Recuperar la natalidad

Tras cinco a?os de ca¨ªda desde niveles previos ya muy bajos, la natalidad parece haber tocado fondo; al menos, ha dejado de descender. En 2014 ha remontado por primera vez el n¨²mero de nacimientos (426.000), pero lo ha hecho de forma tan m¨ªnima ¡ªapenas un 0,1%¡ª que no se puede augurar un cambio de tendencia. La tasa sigue estancada en 9,1 nacimientos por 1.000 habitantes y aunque la fecundidad se ha recuperado algo ¡ªhasta 1,32 hijos por mujer¡ª estamos lejos de garantizar el reemplazo de la poblaci¨®n.

El hecho de que la crisis demogr¨¢fica de Espa?a no tenga parang¨®n indica que existen factores espec¨ªficos sobre los que se deber¨ªa incidir. Las causas son diversas; estudios recientes se?alan la precariedad laboral en general, y de las mujeres en particular, como uno de los principales factores. La inestabilidad laboral y econ¨®mica es un freno que causa fen¨®menos encadenados: muchas mujeres retrasan la maternidad a la espera de mejores condiciones que a veces nunca llegan y si llegan, lo hacen a una edad en que su fertilidad est¨¢ ya disminuida; la edad media a la que se tiene el primer hijo no deja de subir y est¨¢ ya en 31,8 a?os; muchas mujeres solo llegan a tiempo de tener un hijo, con sus consecuencias: entre ellas, que uno de cada tres ni?os espa?oles no tenga hermanos.

Ahora que se acercan unas elecciones generales, los partidos deber¨ªan especificar qu¨¦ piensan hacer al respecto. La experiencia de algunos pa¨ªses n¨®rdicos indica que se puede revertir la tendencia incidiendo sobre las condiciones que favorecen y protegen la maternidad: permisos a compartir entre ambos progenitores, guarder¨ªas asequibles y reducci¨®n de la jornada laboral por crianza son algunas de las que se han revelado eficaces.

Est¨¢ demostrado que la fecundidad es m¨¢s alta donde la tasa de empleabilidad de las mujeres es mayor. Justo lo contrario de lo que ocurre en Espa?a. En estos momentos, el coste de la maternidad recae sobre la hoja laboral de las mujeres, lo que en la pr¨¢ctica se ha convertido en un factor adverso: las empresas evitan contratar a mujeres en edad de procrear. Hay mucho por hacer, y es urgente darle prioridad.