Cuando ayudas, ?a d¨®nde va tu dinero?
Portada del proyecto de Propublica y NPR dedicado a Cruz Roja Americana.
¡°Despu¨¦s del Hurac¨¢n Sandy, los americanos abrieron sus billeteras para la Cruz Roja. Confiaban en la ONG y pensaron que estaba a la altura de las circunstancias. Se equivocaban¡±.
Con estas l¨ªneas se abr¨ªa en abril del a?o pasado una larga serie de art¨ªculos y reportajesen los que las organizaciones period¨ªsticas estadounidensesPropublica y National Public Radio (NPR) han ido evaluando la actuaci¨®n de la Cruz Roja Americana en dos de los desastres naturales m¨¢s medi¨¢ticos de los ¨²ltimos a?os. Sus conclusiones son inquietantes y ofrecen algunas lecciones de las que todos deber¨ªamos aprender.
Tras recaudar 312 y 500 millones de d¨®lares destinados, respectivamente, a las v¨ªctimas del hurac¨¢n Sandy y el terremoto de Hait¨ª, la verdadera respuesta de la ONG sobre el terreno se parece poco a la imagen de eficacia que daban sus responsables. Las irregularidades, destapadas a partir de informes y correos internos, incluyen el desv¨ªo de recursos de programas hacia actividades de relaciones p¨²blicas, may¨²sculas torpezas log¨ªsticas, desperdicio de recursos esenciales como ayuda alimentaria y opacidad en el tratamiento de la informaci¨®n. Veinte piezas completan hasta ahora una serie que incluye reportajes, noticias e intercambios con Cruz Roja en los que Propublica y NPR analizan las cuentas, las acciones y los resultados de la ONG. Su ¨²ltimo reportaje (¡°C¨®mo la Cruz Roja recaud¨® 500 millones de d¨®lares para Hait¨ª y construy¨® seis casas¡±) ha dado lugar a un intenso debate p¨²blico sobre la respuesta a las emergencias y la informaci¨®n que facilitan las agencias humanitarias en estas circunstancias.
El alcance de esta investigaci¨®n va m¨¢s all¨¢ del caso concreto de la Cruz Roja Americana. Con independencia de las posibles ilegalidades,describe la importancia de la transparencia y la rendici¨®n de cuentas en las tareas humanitarias, sean gubernamentales o de organizaciones privadas. Durante demasiados a?os, la sociedad y las autoridades de los pa¨ªses ricos han estado m¨¢s preocupadas por asegurar la correcci¨®n contable del gasto (¡°que mi dinero llegue¡±) que por conocer el verdadero impacto de las acciones. Eso tiene que cambiar: cuando se trata de recursos escasos destinados a la lucha contra la pobreza, evitar el fraude no es suficiente porque los resultados pueden llegar a ser tan relevantes para el contribuyente y el donante como las propias leyes.
La buena ayuda ofrece servicios b¨¢sicos que salvan y transforman vidas, apuntala procesos de desarrollo productivo y genera la creatividad y el emprendimiento que est¨¢n en la base del progreso. Pero nada de todo eso llega a quienes deben pagarlos si no somos capaces de medirlo y comunicarlo de manera activa y transparente, mucho m¨¢s en una ¨¦poca de crisis en que la competencia es feroz. En el Reino Unido, por ejemplo, la aprobaci¨®n de la ley que garantiza el 0,7% para AOD ha venido precedida de todas las cautelas necesarias para otorgarvalora cada libra entregada por los contribuyentes (vean, por ejemplo, este informe de 2011 en el que se plantean la transparencia y la evaluaci¨®n como ¨²nicas herramientas sobre las que defender p¨²blicamente la ayuda).
No son los ¨²nicos. Adem¨¢s de los resultados que ofrece el Reino Unido, pueden encontrar portales de calidad dedicados a este asuntoen las p¨¢ginas de la cooperaci¨®n de EEUU, Canad¨¢, Banco Mundial y otras tantas (entre las cu¨¢les no est¨¢ la espa?ola, lamentablemente). Tambi¨¦n en alguna de las grandes ONG, como Save the Children. Todas ellas hablan de la eficacia de la ayuda y ejercen las transparencia que reclaman.
Si esta tendencia se consolida, el caso de la Cruz Roja Americana ser¨¢ en el futuro la excepci¨®n, porque en todos los pa¨ªses las organizaciones p¨²blicas y privadas estar¨¢n sujetas a un escrutinio mucho m¨¢s estricto del que han conocido en el pasado. Bienvenido sea:la ayuda es tan sumamente importante para tantos millones de personas que todo lo que podamos hacer para apuntalarla ser¨¢ insuficiente.
[Para los que est¨¦n interesados, hoy a las 17h de Espa?a Propublica ofrece una conversaci¨®n sobre este asunto a trav¨¦s de su web.]
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