?Por qu¨¦ se celebran las victorias deportivas con mujeres semidesnudas?
Un torneo ciclista rodea a los ganadores de azafatas en bikini
"Este es el podio del Flanders Diamond Tour. Una absoluta verguenza", escrib¨ªa en Twitter la periodista holandesa Marjin de Vries pocos minutos despu¨¦s de que finalizara el campeonato. No lo hizo porque estuviera en desacuerdo con los ganadores, sino porque estos fueron recibidos en el podio por un grupo de azafatas vestidas ¨²nicamente con un bikini. La organizaci¨®n se apresur¨® a emitir un comunicado v¨ªa redes sociales, afirmando que ellos no ten¨ªan nada que ver en la elecci¨®n de semejante uniforme. Dio igual, decenas de personas tuitearon para reivindicar la igualdad (o, por lo menos, el rechazo a la cosificaci¨®n de las mujeres) en la celebraci¨®n de las victorias deportivas. Porque, ?alguna vez hemos visto a las ganadoras de una competici¨®n femenina rebozarse en champ¨¢n junto a hombres en calzoncillos de lycra?
Junto al ciclismo, la F¨®rmula 1 y las motos son los deportes que m¨¢s recurren a este tipo de 'ceremonias'. Baste un ejemplo reciente: el pasado mes de abril, Lewis Hamilton celebraba su primer puesto en el Gran premio de China descorchando la m¨ªtica botella de champ¨¢n sobre la cara de una azafata que, obviamente, no supo c¨®mo reaccionar. Un gesto muy comentado que propici¨® que Shanghai prohibiera el uso de atuendos provocativos en eventos como el Sal¨®n del Autom¨®vil. S¨ª, adem¨¢s de ser rociada por Hamilton, la azafata en cuesti¨®n llevaba un qipao (vestido tradicional chino) muy por encima de la rodilla.
Sin entrar en cuestiones acerca de la visibilidad del deporte femenino o de las profesionales dedicadas a cubrirlo (como aquel trending topic llamado 'Gracias, Sara' de hace un par de a?os), lo cierto es que son varias las voces que claman por un cambio en los rituales de ciertos partidos o competiciones. Ocurre, por ejemplo, en el tenis, donde recientemente Eugenie Bouchard, joven promesa canadiense, tuvo que tolerar que el periodista, tras una victoria sonada, le dijera: 'Enhorabuena, ?puedes darte una vuelta para que te veamos?'. La avalancha de quejas tard¨® minutos en iniciarse.
Como cuando el Masters Series de Madrid decidi¨® contratar a modelos para ejercer de recogepelotas, en una ya m¨ªtica pol¨¦mica que involucr¨® hasta al Ayuntamiento. O cuando, en 2009, Wimbledon bas¨® los criterios para seleccionar a las jugadoras que disputar¨ªan los partidos en la pista central no en sus m¨¦ritos, sino en su belleza. Por no hablar de este cartel reciente:?
Las llamadas 'podium girls' est¨¢n empezando a encontrar detractores dentro del sector. "Me gusta pensar que en el siglo XX las mujeres ser¨¢n algo m¨¢s que bonitos adornos que decoren a los hombres exitosos", declar¨® recientemente a la BBC Laura Weislo, editora de la revista Cycling News.? Quiz¨¢ estas pol¨¦micas, cada vez m¨¢s frecuentes, terminen con la extensa tradici¨®n de las chicas que trabajan besando las mejillas de ganadores.
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