El Dorado
Para la derecha la pol¨ªtica no es sino la proyecci¨®n de sus intereses privados; en cambio, se supone que para la izquierda la pol¨ªtica es un ideal de limpieza moral y de regeneraci¨®n p¨²blica
Los conquistadores de Indias oyeron contar a unas tribus ind¨ªgenas que en alg¨²n lugar al norte exist¨ªa una laguna llena de oro, producto de una ofrenda ritual, que un rey cada a?o ofrec¨ªa a los dioses. As¨ª naci¨® la leyenda de El Dorado. Los conquistadores atravesaron selvas y cordilleras, r¨ªos caudalosos y ci¨¦nagas ponzo?osas en busca de ese tesoro sumergido. El Dorado siempre estaba m¨¢s all¨¢, en otra parte y nunca fue encontrado, pero esa leyenda sirvi¨® de poderoso acicate para despertar nobles sue?os del alma humana, no solo la codicia. Como el Santo Grial o la Piedra Filosofal, el mito de El Dorado es una pauta del esp¨ªritu, un ideal de pureza y de resurrecci¨®n. En pol¨ªtica El Dorado tambi¨¦n existe. Es ese sue?o de igualdad, libertad, moral p¨²blica y regeneraci¨®n, que la izquierda cree poder alcanzar. Ahora, unos con la nariz tapada, otros con el empe?o juvenil de que cambiar el orden de las cosas, muchos ciudadanos han llegado al pie de las urnas municipales y auton¨®micas con la ilusi¨®n de aquellos conquistadores, que vencieron toda suerte de adversidades atra¨ªdos por la leyenda de El Dorado. Ingenuos o resabiados, los votantes de izquierdas que han conseguido colocar a sus l¨ªderes en la ruta hacia la laguna de oro, esperan que esta vez el pacto leal entre partidos y plataformas progresistas se sobreponga a la ambici¨®n, codicia y ego¨ªsmo de los mediocres. En general, para la derecha la pol¨ªtica no es sino la proyecci¨®n de sus intereses privados; en cambio, se supone que para la izquierda la pol¨ªtica es un ideal de limpieza moral y de regeneraci¨®n p¨²blica. ?Qu¨¦ conquistador ser¨¢ el primero en confundir El Dorado con un caudal a sus expensas en el que se puede meter mano?. No debe volver a pasar. Bastar¨¢ con que se corrompa un concejal de izquierdas para que se destruya todo un sue?o y el Dorado deje de existir una vez m¨¢s.
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