¡°Ser¨¢ dif¨ªcil vivir sin aire acondicionado¡±
El cient¨ªfico lleva d¨¦cadas escrutando el hielo para reconstruir la historia del clima, un trabajo esencial para entender el calentamiento del planeta
Richard Alley ha conseguido que los glaciares le confiesen secretos esenciales sobre el clima. El ge¨®logo (Ohio, EE UU, 1957), uno de los principales investigadores en su campo, hall¨® en muestras de hielo de hace m¨¢s de 10.000 a?os, en zonas remotas de Groenlandia, un archivo de datos atmosf¨¦ricos que le ha ayudado a entender el ritmo del cambio clim¨¢tico: detect¨® modificaciones abruptas de las temperaturas durante varios periodos relativamente cortos de tiempo, lo que llev¨® a concluir al cient¨ªfico que podr¨ªan volver a producirse en el futuro y que el calentamiento del planeta dejar¨ªa de ser un proceso gradual. El profesor de la Pennsylvania State University, por cuyo trabajo recibir¨¢ el 23 de junio el premio Fundaci¨®n BBVA Fronteras del Conocimiento, considera que hay que tomar medidas para intentar frenar el proceso cuanto antes.
?Pregunta.??Por qu¨¦ eligi¨® el hielo?
Respuesta.?La historia del cambio clim¨¢tico est¨¢ registrada en cada capa de hielo. Entender esa trayectoria tiene mucho valor para los cient¨ªficos, porque nos ayuda a entender qu¨¦ puede ocurrir en el futuro. Es evidente que si algo ocurre en el pasado es posible que vuelva a suceder. Ahora mismo estamos especulando con lo que ocurrir¨¢ en el pr¨®ximo siglo. Cuando haces una previsi¨®n meteorol¨®gica, compruebas al d¨ªa siguiente si estabas en lo cierto. Pero en los vaticinios que afectan al clima, tenemos que esperar 100 a?os para saberlo. Estamos lidiando con algo que cambia muy lentamente, por eso es necesario intentar comprender el pasado y comprobar cu¨¢l es el modelo del que podemos aprender, para ver si coincide con lo que vemos en el presente. Todo ello nos lleva a buscar los datos del clima en el pasado, intentar averiguar qu¨¦ provoc¨® aquellos cambios, los gases de efecto invernadero, la temperatura del sol, cu¨¢ntos volcanes entraron en erupci¨®n, cu¨¢les eran los cambios en los oc¨¦anos¡ Y las capas de hielo son, en muchos sentidos, el mejor archivo del clima.
P.??C¨®mo se interpretan esos datos?
La b¨²squeda de nuevas fuentes de energ¨ªa es esencial. No tenemos otra opci¨®n¡±
R.?Sabemos c¨®mo funciona el clima: la tierra se est¨¢ calentando y puede calentarse a¨²n m¨¢s. Lo que est¨¢ ocurriendo en la actualidad se predijo hace unas pocas d¨¦cadas. Una de las cosas que se buscan en la climatolog¨ªa son las huellas. Existe un patr¨®n de las huellas que dejan los gases del efecto invernadero; otro, del sol o los volcanes. La huella que m¨¢s cambios est¨¢ provocando es la de los seres humanos. No existe una ciencia del cambio clim¨¢tico ni una ciencia del cambio causado por el hombre, pero s¨ª una ciencia que trata sobre el clima y de c¨®mo funciona la tierra, y eso incluye a los animales y a los seres humanos. Nuestra influencia es ineludible.
P.??Por qu¨¦ se ha tardado tanto en admitirlo?
