El gran desahucio planetario

Esta entrada ha sido escrita porDavid Hammerstein(@DaHammerstein)y publicada simult¨¢neamente en su blog.

Afectados por la sequ¨ªa en el norte de Afganist¨¢n. Foto: V. Tan/UNHCR.

La l¨ªder de Podemos de Andaluc¨ªa tiene raz¨®n cuando pide a la Junta de Andaluc¨ªa que retire el dinero p¨²blico de los bancos que desahucian injustamente a miles de personas de sus casas. Ella est¨¢ pidiendo una actuaci¨®n pr¨¢ctica, ¨¦tica y coherente a las autoridades pol¨ªticas.

Es una pena que no se aplique la misma l¨®gica al enorme desahucio planetario actualmente en curso: el cambio clim¨¢tico. Millones de personas ya est¨¢n siendo expulsadas de sus casas y tierras a causa de sequ¨ªas, la p¨¦rdida de biodiversidad y, en general, por el r¨¢pido deterioro de los ecosistemas que dan el soporte imprescindible a nuestras sociedades. Muchas guerras, violentas tensiones ¨¦tnicas y conflictos sociales provocados por las cr¨®nicas formas de desigualdad est¨¢n siendo causados o est¨¢n siendo empeorados, directa o indirectamente, por las m¨²ltiples facetas del avance del cambio clim¨¢tico. Seg¨²n las mejores estimaciones cient¨ªficas, en los pr¨®ximos a?os y d¨¦cadas centenares de millones personas ser¨¢n desahuciadas conforme los grandes territorios del planeta pierden sus capacidades bioproductivas y condiciones habitabilidad a causa del temible calentamiento global y por la mayor frecuencia de acontecimientos clim¨¢ticos extremos.

Resulta muy chocante y moralmente inaceptableque nuestras contribuciones ciudadanas en impuestos, nuestras pensiones, nuestras inversiones p¨²blicas y privadas, nuestros dep¨®sitos bancarios y nuestras subvenciones p¨²blicas est¨¦n financiando el gran desahucio planetario causado principalmente por la masiva extracci¨®n de recursos materiales y biol¨®gicos y la quema de los combustibles f¨®siles. Para frenar el avance y los terribles impactos del cambio clim¨¢tico no bastan los necesarios gestos individuales sino una transformaci¨®n profunda institucional sobre las prioridades de inversi¨®n de los dineros de instituciones p¨²blicas, sindicatos, cajas de ahorros, cooperativas y bancos.

En la mayor¨ªa del mundo (aunque todav¨ªa no en Espa?a) ya son miles de millones de euros los que est¨¢n siendo ¡°des-invertidos¡± de fondos de inversi¨®n, bancos y planes de pensiones que se invierten en las empresas el¨¦ctricas y petrol¨ªferas de los combustibles f¨®siles (ver, por ejemplo350.org). Adem¨¢s, hay campa?as internacionales muy exitosas en contra de las masivas subvenciones p¨²blicas a la extracci¨®n, transporte y quema del carb¨®n, el gas y el petr¨®leo. En Espa?a la mala y anacr¨®nica pol¨ªtica se impone con el aumento de las cuotas e incentivos otorgados recientemente a las empresas t¨¦rmicas por Gobierno del PP para que quemen el ¡°carb¨®n nacional¡±. Apenas nadie del movimiento contra el cambio clim¨¢tico est¨¢ criticando este hecho.

Para la eficacia y ¨¦xito del movimiento social contra del cambio clim¨¢tico y a favor de un futuro basado 100% en las fuentes renovables de energ¨ªa ser¨¢ necesaria una fuerte presi¨®n popular, pol¨ªtica y corporativa para forzar la ¡°des-inversi¨®n¡± p¨²blica y privada en los combustibles f¨®siles. La enorme envergadura del desahucio planetario generado por el avance del cambio clim¨¢tico exige una transici¨®n r¨¢pida hacia una econom¨ªa limpia y ¨¦tica.

?Comencemos ya con nuestros dineros!