Los famosos perjudican seriamente su salud
Un libro denuncia c¨®mo las celebridades est¨¢n instalando mensajes contrarios a la medicina en la sociedad
"Supongo que eres consciente de que miles de personas quieren saber qu¨¦ comes, qu¨¦ no comes, qu¨¦ haces, qu¨¦ no haces¡±, le dijo Pablo Motos a Isabel Preysler en su reciente visita a El Hormiguero para que desvelar las claves de su belleza. No le faltaba raz¨®n a Motos: el programa logr¨® el r¨¦cord hist¨®rico de audiencia con casi cuatro millones de espectadores que escucharon a Preysler vender las bondades de su marca de crema y del batido de verdura que se toma al despertar ¡°que te da mucha energ¨ªa, es muy bueno para la piel... te sientes muy bien¡±.
Ese preparado, que a Motos le result¨® repugnante, forma parte de la moda de los batidos verdes, los smoothies que exhiben las celebrities en EE UU.?¡°No sirven para nada. E incluso pueden ser nocivos porque te alejan de un patr¨®n de dieta saludable¡±, critica Julio Basulto, dietista-nutricionista especialmente combativo contra las patra?as diet¨¦ticas. La utilidad de estos zumos est¨¢ completamente desmontada: los elementos no multiplican sus propiedades al batirse juntos (como hicieron en El Hormiguero) y, adem¨¢s, sacian mucho menos que si las tomaran por separado.
Estos batidos verdes son la ¨²ltima de las muchas recetas milagrosas que publicitan los famosos, previo pago o no,?y que inundan medios en los que se elogian sin ning¨²n esp¨ªritu cr¨ªtico el valor del ¨²ltimo secreto de tal o cual personaje popular para adelgazar o para "estar radiante". Se trata de una maquinaria industrial, que genera miles de millones, y que instala en el imaginario colectivo que hay atajos en cuestiones de salud, superalimentos curalotodo, zumos que limpian por dentro, dietas prodigiosas e infalibles pastillas de colores.
Para desmontar esta espiral de autoenga?o masivo, el profesor de la Universidad de Alberta Timothy Caulfield acaba de publicar un libro, Is Gwyneth Paltrow Wrong About Everything? (?Est¨¢ Gwyneth Paltrow equivocada en todo?, Penguin, 2015), en el que tumba todos y cada uno de estos reclamos, dignos de los vendedores de crecepelos, que ahora gritan sus mentiras en los mass media exhibiendo la belleza y el ¨¦xito de los famosos. Caulfield, miembro de la Academia de Ciencias de la Salud de Canad¨¢ y experto en bio¨¦tica, ha escogido para el t¨ªtulo a la actriz estadounidense por haberse convertido en la encarnaci¨®n m¨¢s clara del famoso que vende panaceas.
Instalan en el imaginario colectivo que hay atajos en cuestiones de salud, superalimentos curalotodo, dietas prodigiosas e infalibles pastillas de colores
Sobre todo, por su promoci¨®n de un tratamiento de los llamados detox, una especie de dietas integrales que prometen limpiar las toxinas del organismo que est¨¢n propag¨¢ndose por todo el mundo. Tras ponerse en contacto con numerosos expertos y consultar toda la literatura cient¨ªfica pertinente, Caulfield sentencia: "Ni un s¨®lo estudio respalda la teor¨ªa que sostiene a esta gigantesca industria". B¨¢sicamente, porque parte de una idea completamente err¨®nea de c¨®mo funciona el cuerpo humano, que ya se limpia solo, por ejemplo, cuando miccionamos. Paltrow, que fuma y toma el sol sin protecci¨®n, tambi¨¦n defiende las dietas sin gluten ¡ªinnecesario e in¨²til en personas no cel¨ªacas¡ª y el uso sistem¨¢tico de complementos alimenticios y vitam¨ªnicos.
Preysler tambi¨¦n contribuye a popularizar estas pastillas, y ya quedan pocos medios en Espa?a que no hayan contado el secreto (a voces) de su pastillero: diez al d¨ªa, de todo tipo y condici¨®n. Una vez m¨¢s, "un mal consejo basado en falacias como que los alimentos actuales tienen menos nutrientes que antes", explica el dietista-nutricionista Juan Revenga, que acaba de publicar Adelg¨¢zame, mi¨¦nteme (Ediciones B), en el que critica los enga?os de la industria del adelgazamiento. El negocio de estas pastillas, que aspira a doblarse en los pr¨®ximos a?os hasta los 60.000 millones de d¨®lares s¨®lo en EE UU, alimenta la falsa creencia de que "hay que tomar de todo para estar sano, para aguantar todo el d¨ªa". Una vez m¨¢s, un reclamo incorrecto: "Si funcionaran, ser¨ªan medicamentos, es as¨ª de simple", zanja Basulto, que se?ala varios peligros del consumo de estos complementos, como que puedan interactuar con otros f¨¢rmacos, la falsa sensaci¨®n de seguridad y, como denuncia Caulfield, los estudios se?alan que la mayor¨ªa de estos comprimidos presentan una composici¨®n adulterada.
