Jaque a la hombr¨ªa (y otros desaf¨ªos de la pasarela de Mil¨¢n)
Viajamos a la ciudad italiana para saber qu¨¦ pinta tendremos el verano de 2016. ?Llevar¨¢n los hombres falda? Adem¨¢s, nos encontramos una nube de mosquitos y ni?as hist¨¦ricas
Podr¨ªamos empezar hablando largo y tendido de la plaga de mosquitos que est¨¢ diezmando a la prensa espa?ola en la Semana de la Moda Masculina de Mil¨¢n (del 19 al 23 de marzo), pero ser¨ªa injusto cuando el espacio es limitado y est¨¢ en juego algo tan importante como qu¨¦ llevaremos el verano de dentro de un a?o. Y, sobre todo, viendo que la industria, desde que empezaron los desfiles hace algo m¨¢s de una semana, intenta demostrar que la moda masculina es algo m¨¢s que intentar parecer un caballero, un millonario o un futbolista (aunque todo eso tambi¨¦n, claro). De momento, aqu¨ª van cinco ideas que hemos extra¨ªdo de una de los m¨¢s importantes citas de la moda del a?o.
1. Hombres, mujeres y viceversa
¡°Mi colecci¨®n es muy ahora, muy andr¨®gina, pero creo que he mantenido el equilibrio entre los extremos. Incluso he empezado a llevar falda yo mismo para saber qu¨¦ se siente¡±. Esto lo dec¨ªa ayer Kean Etro, dise?ador de la marca que lleva su apellido, momentos antes de que empezara su desfile. Que un hombre heterosexual que acaba de cumplir medio siglo y con pinta admirablemente normal se ponga falda ¡°para probar¡±, dice mucho del momento tan malo que vive el hombre macho en estos fueros.
Lo cantaba el peri¨®dico Womens¡¯ Wear Daily hace pocos d¨ªas, hablando sobre la p¨¦rdida de fuelle del estilo pijo estadounidense, que durante a?os ha propulsado el boom de la moda masculina. Seg¨²n el diario, el hombre ya sabe vestir cl¨¢sico, est¨¢ listo para arrimarse a propuestas m¨¢s creativas y, ahora mismo, una de sus misiones es desmontar la idea de masculinidad tradicional. En Mil¨¢n, el primer carpetazo andr¨®gino lo dio hace seis meses Alessandro Michele con su primera colecci¨®n para Gucci. Y ayer, justo antes de Etro, dio el segundo. Sus chicos llevaban trajes encogidos y dedos llenos de anillos, arrastraban pantalones de campana y del hombro de sus camisas de encaje colgaban l¨¢nguidamente bolsos de serpiente.
Mi colecci¨®n es muy ahora, muy andr¨®gina, pero creo que he mantenido el equilibrio entre los extremos. Incluso he empezado a llevar falda yo mismo para saber qu¨¦ se siente¡± Kean Etro
Es verdad que, por fascinante que resulte, costar¨¢ ver esta propuesta en armarios tan llenos de polos y pantalones de gabardina como los nuestros, pero eso no quita que el debate se haya abierto con todas sus consecuencias. Incluso en la feria Pitti de Florencia, la cita donde las tiendas de todo el mundo compran lo que querremos dentro de seis meses (y donde se fragu¨® el revival de la barba poblada y traje de tres piezas que The Sartorialist lleva una d¨¦cada inmortalizando), hab¨ªa un espacio dedicado a j¨®venes dise?adores cuyas propuestas no distinguen de g¨¦neros. Lo cual no es balad¨ª en una ciudad donde, de 12 a 2 de la madrugada, las mujeres tienen un diez por ciento de descuento en los taxis si van solas. Y menos a¨²n cuando no tantas de esas propuestas habr¨ªan escandalizado a un padre de familia.
