Una crisis de gesti¨®n
El ajuste radical en el HSBC confirma que la expansi¨®n global de la banca depende de la calidad de los cuadros
El banco brit¨¢nico (de origen hongkon¨¦s) HSBC ha anunciado uno de los ajustes laborales y profesionales m¨¢s dr¨¢sticos de los ¨²ltimos 10 a?os. Incluye 25.000 despidos (el 10% de la plantilla) y la venta de las operaciones en Turqu¨ªa y Brasil, que, de colocarse en entidades de ambos pa¨ªses, implicar¨¢n el recorte de otros 25.000 empleos m¨¢s. Lo que el HSBC est¨¢ planteando es una aut¨¦ntica reconversi¨®n: cierre de oficinas y operaciones, despidos y abaratamiento de los gastos de personal. El banco, uno de los m¨¢s grandes del mundo, tiene un grave problema de rentabilidad; pretende resolverlo con una reducci¨®n gigantesca de costes (cuatro a?os atr¨¢s ya despidi¨® a 30.000 empleados) y regresando a Hong Kong ¡ªtiene su sede en Londres desde 1992¡ª, donde tendr¨¢ menos presiones regulatorias.
Editoriales anteriores
La cuesti¨®n es si el enorme ajuste en el HSBC es una respuesta exclusiva a las dificultades espec¨ªficas de la entidad o si responde a s¨ªntomas que afectar¨¢n tarde o temprano a la banca global. El HSBC ha crecido mucho y muy deprisa; se extendi¨® de forma imparable por decenas de pa¨ªses. Y quiz¨¢ porque afront¨® regulaciones m¨¢s estrictas que la hongkonesa, ha tropezado con graves dificultades legales: est¨¢ implicado en irregularidades fiscales, blanqueo de dinero, fraude y manipulaci¨®n de divisas en varios pa¨ªses del mundo.
Una explicaci¨®n para estas dificultades es que los bancos globales ¡ªm¨¢s de 100.000 empleados¡ªson dif¨ªciles de controlar. La globalizaci¨®n acelerada suele tropezar con una limitaci¨®n grave, que es la dificultad para encontrar cuadros preparados y de confianza en cada pa¨ªs o zona de expansi¨®n. La moraleja que cabe extraer de la reconversi¨®n angustiosa del banco brit¨¢nico y su posible repliegue a Hong Kong es que el tama?o no equivale a rentabilidad; cuando no est¨¢ sostenido por una gesti¨®n meticulosa, puede ser un foco de graves problemas y causar, incluso, un shock financiero universal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.