El arquitecto como mediador para el comercio de barrio
Hace m¨¢s de una d¨¦cada que conozco a Mar¨ªa Jes¨²s Gonz¨¢lez Fern¨¢ndez. Mis hijos y yo le compramos zapatillas cada primavera o cuando crece el pie de los ni?os. Un d¨ªa cont¨® que hab¨ªa heredado de su t¨ªo ¨Cque se jubil¨®- esta antigua zapater¨ªa en la calle Tribulete de Madrid. Me sorprendi¨® porque ataviada con un guardapolvo azul y movi¨¦ndose de un lado para otro siempre hab¨ªa cre¨ªdo que ella era la empleada.
Con los a?os la hemos visto sufrir con las modas del calzado escolar, dudar sobre cu¨¢ntas marcas deb¨ªa introducir en una zapater¨ªa que vende zapatillas por la comodidad m¨¢s que por la marca y, esto es importante, la hemos visto mantener a sus dos empleados a lo largo de los a?os. Un d¨ªa pas¨¦ por delante y la zapater¨ªa ya no estaba. ¡°Hasta aqu¨ª, pens¨¦. No ha podido aguantar m¨¢s. Ya han puesto otro local ¡®de dise?o¡¯ en el barrio¡±. Cual ser¨ªa mi sorpresa al descubrir que hab¨ªa sido Mar¨ªa Jes¨²s la que hab¨ªa recurrido al dise?o para actualizar su comercio.
Fue ella la que lleg¨® al estudio de arquitectura que Pablo Garc¨ªa Bachiller y Laura Casanova Colv¨¦e (PEC obras) tienen en el antiguo Mercado de San Fernando, al final de la calle, como si fuera un puesto de frutas y verduras m¨¢s. ¡°Pens¨¦ que mejor dejarlo todo en el barrio. Habl¨¦ con ellos. Fueron razonables. Se ajustaron al presupuesto que ten¨ªa. Y les dej¨¦ trabajar¡±. As¨ª de sencillo lo explica ella.
¡°Nos pidi¨® ayuda porque reconoci¨® en nosotros una habilidad que rara vez se valora de nuestro oficio, la de mediaci¨®n¡±, cuenta el arquitecto Pablo Garc¨ªa.
Laura Casanova y Pablo Garc¨ªa Bachiller hace a?os que trabajan en ese mercado de Lavapi¨¦s. ¡°Observamos desde nuestro puesto c¨®mo el mercado, como microclima dentro del barrio, se va transformando¡±. Desde esa atalaya, se han dado cuenta de que las peque?as actividades econ¨®micas constituyen en muchos barrios la posibilidad de los vecinos de desarrollar una econom¨ªa propia, han visto tambi¨¦n c¨®mo el fin de las rentas antiguas modificaba edificios, comercios y, como consecuencia, la vida en la calle. Con esa informaci¨®n, los arquitectos ofrecieron a Mar¨ªa Jes¨²s mediaci¨®n en dos sentidos.
Primero con el casero: la zapatera se har¨ªa cargo de varias de las intervenciones y, tras la obra, aceptar¨ªa un compromiso de subida gradual de la renta ¡°Un entendimiento de que la buena marcha del negocio redunda en beneficio de todas las partes¡±, explican.
La segunda mediaci¨®n fue con el negocio. La tienda ha vivido diversas transformaciones ampli¨¢ndose y reduci¨¦ndose. Ha cambiado de color: ¡°se las ha ingeniado con astucia lavapiesana" ¨Ccuentan los arquitectos- para ir adapt¨¢ndose con recursos como un trocito de alambre. Y siempre ha atendido a lo que los vecinos iban pidiendo. ¡°Es un comercio que hace sus previsiones con las orejas, m¨¢s que con las tendencias impuestas desde otros foros¡±, insisten.
Para el cambio, los arquitectos aconsejaron pensar tambi¨¦n en la nueva poblaci¨®n migrante: los j¨®venes, los turistas, los inmigrantes. Y con ese objetivo en mente plantearon una reforma de bajo coste que recogiese el esp¨ªritu del local intentando reutilizar los materiales de construcci¨®n. La idea era convertir la zapater¨ªa en un espacio de convivencia, donde alg¨²n vecino se puede sentar y los ni?os pueden entrar. Se trata de que todos -tienda, comerciantes, vecinos y barrio- se reconozcan. Tambi¨¦n de que se alegren del cambio.
Los arquitectos reutilizaron casi todo lo que hab¨ªa: lo desmontaron y lo volvieron a montar. El antiguo mostrador de pino y roble existente sirvi¨® en parte para construir expositores. Un sastre de origen senegal¨¦s, compa?ero de la asociaci¨®n de comerciantes del mercado de San Fernando, se encarg¨® de tapizar los nuevos bancos.
El resto de los materiales -madera maciza de pino de procedencia cercana, aceites de origen natural y de alta calidad para el tratamiento de la madera, pinturas con base mineral y libres de t¨®xicos para paredes y techos- culminaron con la reconstrucci¨®n y restauraci¨®n de suelo de terrazo in situ.
Un tubo de cobre de fontaner¨ªa sirvi¨® para construir las estructuras de los nuevos-viejos muebles. ¡°Se pondr¨¢n verdes y los veremos cambiar¡±. Las bombillas se cambiaron a Leds y con algunos ladrillos y un poco de yeso se culmin¨® el trabajo. La zapater¨ªa se qued¨® en el barrio. Y el barrio se puso al d¨ªa sin tener que cerrar una de sus ¨²ltimas zapater¨ªas.
Precio por metro cuadrado seg¨²n arquitectos: 214 euros.
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