Populismo en Dinamarca

Dinamarca se ha incorporado a la n¨®mina de pa¨ªses europeos en los que partidos populistas de derecha se han convertido en ¨¢rbitros de la situaci¨®n. La consecuencia m¨¢s significativa de su reciente elecci¨®n parlamentaria no es que el bloque opositor centroderechista haya ganado por un esca?o al centroizquierda gobernante, desalojando ¡ªpese a sus buenos resultados¡ª a la primera ministra socialdem¨®crata. El hecho m¨¢s relevante es que un partido antiinmigraci¨®n y radicalmente euroesc¨¦ptico, el Popular Dan¨¦s (DPP), se haya convertido en el segundo del peque?o pa¨ªs, tras casi duplicar, hasta el 21%, su voto anterior.

Est¨¢ por verse si el DPP se incorpora al Gabinete (como formaciones similares en Noruega y Finlandia) o si, como asegura su jefe, Kristian Thulesen Dahl, se limita a procurar apoyo parlamentario, pese a su espectacular ascenso. La formaci¨®n de una nueva coalici¨®n gobernante recaer¨¢ as¨ª sobre el ex primer ministro y jefe de los liberales Lars Rasmussen, pese a sus peores resultados en 25 a?os. No ser¨¢ f¨¢cil. Los liberales son abiertamente proeuropeos, y el DPP es el partido que mayor inquina profesa a la UE. Para satisfacci¨®n de David Cameron, respalda entusi¨¢sticamente la reforma de la UE que pretende el premier brit¨¢nico.

Lo que suceda en Dinamarca merece atenci¨®n. Tambi¨¦n all¨ª la ascensi¨®n populista est¨¢ impulsada por un clima de opini¨®n contrario a la inmigraci¨®n creciente, el islamismo radical o una Europa federal. Pero deber¨ªan evitarse las simplificaciones. En una democracia consolidada ¡ªy pocos perospueden ponerse a las credenciales danesas¡ª no cabe descalificar las opciones con demostrado apoyo popular. M¨¢s inteligente que la demonizaci¨®n apresurada de idearios populistas de uno u otro signo es preguntarse por los motivos de los agravios de los votantes y escuchar a quienes no se sienten adecuadamente representados.