Yuri Herrera: escrito en piedra

Tras el encuentro de dos familias rivales que intercambian los cad¨¢veres de sus benjamines, el narrador de La transmigraci¨®n de los cuerpos dice que ¡°tantas cosas escritas en piedra se hab¨ªan arrojado que la calle hab¨ªa quedado en ruinas¡±. Esa calle en ruinas, un afuera maldito por el que se pasea la muerte en forma de mosquito junto a la acechanza permanente del big brother narco, es la mal llamada realidad, un mundo palpable destinado a la destrucci¨®n, al que sobreviven, como en Guerra del tiempo de Carpentier, las palabras.

El alfaqueque, que en la Edad Media negociaba el rescate de prisioneros cristianos de sus amos musulmanes gracias a su conocimiento del ¨¢rabe, es el autor de ese intercambio nefasto y sobrevive dentro de la novela y su presente narco-feudal porque su talento, el verbo, es lo ¨²nico blindado en una sociedad donde la carne es arena en saco pinchado. Su historia tambi¨¦n sobrevivir¨¢ porque, como toda literatura destinada a convertirse en un cl¨¢sico, est¨¢ escrita en un lenguaje vivo, como las maldiciones, las amenazas y las sentencias, que no evocan o describen, sino que hacen.

El lenguaje con que est¨¢ hecho este universo particular parte de un nuevo idioma en pa?ales, provoca una intensa sensaci¨®n de realidad, ca¨®tica y llena de secretos, una sensaci¨®n como una piedra cuya erosi¨®n va a retrasarse unos cuantos siglos.