2. El hombre del mill¨®n de 'followers'
Qu¨¦dese con su cara y con su color de pelo, lo primero por cultura general y lo segundo para entender la pr¨®xima oleada de decolorados entre alumnos de instituto. Se llama Lucky B. Smith, es modelo y, dado que en la moda ya no se lleva cuajar las primeras filas con celebridades, ¨¦l se ha convertido en una. Nos hab¨ªamos acostumbrado a las aglomeraciones de fot¨®grafos e invitados posando para ellos entorpeciendo la entrada de cada desfile, pero ahora que el fen¨®meno est¨¢ en la cuesta abajo, es divertido ver que siempre hay nuevas maneras de parar el tr¨¢fico incluso un lunes a mediod¨ªa: basta con reunir a un par de decenas de ni?as, armadas con c¨¢maras y tan nerviosas e ingobernables como en los grandes momentos de One Direction (ayuda, claro, que la celebrity en cuesti¨®n las convoque en una cuenta de Instagram que supera el mill¨®n de seguidores).
3. Viene el zapato raro
O m¨¢s bien se resiste a marcharse. Desde Marni hasta Bottega Veneta, pasando por firmas tan poco exc¨¦ntricas como Ferragamo, la sandalia con suela gruesa, el calzado con aires monta?eros, o incluso un cruce de ambos, sigue siendo el elemento que los dise?adores han escogido para alegrar atuendos que, de otro modo, ser¨ªan perfectamente civilizados. Lo mejor de todo es que la casa que nos ense?¨® a amar los zapatones enormes, Prada, esta vez no ha sacado ni uno.
4. Ravero, pero tranquilo
Nadie disfruta tanto haciendo deseable lo indeseable y d¨¢ndole patadas a cosas de las que creemos estar seguros como Miuccia Prada, esa mujer que pone y deja de poner de moda tipos de zapato con intachable argumentario conceptual. En una de las salas de su reci¨¦n inaugurada Fundaci¨®n, una muestra revela la afici¨®n a la copia de los escultores griegos y romanos, y la colecci¨®n que present¨® el domingo ten¨ªa maillots ciclistas, detalles de competici¨®n y estampados con ojos indios y conejitos pop. Una coctelera de ideas indescifrable, como suele, pero solo en parte: tras un acalorado brainstorming, el equipo ICON quiso ver en todo eso un homenaje a la cultura rave, esa que empez¨® con el acid a finales de los ochenta y dej¨® un poso alucin¨®geno durante toda la d¨¦cada siguiente. No es que haga falta entender las cosas para comprarlas, como bien nos ha ense?ado el arte contempor¨¢neo, pero ah¨ª queda eso.
5. Tranquilo, pero contento
Ser¨ªa falso decir que, dentro de seis meses, el hombre con sensibilidad y posibles tirar¨¢ a la basura todo su vestuario por culpa de las audacias que se est¨¢n presentando estos d¨ªas. La columna vertebral de las tendencias sigue siendo est¨¦ticamente asequible y la prueba est¨¢, por ejemplo, en los mocasines y las saharianas de lino de Tod¡¯s, una oda al lujo italiano que muchos se empe?an en replicar sin mucho ¨¦xito. O en las parcas ligeras que han aparecido en la mayor¨ªa de las colecciones. Incluso los chubasqueros y las chaquetas de remero de Moncler Gamme Bleu son menos arriesgadas que en ocasiones anteriores.
Pero, sobre todo, hay que hablar del "Armani moment" (dicho en jerga de la moda) que discurre en paralelo a los fuegos artificiales que explicamos arriba. El dise?ador italiano ha cumplido cuarenta a?os en la industria en plenitud de facultades y, ahora, por fin, la nueva generaci¨®n ha aprendido a adoptar los c¨®digos con los que el italiano revolucion¨® la moda: l¨ªneas fluidas, colores neutros, toques deportivos. Atributos que se pueden aplicar a la colecci¨®n con la que Ermenegildo Zegna abri¨® el primer s¨¢bado de desfiles, tan solo una hora antes de que Emporio Armani presentara el suyo; un involuntario homenaje de su dise?ador, Stefano Pilati, al patriarca del made in Italy. Dos desfiles separados por 60 minutos. Cuatro d¨¦cadas de elegancia masculina resumidas en un momento.
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