Las ¨²ltimas tribus no contactadas salen de la selva
Una oleada de ind¨ªgenas aislados emerge de los bosques de Per¨² y Brasil
¡°Contra el petr¨®leo, [los anticapitalistas] han creado la figura del nativo selv¨¢tico no conectado; es decir, desconocido pero presumible, por lo que millones de hect¨¢reas no deben ser exploradas, y el petr¨®leo peruano debe quedarse bajo tierra mientras se paga en el mundo 90 d¨®lares por cada barril¡±, proclam¨® en 2007 el entonces presidente de Per¨² Alan Garc¨ªa. El mismo a?o, el presidente de la petrolera estatal PeruPetro, Daniel Saba, fue todav¨ªa m¨¢s all¨¢: ¡°Es absurdo decir que hay no contactados cuando nadie los ha visto¡±.
Ambos se equivocaban o ment¨ªan. Las ¨²ltimas tribus aisladas del planeta est¨¢n saliendo de la selva y entrando en contacto con las poblaciones m¨¢s cercanas, seg¨²n una investigaci¨®n financiada por el Centro Pulitzer para la Cobertura Informativa de Crisis y publicada hoy en la revista estadounidense Science. Las apariciones se multiplican en el bosque tropical que emerge en la frontera entre Brasil y Per¨².
La agencia del Gobierno brasile?o que establece las pol¨ªticas relacionadas con los pueblos ind¨ªgenas, la Fundaci¨®n Nacional del Indio (Funai), entr¨® en contacto con cinco tribus aisladas entre 1987 y 2013. Solo en los ¨²ltimos 18 meses, tres grupos han contactado con los poblados cercanos: los xinane, los korubo y los aw¨¢ guaj¨¢. En Per¨², el periodista Andrew Lawler confirma en la revista Science otro pu?ado de contactos.
El Gobierno peruano, con Ollanta Humala al frente desde 2011, ya no niega la existencia de tribus aisladas. En los ¨²ltimos a?os, ha destinado tres millones de hect¨¢reas a crear cinco reservas para mantener a estos grupos al margen del resto del mundo. La antrop¨®loga peruana Beatriz Huertas, autora del libro Los pueblos ind¨ªgenas en aislamiento, se?ala las causas que pueden estar empujando a estas tribus fuera de la selva: los madereros ilegales, la miner¨ªa, las prospecciones de gas y petr¨®leo, los conflictos con otros grupos aislados, la falta de alimento y el tr¨¢fico de droga desde Per¨², el mayor productor de coca del mundo, a Brasil.
¡°Aqu¨ª est¨¢ ocurriendo algo m¨¢s, pero no hay suficiente investigaci¨®n como para saber qu¨¦ es¡±, reconoce Lorena Prieto, directora de Pueblos Ind¨ªgenas en Contacto Inicial y Aislamiento del Ministerio de Cultura peruano. El a?o pasado, un grupo de ind¨ªgenas mashco-piro abandon¨® su refugio en la selva amaz¨®nica para acercarse a la orilla de un r¨ªo cercano al pueblo peruano de Monte Salvado. ¡°?D¨®nde est¨¢n los pecar¨ªes?¡±, preguntaban a gritos. Los pecar¨ªes o jabal¨ªes americanos son uno de sus principales medios de subsistencia en las profundidades del bosque tropical.
En Per¨² viven unos 8.000 ind¨ªgenas aislados, seg¨²n los c¨¢lculos de Huertas. Su principal amenaza es la transmisi¨®n de enfermedades contra las que no tienen defensas. Las infecciones llegan a lomos de madereros, mineros, misioneros, traficantes de droga e incluso periodistas, seg¨²n la investigaci¨®n de Science. En la d¨¦cada de 1980, unos 350 miembros de una tribu aislada murieron por enfermedades despu¨¦s de entrar en contacto con trabajadores de la petrolera holandesa Shell, denuncia la antrop¨®loga peruana. ¡°Estamos en el umbral de grandes extinciones de culturas¡±, sostiene Francisco Estremadoyro, director de ProPur¨²s, una organizaci¨®n dedicada a blindar la biodiversidad de las cabeceras amaz¨®nicas en el sudeste peruano.
La investigaci¨®n de Science destapa la falta de preparaci¨®n de los gobiernos de Brasil y Per¨² para enfrentarse a esta oleada de contactos. ¡°Es imposible cubrir esta cantidad de territorio con nuestro presupuesto¡±, admite Prieto, que gestiona un mill¨®n de d¨®lares y un reducido equipo de 17 personas.
Las enfermedades adquiridas en un primer contacto pueden exterminar hasta al 90% de una tribu
En Brasil se repiten los mismos problemas. ¡°La Fundaci¨®n Nacional del Indio est¨¢ muerta¡±, sentencia el septuagenario explorador brasile?o Sydney Possuelo, que en 1987 fund¨® su Departamento de Tribus Desconocidas. En 2014, el Gobierno de Dilma Rousseff aprob¨® un presupuesto de 1,15 millones de d¨®lares para localizar y proteger a los pueblos aislados, un 20% de lo que ped¨ªa la Funai. Este a?o se ha concedido la misma cantidad, esta vez un 15% de lo solicitado.
Los expertos entrevistados por la periodista Heather Pringle acusan al Ejecutivo de Rousseff de anteponer el crecimiento econ¨®mico a los derechos de los pueblos ind¨ªgenas. Los datos tambi¨¦n lo sugieren. Sin dinero, la Funai no puede recoger los datos necesarios para demarcar legalmente los bosques reservados a los grupos aislados.
Entre 1995 y 2002, el Gobierno de Fernando Henrique Cardoso ratific¨® 118 solicitudes de tierras por parte de los grupos ind¨ªgenas. Entre 2003 y 2010, el equipo del presidente Luiz In¨¢cio Lula da Silva firm¨® otras 81. Entre 2011 y 2015, Rousseff apenas ha ratificado 11, y solo una desde 2013. ¡°El Gobierno ve a los indios como un obst¨¢culo para el negocio agr¨ªcola, para la expansi¨®n de la miner¨ªa y para la extracci¨®n de recursos naturales¡±, opina Antenor Vaz, otro veterano de la Funai.
Ni la fundaci¨®n ni el Ministerio de Salud brasile?o tienen planes de contingencia para actuar con rapidez cuando se produce un contacto. En junio del a?o pasado, un grupo aislado de indios xinane se acerc¨® al peque?o poblado de Simpat¨ªa. Muchos de ellos cayeron enfermos. El Ministerio de Salud tard¨® casi una semana en enviar a un m¨¦dico. Cuando lleg¨®, los ind¨ªgenas ya hab¨ªan regresado a la selva, con pat¨®genos desconocidos capaces de exterminar hasta al 90% de su tribu.
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