertir todo ese dinero en buscar una manera m¨¢s exitosa de probar y desarrollar vacunas?
P. Para tener clara su opini¨®n: ?se pregunta si es necesario investigar con chimpanc¨¦s o est¨¢ segura de que no hay que hacerlo?
R. No tengo los conocimientos m¨¦dicos para responder esta pregunta. He preguntado a personas que tienen estos conocimientos, como los veterinarios y cient¨ªficos de la Uni¨®n Brit¨¢nica para la Abolici¨®n de la Vivisecci¨®n, y han publicado resultados convincentes que muestran que se han desarrollado alternativas y los m¨¦dicos tienden a utilizar animales porque es lo que han hecho siempre.
P. ?Y con macacos, con los que se estudian enfermedades como el p¨¢rkinson?
R. Si ves lo que les hacen y c¨®mo lo hacen... Supongamos que es necesario, cosa que yo no s¨¦ porque no tengo suficientes conocimientos m¨¦dicos, y decimos que vamos a sacrificar unos monos por nuestro bien. Podr¨ªamos tratarlos mejor que ahora, eso por descontado. ?Por qu¨¦ hay gente que se pone violenta y pelea por los derechos de los animales? Porque el problema es que hay una cantidad horrible de investigaci¨®n con animales que no va a beneficiar a los humanos. Es investigaci¨®n b¨¢sica, que solo quiz¨¢ pueda ser beneficiosa alg¨²n d¨ªa. Y la manera en la que se lleva a cabo¡ En el Instituto Max Planck para la Investigaci¨®n del Cerebro [en Fr¨¢ncfort, Alemania] privan de agua a los monos hasta durante dos d¨ªas, y los mantienen anclados en sillas con electrodos en su cabeza. Es horrible.
P. ?Tambi¨¦n est¨¢ en contra de la investigaci¨®n con ratones?
R. Con suerte un rat¨®n siente menos dolor, pero si vamos a desarrollar alternativas, vamos a desarrollarlas. Los ratones no son semejantes a nosotros. Las cosas desarrolladas en ratas o en ratones no nos van a beneficiar en cualquier caso, porque no somos ratas.
P. El problema es que no se puede saltar directamente de una investigaci¨®n en una c¨¦lula o en un tejido humano a probar un f¨¢rmaco en un paciente.
Hay una cantidad horrible de investigaci¨®n con animales que no va a beneficiar a los humanos. Es investigaci¨®n b¨¢sica, que solo quiz¨¢ pueda ser beneficiosa alg¨²n d¨ªa"
R. Probablemente se puede, pero no se ha hecho, porque los protocolos dicen que hay que pasar primero por los monos. ?Pero es necesario o es solo una costumbre? Si la ciencia dice, con certeza, que la ¨²nica manera de aliviar el sufrimiento humano a gran escala es utilizando chimpanc¨¦s o monos, entonces debe ser obligatorio que estos seres sacrificados sean tratados con respeto. Ahora no son tratados con respeto, en absoluto. Hay que ir paso por paso. Un paso obligatorio a mi juicio es que vivan en mejores condiciones. El segundo paso es invertir mucho m¨¢s dinero en investigar alternativas. El tercer paso es preguntarse si realmente se necesita un chimpanc¨¦, o un mono, o un perro, o una rata. En una discusi¨®n interesante, pero la gente se pone tan emocional que no se llega a ninguna parte.
P. Parece que hay m¨¢s concienciaci¨®n. En Espa?a los cient¨ªficos emplearon 920.000 animales en 2013 [el 85% ratones y ratas], un tercio menos que en 2009.
R. Ahora hay muchas alternativas.
P. ?Qu¨¦ opina de los experimentos con chimpanc¨¦s destinados a obtener vacunas contra sus propias enfermedades?
R. He luchado para sacar a los chimpanc¨¦s fuera de la investigaci¨®n biom¨¦dica invasiva, para que tengan mejores condiciones en la investigaci¨®n biom¨¦dica. Para m¨ª, y creo que para muchos, tener chimpanc¨¦s en peque?as jaulas con experimentos invasivos es como poner un ser humano en una jaula. Si crees que est¨¢ bien hacerlo con un humano, est¨¢ bien hacerlo con un chimpanc¨¦. Pero no creemos que sea correcto hacerlo con un humano, ?no? No lo aprobamos.
P. Es m¨¢s sencillo probar un f¨¢rmaco con un paciente humano, que se queda voluntariamente en un hospital, pero con los chimpanc¨¦s no se puede hacer esto, ni siquiera con f¨¢rmacos para sus propias enfermedades, como el VIH simio o el ¨¦bola.
Fue un perro, no un chimpanc¨¦, el primero que me ense?¨® que los animales tienen personalidad, mente y emociones"
R. Lo que me hace re¨ªr es que si desarrollas una vacuna para proteger a chimpanc¨¦s y gorilas, ?vas a meterte luego en la selva africana para vacunarlos? Puedes vacunar un individuo. Son poblaciones salvajes. Yo necesit¨¦ un a?o para acercarme lo suficiente a un grupo. A lo mejor fue un error atraer a los chimpanc¨¦s con bananas, pero es lo que hicimos. Los chimpanc¨¦s y los gorilas son muy conservadores, no querr¨¢n probar nuevos alimentos. Nosotros les dimos la vacuna de la polio con bananas cuando hab¨ªa una epidemia horrible y un chimpanc¨¦ era tan sensible que no volvi¨® a comer una banana, pese a que se supone que la vacuna no tiene sabor. Son muy conservadores con la comida. ?C¨®mo vacunar a los chimpanc¨¦s salvajes? Intentar vacunar a chimpanc¨¦s no habituados al ser humano es est¨²pido.
P. Entonces, ?cree que es in¨²til desarrollar una vacuna contra el ¨¦bola para chimpanc¨¦s o gorilas?
R. No va a ser muy ¨²til. Incluso ocurre que, despu¨¦s de desarrollar vacunas para las personas, los pacientes son muy pobres y no pueden permit¨ªrselas. ?Qui¨¦n va a pagar las vacunas para los chimpanc¨¦s?
P. Hace medio siglo, usted observ¨® que los chimpanc¨¦s utilizaban herramientas y oblig¨® a redefinir al ser humano. Debi¨® de ser un golpe para la Iglesia cat¨®lica y otras religiones antropoc¨¦ntricas el saber que el ser humano no es tan especial. ?Usted cree en Dios?
R. Creo en un gran poder espiritual. Y estoy muy contenta de que el papa haya dicho que los perros tambi¨¦n van al cielo, porque mi animal favorito es un perro. Fue un perro, no un chimpanc¨¦, el primero que me ense?¨® que los animales tienen personalidad, mente y emociones.
P. ?Su animal favorito es un perro?
R. S¨ª. Los chimpanc¨¦s son tan parecidos a nosotros que me gustan algunos chimpanc¨¦s m¨¢s que algunos humanos, y algunos humanos m¨¢s que algunos chimpanc¨¦s. Para m¨ª no son como animales, son como seres humanos.
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