Los nutricionistas se encuentran en su d¨ªa a d¨ªa con peticiones popularizadas por famosos
Los medios publicitan todo tipo de remedios absurdos porque los famosos los usan: que Miley Cyrus y Novak Djokovic no toman gluten (sin ser cel¨ªacos), que los Beckham usan faciales de caca de p¨¢jaro, que Kate Middleton se rejuvenece con veneno de abeja, que Katie Holmes pone caracoles a pasear por su cara y que Leonardo DiCaprio se hace limpiezas de colon. A veces no sabemos siquiera si es cierto, se difunden en medios dedicados al cotilleo y nunca se abordan sus ¡°impresionantes resultados¡± con el m¨¢s m¨ªnimo escepticismo ni por periodistas especializados en salud o ciencia. Para colmo, como se?ala Caulfield en su libro, en la p¨¢gina anterior hemos visto la "demoniaca" celulitis de una actriz y en la siguiente, que una cantante est¨¢ "estupenda", en clara alusi¨®n a que est¨¢ m¨¢s delgada.
Revenga y Basulto se encuentran en su d¨ªa a d¨ªa con peticiones popularizadas por famosos. Son modas que van y vienen, como la dieta Dukan, que hace un par de a?os monopolizaba conversaciones (tambi¨¦n aupada por famosos incluso sin su consentimiento) y ahora est¨¢ olvidada. Basulto, que coordin¨® el documento ministerial contra la Dukan por anticient¨ªfica, recuerda la Enzima prodigiosa ¡ª"un fraude peligroso"¡ª que Mercedes Mil¨¢ introdujo en millones de hogares y Revenga cita las numerosas dietas que defienden o se atribuyen a personajes como Bel¨¦n Esteban, Caritina Goyanes o Mar¨ªa Teresa Campos y su hija. Dietas y modas que generan "frustraci¨®n y dolor", seg¨²n Basulto, "porque la gente termina sinti¨¦ndose culpable y es bastante malo para la salud mental".
El libro de Caulfield analiza en detalle c¨®mo funciona esta cultura de las celebrities y c¨®mo su influencia ha crecido hasta colarse bajo nuestra piel, con los tatuajes, o anim¨¢ndonos a cambiar nuestro cuerpo con el bistur¨ª: desde 2001 han crecido un 4.300% el n¨²mero de operaciones de lifting de brazos en EE UU (Michelle Obama es el modelo preferido por el 40% de las mujeres) y los cirujanos brit¨¢nicos reconocen que la nariz de Middleton les est¨¢ haciendo ricos.?
La moda de las famosas de usar terapia intravenosa de vitaminas como tratamiento rejuvenecedor ha provocado escasez de suministros m¨¦dicos esenciales", denuncia el autor
"La moda de las famosas de usar terapia intravenosa de vitaminas como tratamiento rejuvenecedor ha provocado escasez de suministros m¨¦dicos esenciales", denuncia el autor, que desmenuza diversos estudios que muestran c¨®mo las personas m¨¢s aficionadas a las revistas de cotilleos son m¨¢s propensas a pasar por el quir¨®fano, por ejemplo, y como los cirujanos est¨¢n intentando cambiar su lenguaje para frenar la frustraci¨®n que generan las falsas expectativas. Varios expertos describen a Caulfield el proceso psicol¨®gico por el que la gente cree que imitando el comportamiento o el f¨ªsico de un personaje popular conseguir¨¢n parte de su ¨¦xito.
Regresando a Isabel Preysler, que aseguraba notar perfectamente si una crema es buena o no al pon¨¦rsela; Caulfield sentencia que no hay evidencias cient¨ªficas que avalen el valor de los componentes de estos productos y que, en cualquier caso, se presentan en cantidades tan bajas que son cl¨ªnicamente irrelevantes: "No hay diferencia entre una crema de 10 d¨®lares y una de 700, pero la gente pagar¨¢ 700 porque cuesta 700", le asegura un prestigioso dermat¨®logo. Por algo, explica el autor, los reclamos siempre son tan poco espec¨ªficos como "radiante" y "luminosa". Caulfield cita un estudio reciente realizado entre mujeres canadienses que conclu¨ªa que ¨²nicamente un 3% de ellas cre¨ªa en la utilidad real de las cremas antiedad. De ser as¨ª, s¨®lo un grupo residual conf¨ªa en la utilidad de una industria de m¨¢s de 250.000 millones de d¨®lares.?
Caulfield se?ala que, en el fondo, lo que hace tan atractivos a los actores y las modelos lo heredaron de sus padres, por lo que es terrible querer parecerse a ellos: ¡°Tener a las personas que han ganado la loter¨ªa gen¨¦tica estableciendo los est¨¢ndares universales de belleza es como usar a los p¨ªvots de la NBA para motivar a la gente para que sea m¨¢s alta¡±. El autor concluye que ¡°se ha convertido en una de las fuerzas m¨¢s perniciosas de nuestra sociedad, contribuyendo a malas decisiones para la salud, al malgasto de dinero en belleza y productos in¨²tiles, a una menor comprensi¨®n sobre c¨®mo funciona la ciencia y al aumento de la insatisfacci¨®n con nuestra propia apariencia y, quiz¨¢, con nuestras propias vidas¡±.
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