R.?Cuando en 1906 un terremoto asol¨® San Francisco, el sector de la construcci¨®n, impulsado hasta entonces por un enorme crecimiento de la ciudad, puso en marcha una campa?a para difundir el mensaje de que no hab¨ªa ning¨²n problema con los edificios y que su destrucci¨®n fue causada en realidad por los incendios que provoc¨® el terremoto y no por el se¨ªsmo en s¨ª. A veces cuesta asumir la realidad. Cuando el estilo de vida de las personas se ve amenazado directamente, se critica a la ciencia. Tradicionalmente, hemos dudado de la ciencia medioambiental y yo creo que es algo completamente humano. Nuestro sistema actual depende en un 85% de las energ¨ªas f¨®siles. Obtenemos tanto de ellas que es dif¨ªcil hacerse a la idea de que hay que dejarlas atr¨¢s. No me sorprende que algunos hayan puesto en duda la efectividad de los recortes de emisiones. Pero la ciencia es muy clara: si empezamos a trabajar en un nuevo sistema, podemos hacer el cambio lentamente. Cuanto m¨¢s retrasemos nuestra respuesta, m¨¢s nos va a costar en t¨¦rminos econ¨®micos y medioambientales.
P.??Cu¨¢l es la mayor amenaza que acarrea el cambio clim¨¢tico?
R.?A finales de siglo, va a ser muy dif¨ªcil vivir sin aire acondicionado y cultivar en las zonas calurosas. En la actualidad ya hay partes del mundo en las que las temperaturas han subido tanto que perjudican los cultivos. Las proyecciones indican que, si no cambiamos nuestros h¨¢bitos, al final de siglo los veranos ser¨¢n m¨¢s c¨¢lidos. Si ya estamos viendo las consecuencias negativas del calor en nuestra capacidad para cultivar alimentos, en ochenta a?os el desaf¨ªo ser¨¢ a¨²n mayor.
P.??Cabe la posibilidad de que ciudades situadas en las costas tengan que desalojarse en parte por la subida del nivel del mar?
R.?S¨ª, deber¨¢n hacer eso o levantar diques. El c¨¢lcu?lo m¨¢s optimista de los expertos del Panel Intergubernamental sobre Cambio Clim¨¢tico [promovido por Naciones Unidas] establece que la subida del nivel del mar ser¨¢ de alrededor de un metro de aqu¨ª a finales de siglo. Si seguimos quemando energ¨ªa tan r¨¢pido, podr¨ªa ser m¨¢s grave. Incluso aunque control¨¢ramos las emisiones de di¨®xido de carbono, no lograr¨ªamos estar en las condiciones que queremos.
P.??Podemos ser optimistas?
R.?S¨ª, por supuesto. A lo largo de la historia siempre hemos encontrado la manera de utilizar los recursos disponibles para obtener energ¨ªa. El hallazgo m¨¢s reciente ha sido el de las energ¨ªas f¨®siles. Las estamos quemando un mill¨®n de veces m¨¢s r¨¢pido de lo que se acumularon, por lo que la b¨²squeda de nuevas fuentes de energ¨ªa es esencial. Ahora tenemos la oportunidad de seguir empleando energ¨ªas f¨®siles o renovables. Tambi¨¦n podemos esperar a que se agoten y empezar despu¨¦s a generar energ¨ªas renovables. Pero no tenemos otra opci¨®n, necesitaremos otras fuentes de energ¨ªa. Si nos comprometemos de verdad, en tres d¨¦cadas podremos tener un sistema de energ¨ªas renovables que sirva para siempre. Somos la primera generaci¨®n, desde que empezamos a quemar ¨¢rboles, que realmente sabe c¨®mo hacerlo.
P.??C¨®mo se alterar¨¢ el cambio clim¨¢tico si tenemos un sistema de energ¨ªas renovables listo para 2050?
R.?Hay un consenso significativo de que la temperatura puede subir hasta dos grados. En este tiempo, ya ha crecido un grado. Ese primer grado de aumento no tiene gran coste, pero el segundo ser¨¢ m¨¢s costoso; el tercero, a¨²n m¨¢s, y as¨ª progresivamente. Si hubi¨¦ramos comenzado a trabajar en este sentido hace 30 a?os, habr¨ªamos parado el golpe. Cuanto m¨¢s retrasemos el proceso, el coste ser¨¢ mayor.
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