Tienen que volver urgentemente a la escuela

Quiero comenzar este texto present¨¢ndoos a Ghada. Ghada es una ni?a de 13 a?os, nacida de Aleppo, Siria. Debido a la guerra que se vive en su pa¨ªs desde hace m¨¢s de cuatro a?os, Ghada y su familia se vieron obligados a abandonar su hogar y huir en busca de seguridad y protecci¨®n hacia L¨ªbano. Un pa¨ªs con 4 millones de habitantes que est¨¢ acogiendo en la actualidad a 1.200.000 refugiados sirios. Un ejemplo de hospitalidad y esperanza.

De un d¨ªa para otro, de una hora para otra, Ghada dejo atr¨¢s la que estaba siendo su vida. Su casa, sus amigos, sus recuerdos, su escuela, sus libros, su infancia.

La historia de Ghada bien podr¨ªa ser la historia de los m¨¢s de 25 millones de ni?os y ni?as que se encuentran en situaci¨®n de refugio o desplazamiento. Esta semana se celebra el D¨ªa Internacional de las personas refugiadas y desplazadas y desde Entreculturas hemos querido darles voz, contar sus historias, reclamar su derecho a ser ni?os y ni?as y hacer cosas propias de ni?os y ni?as como ir a la escuela o jugar, y no en cambio, huir de conflictos armados como el de Siria, Sud¨¢n del Sur, Rep¨²blica Centroafricana o Colombia, por citar algunos. Y lo hemos hecho a trav¨¦s de la campa?a Noland: derecho a jugar, sin jugarse la vida.

Actualmente en ?frica se concentran ocho conflictos armados que han provocado hasta ahora el desplazamiento de m¨¢s de 14 millones de personas. Tan solo en Sud¨¢n del Sur, m¨¢s de un mill¨®n de ni?os y ni?as no han conocido otra realidad que la de las zonas de desplazamiento y los campos de refugiados.

A estos 25 millones tenemos que sumar los 230 millones de ni?os y ni?as que, aunque no son refugiados o desplazados, viven en zonas de conflicto, jug¨¢ndose la vida diariamente o cayendo en redes de reclutamiento de menores soldado para la guerra y otros abusos a los derechos m¨¢s fundamentales de la infancia.

Esta realidad no puede dejarnos indiferentes. No podemos permitir que estos millones ni?os y ni?as pierdan su derecho a ir a la escuela, su derecho a jugar en libertad, su derecho a vivir en paz, en definitiva, su derecho a ser ni?os. Toda una generaci¨®n de ni?os, ni?as y j¨®venes no puede quedarse sin educaci¨®n; por qu¨¦ la educaci¨®n es clave para que puedan recuperar su dignidad y sus derechos. Estos ni?os deben urgentemente volver a la escuela, volver a jugar, a so?ar, a aprender en un clima de protecci¨®n y paz.

Y es que en contextos de conflicto y emergencia la educaci¨®n juega un papel esencial pues adem¨¢s de ser una de las mejores estrategias de protecci¨®n para los ni?os y ni?as, ayuda a recobrar la normalidad en la vida de estos ni?os y supone una esperanza en el porvenir.

Ghada al principio, ayudaba a su madre en casa. Para ella los d¨ªas eran tristes y aburridos. Sin embargo, desde hace ocho meses asiste al colegio que Entreculturas junto con el Servicio Jesuita a Refugiados tiene en L¨ªbano. Su momento favorito en el colegio son las clases de dibujo, de m¨²sica o de deporte. Todos cantan o juegan juntos. A Ghada le gusta cantar porque le hace olvidar su pena y le hace feliz. Sue?a con volver a Siria. Sue?a con poder volver a su casa con su familia y sus amigos.

¡°Echo de menos mi casa, mis amigos, mis recuerdos. Poder ir a la escuela en el L¨ªbano es todo para m¨ª. Me ha ayudado a no estar triste todo el tiempo¡±.

Hay que defender el papel de la educaci¨®n en la construcci¨®n de la paz, creando sistemas de educaci¨®n inclusivos, en los que se aprendan valores de tolerancia, respeto mutuo y la capacidad de convivir pac¨ªficamente. En los contextos de conflictos armados hay que poner un especial ¨¦nfasis en garantizar la equidad en la educaci¨®n, especialmente para las ni?as y los colectivos m¨¢s vulnerables. Y no vale cualquier educaci¨®n, ha de ser una educaci¨®n de calidad y para ellos es clave el acompa?amiento y la formaci¨®n de los docentes.

Es esperanzador ver c¨®mo la comunidad internacional es cada vez m¨¢s consciente de la importancia de la educaci¨®n en los contextos de conflicto y emergencia. Es urgente que la educaci¨®n sea considerada un pilar clave de la acci¨®n humanitaria y que se destine la financiaci¨®n adecuada para ello. Adem¨¢s, en las fases posteriores, la ayuda a educaci¨®n debe ser previsible y a largo plazo para poder construir sistemas de educaci¨®n de calidad, para lo que es necesario invertir en una educaci¨®n que permita reconstruir los sistemas educativos da?ados por el conflicto.

La cooperaci¨®n espa?ola debe aumentar su presupuesto de ayuda humanitaria, que ha sufrido un dr¨¢stico recorte en los ¨²ltimos a?os, y reconocer el papel clave que juega la educaci¨®n en la acci¨®n humanitaria, asignando recursos para educaci¨®n en emergencias. Tambi¨¦n debe frenar los recortes en ayuda oficial al desarrollo en general y en educaci¨®n b¨¢sica (en torno al 1% de la ayuda oficial al desarrollo, muy lejos del 8% recomendado).

Este 2015 es a?o clave en la configuraci¨®n de la nueva agenda de desarrollo global, hay que redoblar los esfuerzos para que la educaci¨®n sea una prioridad en las mismas y el derecho a una educaci¨®n de calidad sea garantizado para todos los ni?os y ni?as sin importar sus circunstancias.

Hoy, Ghada asiste al colegio, lo que ha devuelto la normalidad a su vida. Ghada en la escuela ha recuperado su infancia y su futuro. Esto es lo que deseamos para los millones de ni?os y ni?as que hoy por causa de los conflictos armados han sido privados del derecho a la educaci¨®n: Tienen que volver urgentemente a la escuela¡­