?Qu¨¦ fue de Juan Mu?oz, el rubio de Cruz y Raya?
El excompa?ero de Jos¨¦ Mota en Cruz y Raya est¨¢ muy cerca de convertirse -voluntariamente o no- en uno de los pilares del humor alternativo espa?ol
Ya conoc¨¦is la historia: Jos¨¦ y Juan, bajo el nombre de Cruz y Raya, fueron la pareja de c¨®micos m¨¢s populares en Espa?a durante el lapso de tiempo que tard¨® en dar por finalizado el pasado siglo y comenzar el presente. La propuesta del d¨²o humor¨ªstico era la siguiente: latiguillos repetidos ad nauseam (del na?f ¡°?Est¨¢ paco?¡± al vehemente ¡°?Ahora vas y lo cascas!¡±); racismo festivo (el Moro Juan o el gitano Juan de Dios eran personajes recurrentes del show); humor de alto octanaje (Bartolo, otro de los cl¨¢sicos del programa, se dedicaba a violar camioneros en la M-30). Una vez el t¨¢ndem anunci¨® su separaci¨®n, el tren de fama y chistes provincianos continu¨® imparable dentro de La Hora de Jos¨¦ Mota, donde ya no hab¨ªa espacio para Juan Mu?oz; aunque una hora da para mucho y cualquier noche -pillad gafas ahumadas y estremeceos- puede salir el sol.
Pero, ?cu¨¢ndo empez¨® a torcerse todo? No hay que olvidar que en pleno after de subvenciones estatales, Mu?oz consigui¨® llevar a la gran pantalla una de sus creaciones m¨¢s populares para televisi¨®n: el arriba mentado Juan de Dios protagoniz¨® ?Ja me maaten¡! en el a?o 2000 y Ekipo Ja en el 2007, dos pel¨ªculas en las que adem¨¢s Juan Mu?oz hac¨ªa las veces de director. A la espera de conseguir cerrar su tr¨ªptico alg¨²n d¨ªa, la cabeza de Juan Mu?oz ha ido asom¨¢ndose en t¨ªtulos como Desde que amanece apetece o Clara no es nombre de mujer. Pero si hay alg¨²n film significativo dentro de la escueta carrera en solitario del humorista, ¨¦se es Holmes&Watson. Madrid Days: en la crepuscular y acartonada lectura de Sherlock Holmes que hizo Garci -donde tambi¨¦n interven¨ªa el mism¨ªsimo Alberto Ru¨ªz Gallard¨®n en el papel de Isaac Alb¨¦niz-, Juan Mu?oz asum¨ªa el rol de due?o de un local de variedades. Si muchos vieron en la ¨²ltima pel¨ªcula del director de Luz de Domingo una alegor¨ªa al inminente fin de r¨¦gimen para los postulados de 1978, la inclusi¨®n en su cast de alguien que no ha logrado limar su humor para adaptarlo a los nuevos tiempos (seguimos hablando de Mu?oz, olvidaros de Gallard¨®n, por Dios bendito) trazaba una l¨ªnea dram¨¢ticamente paralela.
Lo mejor en casos as¨ª es intentar huir de las c¨¢maras, respirar profundamente y volver con humildad a los or¨ªgenes. As¨ª sea: Juan Mu?oz, a sabiendas que el aplauso es el pan del artista, se encuentra recorriendo la pen¨ªnsula ib¨¦rica para hacer sus espect¨¢culos en vivo. Gastropubs, karaokes y hasta restaurantes especializados en arroz (¡°?No te atragantes! Disfruta del show con o sin cena¡± rezaba el cartel de la Arrocer¨ªa Sarmiento, que acogi¨® uno de sus bolos) han hecho las veces de tablas para el rubio de Cruz y Raya en numerosas ocasiones. Entre todos sus highlights, mis debilidades son la imitaci¨®n de motos de distinta cilindrada al m¨¢s puro estilo Bill Hicks en las fiestas de Torrej¨®n de Ardoz o el chiste (uno corto) con el que se cierra el spot de su actuaci¨®n en la Cafeter¨ªa Orly¡¯s de Le¨®n. Pero lo que realmente lo diferencia de cualquier amateur advenedizo y lo reafirma como el comedy wolf que nunca ha dejado de ser es la manera con la que, para poder toser en paz, levant¨® los aplausos del respetable en este directo de Murcia.
La cabra tira al monte: Juan Mu?oz ha acabado sucumbiendo al encanto cat¨®dico concediendo entrevistas a distintos medios, que van de lo mainstream (S¨¢lvame) al underground alicantino (Very Verano). Menci¨®n a parte, eso s¨ª, merece su aparici¨®n unchained en ese canto al nihilismo que es el programa Callejeros: Juan Mu?oz deambula por el local Niki Beach de Torrevieja rompiendo el hielo de forma literal, flirteando con toda milf que se le ponga por delante y asegurando que esta grabaci¨®n le va a reportar copas gratis en el local nocturno durante todo el verano; siendo sinceros, las frases para el recuerdo no son pocas (van del ¡°Eso es pisar y lo dem¨¢s es joder el suelo¡± al ¡°?T¨² eres Cruz? Yo soy el de las rayas¡±) y, por si fuera poco, termina con una cover al l¨ªmite del Sultans of Swing, de Dire Straits. ?Mel¨®mano? Que no quepa ni la menor duda.
Mientras se acaba de materializar este inquietante proyecto en el que interact¨²a con marionetas, Juan Mu?oz se abri¨® un canal de YouTube para, entre otras cosas, dar visibilidad al piloto de Esta noche Juan Mu?oz, su respuesta a La Hora de Jos¨¦ Mota que nunca lleg¨® a emitirse en televisi¨®n. ?La raz¨®n? Es lo m¨¢s parecido a The Room de Tommy Wiseau que se haya hecho en Espa?a: el hecho de que no hayan podido incluir risas enlatadas en postproducci¨®n sit¨²a el show en un limbo extra?o entre el humor y el terror lyncheano; las transiciones entre sketches se hacen con cortinillas m¨¢s propias de un v¨ªdeo de boda que de un programa con aspiraciones de ser emitido; hay un cameo de Jorge Sanz. Y ya basta, porque hay punto y comas suficientes para enumerar todos los equ¨ªvocos convertidos en epatantes aciertos que nos regala Esta noche Juan Mu?oz durante sus m¨¢s de 30 minutos; media hora de malas decisiones y humor de acantilado. El hecho de que el espacio fuera improgramable ten¨ªa m¨¢s que ver, a mi juicio, con su salvajismo incompatible con cualquier parrilla que con su supuesta falta de m¨ªnimos: ?C¨®mo que Esta noche Juan Mu?oz?
Nosotros queremos Juan Mu?oz todas las noches.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.