Patriotismo

Luis Mar¨ªa Linde, gobernador del Banco de Espa?a, se ha aliado una vez m¨¢s con el FMI para reclamar al Gobierno nuevos ajustes, subidas del IVA y medidas de austeridad centradas en la reforma del mercado laboral. Para Linde es fundamental abaratar el despido de los trabajadores con contrato indefinido, es decir, destruir el ¨²ltimo reducto de trabajo decente que subsiste en este pa¨ªs. Su opini¨®n desmiente los criterios del Gobierno que le ha nombrado, disolviendo la ilusi¨®n de que la recuperaci¨®n econ¨®mica es firme, la creaci¨®n de empleo, definitiva y el crecimiento espa?ol, el m¨¢s alto de la zona euro. El gobernador del Banco de Espa?a no s¨®lo est¨¢ en su derecho de emitir informes econ¨®micos. Esa es su obligaci¨®n, a pesar de que en a?o electoral sabr¨¢, como todo el mundo, que no le van a hacer caso, pero no es su pesimismo lo que me ha llamado la atenci¨®n. Linde, ?recuerdan?, es aquel se?or que dijo en el Congreso que la austeridad era una pol¨ªtica patri¨®tica, y defini¨® el patriotismo como la valent¨ªa de adoptar medidas impopulares para garantizar el desarrollo futuro. Ahora, en el mismo informe donde pide m¨¢s patriotismo, o sea, m¨¢s recortes, al Ejecutivo, nos hemos enterado de que en 2014 suprimi¨® el recorte que afectaba a su sueldo y se lo subi¨® un 5,8%. A lo mejor, para ¨¦l es un gesto de patriotrismo, puesto que se trata a todas luces de una medida impopular que garantiza su futuro personal. A m¨ª me parece, en cambio, una prueba incontestable del nivel de desverg¨¹enza, casi patol¨®gico, al que han llegado los altos cargos en este pa¨ªs. A ninguna persona normal se le ocurrir¨ªa subirse p¨²blicamente el sueldo cuando sabe que va a pedir con insistencia que se lo bajen a todos los dem¨¢s. Y de las personas decentes, ya, ni hablamos.